Traer a Murakami y recibir a Tokio como ciudad invitada: reuniones entre el embajador de Japón y la Feria del Libro

¿Tokio ciudad invitada en la próxima Feria del Libro, con Haruki Murakami como figura estelar, y una maratón por la ciudad como gran evento ad hoc para homenajear al escritor runner? Por qué no... y con blues de fondo. Al menos sobre todo esto conversaron animadamente el embajador de Japón en la Argentina, Hiroshi Yamauchi y el presidente de la Fundación El Libro, Alejandro Vaccaro, en una comida que mantuvieron en la casa del también biógrafo y coleccionista de la obra de Jorge Luis Borges.

Además de maratonear -junto con el jazz y la música clásica, una de las pasiones más conocidas del autor de De qué hablo cuando hablo de correr-, en el caso que se concrete su visita, el escritor tendría una presentación a lo grande durante la fiesta del libro, estaría dispuesto a responder preguntas sobre su exitosa obra literaria y firmaría ejemplares a sus fans, que son muchos. Murakami, persistente candidato en la lista de los Nobel de Literatura, publicó recientemente La ciudad y sus muros inciertos (Tusquets). Además de Tokio Blues, entre sus obras más famosas se encuentran Crónica del pájaro que da cuerda al mundo, Kafka en la orilla, 1Q84 y La muerte del comendador.

Oficialmente se sabrá si estos planes llegan a buen puerto cuando entre fines de agosto y comienzos de septiembre se haga el lanzamiento de la edición 49° de la Feria Internacional del Libro.

Mientras tanto, LA NACION pudo saber que estos fueron algunos de los temas que se trataron días atrás en un encuentro de agasajo que Vaccaro ofreció al máximo representante de Japón en la Argentina y Horacio Marcó, que trabajó durante años con María Kodama y en el área de prensa de la embajada, a quienes además se les organizó una recorrida por su departamento. Como si se tratara de un museo, con numerosas habitaciones, Vaccaro guarda en ese piso su colección dedicada al mayor escritor argentino. Primeras ediciones, libros antiguos, fotografías y otros objetos que pueblan bibliotecas, pasillos y vitrinas del departamento de Barrio Norte llamaron la atención de Hiroshi Yamauchi.

El domingo, Yamauchi visitó la Feria del Libro, se sacó una foto sonriente con una escultura de Mafalda (”mi personaje favorito”, según tuiteó), participó del Día de Ucrania y adquirió varios ejemplares, no solo de títulos de autores japoneses traducidos al español, sino de libros que lo acompañarán todo el año.

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