Todos los tiempos el tiempo: se entregó el Premio Estímulo a la Escritura para talentos sub-40
Proyectos de jóvenes creadores del país fueron reconocidos con el original certamen que otorga un impulso económico a nuevas voces; este año se repartieron $1.650.000
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LA NACIONDaniel Gigena
Las nuevas generaciones mantienen encendida la llama de la escritura. La Fundación Bunge y Born, Fundación Proa y LA NACION anunciaron esta tarde los proyectos galardonados en la tercera edición del Premio Estímulo a la Escritura “Todos los tiempos el tiempo”, creado en 2020 en plena pandemia con el objetivo de apoyar a autores de 20 a 40 años en el proceso de creación literaria. La ceremonia de premiación tuvo lugar en el auditorio de la Fundación Proa, en La Boca.
El jurado -integrado por los reconocidos escritores María Sonia Cristoff, Mercedes Halfon, Héctor Guyot y Daniel Link- seleccionó un proyecto ganador en cada categoría, que recibió $350.000 como estímulo para continuar su obra y un incentivo a la edición de Narrativa Gráfica de $250.000. Además, se eligieron entre tres y cinco menciones por rubro que participarán en clínicas de escritura con Alan Pauls y Romina Paula. Se recibieron 986 proyectos de todas las provincias y, en total, se distribuyeron $1.650.000 en premios.
En la categoría Narrativa se premió el proyecto “La india sirena”, de Gabriela Larralde (CABA, 1985), mientras que en el rubro Guion el trabajo ganador fue “Los hermanos Sánchez”, de Theo Fernández (CABA, 1998). También se reconoció en Narrativa Breve el proyecto “Cruza”, de Camila Vázquez (Rosario, 1994); en Dramaturgia, “Tres centímetros de un frío infinito”, de Ivana Schiaffino (CABA, 1990); y en el caso de Narrativa Gráfica el incentivo a la edición de $250.000 fue para el proyecto “Inundación”, de Guido Barsi (La Plata, 1986) y Santiago Miret (CABA, 1983). A mediados de 2023, se convocará a la cuarta edición del Premio Estímulo.
“‘La india sirena’ es una novela polifónica que transcurre en el 1500 y cuenta el hallazgo por parte de navegantes de la corona española de un grupo de nativas con rasgos anfibios, en las costas del Paraná, más precisamente en las Islas de Apipé, hoy Corrientes -contó Larralde a LA NACION-. Capturan a una de ellas, la llaman la india sirena y se la llevan para estudiar a Europa”.
Guyot destacó que la obra de Larralde es “una suerte de novela histórica de un pasado ficticio, donde coexisten acontecimientos reales con elementos productos de la imaginación” y que está narrada con “una prosa muy cuidada y poética que trae a escena los modos en que reaccionamos a la otredad, los miedos y la fascinación que produce lo desconocido”.
Su proyecto ya había ganado las becas a la creación y finalización de obra del Fondo Nacional de las Artes. “Durante tres años investigué y clasifiqué escritos de navegantes de la época a fin de dar con avistajes de sirenas -reveló la autora de Bestiario secreto de niñas malas y La vida ahora-. También los bestiarios y enciclopedias universales que daban definiciones sobre este tipo de seres mitológicos que, con variantes, siempre exponían a los hombres al peligro e incluso a veces a la muerte debido a su encanto. ‘La india sirena’ es una novela que cruza mitología, racismo, colonialismo y feminismo desde una narrativa atravesada por la poesía, el discurso científico y el montaje cinematográfico”.
“‘Cruza es un texto híbrido que reúne el diario de sueños, algo de material autobiográfico y anotaciones de lectura -describió Vázquez desde la ciudad cordobesa de Río Cuarto en diálogo con LA NACION-. Creo que el procedimiento que reúne todos estos ejes es el azar: cómo un símbolo del sueño, una imagen, algo que se revela como oracular, me lleva a un libro, y del libro al suceso biográfico y así”. La autora (que publicó los poemarios Yeguariza y Tautea) participó del acto a la distancia, con un video.
“Haciendo honor a su nombre, ‘Cruza’ entrecruza una serie de géneros, geografías (la serrana, la puntana, la porteña) y distintos lugares de iniciación para la literatura argentina -definió Cristoff esta tarde-. Se entrecruzan también la vigilia y el sueño, los comechingones y los blancos, los caballos y los burros que no es otra cosa que la cruza que da origen a la mula”.
“’Los hermanos Sánchez’ se destaca por una fuerte apuesta estética que parodia géneros tradicionales como el musical y la serie negra, que Theo Fernández adapta para crear una plataforma narrativa completamente desafiante”, sostuvo Link sobre el proyecto premiado en la categoría de Guion. Y sobre el de Dramaturgia, Halfon indicó: “Se trata de un largo monólogo de Monica Seles, que recrea su atentado ocurrido en 1993; valoramos este texto porque une elementos disímiles y con ellos construye su forma: la poesía y el teatro, Yugoslavia y la Argentina, la década del noventa y la actual”.
Link también se refirió al proyecto de Narrativa Gráfica que recibió un incentivo a la edición de un cuarto de millón de pesos. “En esta categoría hubo obras de extraordinaria calidad -dijo-. Decidimos privilegiar las obras que más se adaptaron a la categoría. ‘Inundación’, de Guido Barsi y Santiago Miret, retoma las formas clásicas de la novela gráfica con ilustraciones potentes y sugerentes y un diálogo preciso”.
Recibieron menciones en Narrativa los proyectos “Un hombre busca un cometa”, de Yamila Bêgné; “Teoría de los erizos”, de Natalia Codina, y “El tiempo está después”, de Lautaro Lamisovski. En Narrativa Breve las menciones fueron para “No bastaría”, de Abigail Dana; “Nenes raros”, de Nicolás Ghigonetto; “Fin de temporada”, de Esteban Godoy; “Todas las cosas del mundo”, de Francisco Noriega, y “El zoológico de plantas”, de Darío Roussilian.
En Guión, hubo menciones para “Figuritas repetidas”, de Lucas Galambos y Gonzalo Giacometti Komel; “¡Falta!”, de Marcos Montes de Oca; “Las que cuidan”, de Carmela Sandberg, y “Desde el exilio”, de Lucía Vela. En Dramaturgia, “La cura del cáncer”, de Gabriel Graves; “Pequeña Alegoría”, de Fanny Ribas; “Polvareda en los ojos”, de Damián Smajo, y “Otumpa”, de Melisa Stocco.
“El proceso de creación muchas veces es largo y solitario -sostuvo Adriana Rosenberg, directora de Fundación Proa-. Al otorgar un apoyo antes de que la obra esté terminada, buscamos brindar un reconocimiento y un impulso en un momento en que puede ser particularmente valioso para los autores”. Varios autores premiados y mencionados en ediciones anteriores -algunos inéditos- finalizaron sus proyectos y pudieron publicar libros y estrenar obras teatrales.
“A lo largo de estos tres años del premio, recibimos más de 3500 proyectos de todas las jurisdicciones del país -destacó Iván Petrella, director de Cultura y Patrimonio de la Fundación Bunge y Born-. Es un indicador del buen estado de salud que gozan las artes de la escritura en la Argentina”. Por su parte, Norberto Frigerio, director de Relaciones Institucionales de LA NACION confirmó que a mediados de 2023 las tres entidades organizadoras abrirán la convocatoria de la cuarta edición del premio. “Queremos seguir brindando una plataforma para nuevas voces y narrativas que surjan en el país”, dijo.
Por Daniel Gigena
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