Tiempo de revival: del huevo a La Menesunda, el arte de los 60 se ve hoy
Reconstrucciones de piezas que fueron hito hace 50 años reviven ahora en los museos porteños; la coyuntura, un factor que modifica la experiencia del público
Hay piezas emblemáticas de la historia del arte argentino que no existen más. Cuando el arte salió del marco del cuadro y se volvió ambientación, instalación, happening, ready-made o performance, dejó de importar su preservación. La obra podía ser, justamente, destruir la obra, y de muchas sólo quedaron registros fotográficos o de video. Pero en estos días algunas de esos hitos se pueden volver a experimentar, gracias a las reconstrucciones que las reviven en museos porteños.
"No... me parece que la escalera era más empinada", dice Marta Minujín, rodeada en estos días de un ejército de carpinteros, diseñadores, artistas y arquitectos que dan nueva vida a La Menesunda, la histórica ambientación de 1965 realizada junto a Rubén Santantonín en el Instituto Di Tella, que desde el 8 de octubre podrá volver a visitarse en el Mamba. "Todo me parece más chico", se extraña. "Es que vos eras más chica", le retruca el arquitecto Fernando Manzone, que la secunda en rehacer con máxima fidelidad aquel laberinto de 400 metros cuadrados que atraviesa 11 ambientes. "Partimos de fotos, videos y, sobre todo, de mis recuerdos para reconstruirla lo más exactamente posible. Actualizarla no tiene gracia. La idea es volver atrás", cuenta Minujín.
Ahora mismo, en la Tate de Londres, se ven fragmentos del noticiero Sucesos argentinos que recuerdan esa obra. Minujín mandó a hacer los mismos envases de maquillaje que ya no se fabrican para lograr la réplica exacta. La diferencia es que esta vez no será descartable. "La obra original era de chapa y madera, y fue a un volquete de basura. Esta remake está proyectada y modulada como para que pueda desarmarse y guardarse y volverse a montar en cualquier museo del mundo", completa Manzone.
En los años 60, ella misma martilló, pintó y esculpió junto a los artistas Pablo Suárez, David Rodolfo Prayón, Floreal Amor y Leopoldo Maler, y un maestro mayor de obras, ese delirio que iba tomando forma sobre la marcha, sin planos previos. Y aunque fue una verdadera revolución, recién el último día se acordaron de sacar fotos y filmar un corto de apenas unos minutos. "Nadie pensaba en vender. Era el arte puro, arte por el arte", recuerda Minujín. Entonces tenía 22 años y un bebe recién nacido, pero nada paraba su entusiasmo de bosques de texturas, pasajes de luces de neón, dormitorios habitados y gabinetes de cosmética. La obra cambia porque el contexto es otro, 50 años después. "La Menesunda fue pionera de un arte distinto, que es el arte de hoy. Se planteó todo lo que el arte puede diversificarse. Vamos a ver qué le pasa al público hoy", dice.
Originales y reinterpretaciones
No es lo mismo ver registros de época que ver la pieza en sí misma. En el Mamba están las fotos del huevo gigante Nosotros afuera, de Federico Manuel Peralta Ramos, y cómo después de la exposición el artista lo destrozó a golpes de pico. Pero para ver la obra en su cabal dimensión hay que ir hasta el Malba, donde fue reconstruido para la muestra La Era Metabólica, curada por Chus Martínez. "Trabajamos sobre el plano propuesto por el artista, con instrucciones aprobadas por su familia y del arquitecto Rafael Bueno, que estuvo a cargo de la reconstrucción que se hizo para la exposición del espacio E-flux en Nueva York, en 2014", cuenta Victoria Giraudo, coordinadora de curaduría. "Es una versión mejorada estéticamente (pero sin llegar a ser hiperrealista) del huevo original, ya que el histórico tenía una forma más oblonga que ovoide." Tiene el mismo acabado en yeso blanco mate, pero no las costillas internas de madera. "Los artistas Agustín Inchausti y Gustavo Parinelli, especialistas en escenografía, lo construyeron con una estructura interna de hierro, en telgopor tallado, luego enyesado, lijado y enduido", sigue Giraudo. Los artistas trabajaron en su taller y lo llevaron en partes al Malba, donde hicieron las terminaciones. "Habrá que partirlo al menos en dos para poder sacarlo al final de la exposición, pero no lo podremos romper ni destruir como Federico; volaría polvillo de yeso por el museo", explica Giraudo.
En el Mamba está reconstruida Verificación esquemática, de Antonio Trotta. La obra integró en Proa una muestra que fue pura reedición de obras, Experiencias 68, recreada en 1998, porque los artistas, en protesta por la censura y cierre de la exposición histórica en el Di Tella, rompieron sus piezas y las tiraron a la calle. "Fue muy polémico ese revival exactamente 30 años después. Pienso que es válido reconstruir, aunque, por supuesto, es imposible repetir las condiciones epocales de los 60 y 70. Ésa fue una de las críticas que se recibieron en su momento: como no estábamos en el contexto, la exhibición perdía sentido. Disiento, porque me parece más que válida la experiencia de ver con los ojos de hoy algunas de las obras de las que tanto habíamos oído hablar, teniendo en cuenta su significación y lo que ocurrió en su momento. La comprobación fáctica de la materialidad", observa Patricia Rizzo, la curadora. "En el caso de la familia obrera, de Oscar Bony, él nuevamente realizó la elección de la pareja obrera con un niño y también fueron exhibidos. En tanto reconstrucción, poner una foto de la pareja de la época no nos pareció válido y quisimos de nuevo una pareja real. Así que hubo una segunda familia obrera", recuerda.
La obra de Trotta, una sucesión de marcos vacíos suspendidos en el aire, con un espejo en el centro, fue reconstruida bajo la tutela de Rizzo y donada por Proa al Mamba, y ahora integra La Paradoja en el Centro, Ritmos de la Materia en el Arte Argentino de los 60, junto con las fotos de Peralta Ramos y su huevo.
Al curador Rodrigo Alonso también le ha tocado evocar los años dorados del happening. Como Los neuróticos, de Edgardo Giménez, que volvió en 2013 para la muestra inaugural del museo MAR de Mar del Plata. Chicos y grandes caminaron sobre aquellas olas de utilería y también saltaron sobre la revivida Galería Blanda de Minujín, enteramente de colchones. "Me gusta mucho rehacer obras en las que lo importante es la experiencia. La relación del espectador con la obra en el aquí y ahora es completamente diferente", dice Alonso. Y seguramente eso será lo que pasará con La Menesunda: arte para ser vivido.
3 flashbacks
La Menesunda
Marta Minujín, en el Mamba (San Juan 350), desde el 8 de octubre. Martes, gratis. Capacidad limitada (ingreso por orden de llegada).
Verificación esquemática
La obra de Antonio Trotta y los registros de Nosotros afuera, de Federico Manuel Peralta Ramos, integran La Paradoja en el Centro, también en Mamba.
Nosotros afuera
Peralta Ramos integra la muestra La Era Metabólica, en Malba (F. Alcorta 3415).