El diario The New York Times solicitó ayer, en un editorial, la liberación de la periodista Judith Miller, condenada a prisión por haberse negado a revelar sus fuentes en el curso de una investigación sobre un funcionario del gobierno norteamericano que filtró el nombre de una agente secreta de la CIA. A continuación, se reproduce el texto del editorial
Judith Miller, la periodista del diario The New York Times que se negó a testificar y revelar sus fuentes confidenciales, ha pasado en la cárcel más tiempo que cualquier otro periodista de un diario norteamericano. Y cuando se marca un nuevo hito, como en este caso, es cada vez más evidente que mantener a Judith Miller en prisión provoca una situación embarazosa en un país que supuestamente es reverenciado en todo el mundo por sus libertades, particularmente su Primera Enmienda, que establece la libertad de prensa. Judith Miller, que prefirió ir a la cárcel en lugar de testificar en una investigación judicial relacionada con la revelación de la identidad de una agente encubierta, cumplió ayer 55 días en una cárcel de Virginia.
La semana pasada, una asociación de periodistas con sede en París, denominada Periodistas sin Fronteras, difundió un impresionante petitorio en favor de Judith Miller. Fue firmado por renombrados escritores europeos, periodistas y pensadores, entre ellos, Günter Grass, Bernard-Henry Lévy y Pedro Almodóvar. "En un momento en que las ideas más extremistas están ganando terreno, y en que aumenta el número de periodistas asesinados o secuestrados, encarcelar en un país democrático a alguien que ejerce el periodismo es más que un delito: es un error judicial", expresaron.
Ese petitorio es tan sólo la más reciente de las solicitadas en apoyo de Judith Miller que fueron publicadas, por ejemplo, por norteamericanos, como el ex líder de la mayoría del Senado Bob Dole, y por gente del exterior. En un caso particularmente conmovedor, en Paquistán varios periodistas dejaron de lado momentáneamente sus propias luchas y desvelos para enviar mensajes de apoyo. Es hora de que las autoridades que enviaron a Judith Miller a la cárcel reconozcan que mantener su encarcelamiento no le torcerá el brazo a una periodista persuadida de que está haciendo un sacrificio por una cuestión de principios. Como escribió hace poco el veterano periodista del diario Los Angeles Times Jack Nelson: "Sin filtraciones, sin el carácter anónimo de algunas fuentes, una prensa libre pierde la posibilidad de actuar como control y equilibrio frente al poder del gobierno". Nelson mencionó los casos Watergate e Irán-contras, y también las mentiras del ex presidente Bill Clinton respecto de Monica Lewinsky.
Si Judith Miller pierde esta lucha, todos la perderemos. No se trata de Judith Miller ni del diario The New York Times ni del despido de una agente encubierta de la CIA. El encarcelamiento de esa periodista tiene que ver con la posibilidad de que una prensa libre en los Estados Unidos haga el trabajo que le corresponde.
