Testigo de la Beca Kuitca
Como crítica y curadora de arte, tuve la oportunidad de visitar las ediciones de la Beca Kuitca desde sus inicios, en 1991, y muchos de los artistas que participaron en este proyecto fueron centrales para la formación de mi sensibilidad y mi criterio estético, incluyendo, desde ya, a Guillermo Kuitca.
Recientemente, como directora del Departamento de Arte de la Universidad Torcuato Di Tella, mi relación con la Beca cambió: invitamos a Kuitca a alojar la quinta edición de su programa en el Campus Alcorta de la universidad, y así pude compartir durante un año y medio como observadora la experiencia de los 18 artistas participantes.
Diseñamos y refaccionamos un enorme espacio para alojar los talleres de los artistas y un aula para las reuniones semanales con el profesor. Acondicionamos también un espacio como sala de exposiciones en el que pudimos desarrollar el ciclo "Sábados en la Beca", donde se exhibió al público la producción experimental de los artistas. Por otro lado, las obras empezaron a aparecer a la vista del resto de la universidad, aportando extrañeza, ingenio y libertad a la diversidad y riqueza de este lugar.
Fui testigo cotidiano de la práctica de los artistas, de su compromiso con el trabajo y del esfuerzo de muchos de ellos por revisar críticamente sus producciones para llegar a una obra diferente.
Hoy, esta brillante edición de la Beca llega a su fin y, como ya es tradición, Kuitca se tomará un descanso de años antes de retomar su tarea docente. En el Departamento de Arte continuaremos nuestra tarea de mejorar la educación artística argentina con la cuarta edición del exitoso Programa de Artistas UTDT (en 2012 con Mónica Girón como profesora principal), con el Laboratorio de Cine dirigido por Martín Rejtman y Andrés Di Tella, y con el proyecto de una carrera universitaria para artistas.
Inés Katzenstein