Tesoros literarios en versión original
Manuscritos de Albert Camus, Sartre y Antoine de Saint-Exupéry podrán verse desde hoy
"Cher Gaston. Me importaba su opinión. Usted es uno de los diez hombres en París que aún sabe juzgar un libro. Trabajo solo y no siempre veo claramente lo que hago. ¿Cruel? Sí. Este libro, La Caída , lo es. Pero en parte me ataco a mí mismo. Y ya no tengo ganas de escribir más que la verdad o lo que me parece que ésta es."
¿La palabra de un hombre desgraciado? Es probable, porque quien escribe la misiva es Albert Camus a su amigo Gaston Gallimard, dueño de la editorial que publicaba sus obras y que este año cumple sus primeros 100 años de vida. Y lo celebra con una muestra que abarca tres espacios diferentes. Para escribir aquella carta, Camus tomó una tarjeta personal con letras doradas y escribió estas líneas con trazos abigarrados, como hormigas negras intentando una huida infructuosa.
Es tan mágico ver esa carta como increíble, por ejemplo, mirar el original de Julio Cortázar de Las armas secretas o los versos de La Jeune Parque, de Paul Valéry, o la edición original dactilografiada de La p este en un papel tan transparente que parece a punto de quebrarse con sólo mirarlo. Todo este material, propiedad de la editorial francesa Gallimard, fue traído a Buenos Aires por valija diplomática y será expuesto a partir de hoy en La Casa de La Cultura del Fondo Nacional de las Artes, en Rufino de Elizalde 2831, en Barrio Parque.
Según los organizadores (el Ministerio de Cultura y el Instituto Francés), la muestra comprenderá tres partes: la historia de las Ediciones Gallimard; Gallimard en la Argentina, donde se podrán ver las relaciones estrechas que los escritores mantenían entre sí, y tres manuscritos originales: La p este (Camus); Las palabras (Jean-Paul Sartre); Vuelo nocturno , de Antoine de Saint-Exupéry, y un dibujo original de El Principito . En Villa Ocampo y en la Biblioteca Nacional habrá charlas y presentaciones.
Ayer, cuando La Nacion pudo ingresar en la Casa de la Cultura mientras colocaban las obras en las vitrinas, vio un par de cartas escritas en francés por Julio Cortázar, una ilustración original de Muñoz para la adaptación de El perseguidor, de Cortázar, y dos proyectos de maquetas trazadas al lápiz para la cubierta de Ficciones , de Borges. Ellos han sido dos de los muchos autores argentinos (Bioy Casares, Mallea, Puig, entre otros) publicados en Francia por Gallimard.
En las paredes hay reproducciones de cartas enviadas por intelectuales de allá y de acá. Como la que mandó Roger Caillois a Victoria Ocampo en 1952, y que dice: "Seguramente voy a dirigir en la NRF [Nouvelle Revue Française, que luego se llamó Librairie Gallimard ] una colección de obras de autores sudamericanos. Como primer número me gustaría Ficciones , de Borges".
Y responde Victoria: "Esta mañana lo llamé por teléfono a Borges. Me pidió que te dé las gracias. Está muy contento con sus éxitos, que llegan justo porque aquí la gente como él es ignorada escandalosamente. En este momento, los escritores franceses y otros deben tenderle una mano".
Impensable, hoy en día, que alguien haya ignorado al más grande escritor de la Argentina. Increíbles las fotos que varios narradores, como Sartre y Simone de Beauvoir, se dejaron tomar en la París soñada de los 40.
Es que Gallimard llegó a tener un catálogo de 40.000 títulos y fue el editor de Yourcenar, Kerouac, Le Clézio, más la novela infantil, la popular, la policial, el periodismo, el teatro y la música. Pero lo que más atrapa definitivamente es descubrir la letra, la tinta y las anotaciones al margen que tienen algunos de los libros expuestos. Como los garabatos de Sartre, que utiliza una letra grande, redondeada y ordenada, que, sin embargo, no es agradable.