Teresa Bulgheroni sucederá a Eduardo Costantini en la Fundación Malba
Un paso al costado, para avanzar: eso dará Eduardo Costantini al dejar en manos de Teresa Bulgheroni la presidencia de la Fundación Malba, que administra el museo. A casi veinte años de haberlo fundado, el empresario y coleccionista continuará como presidente honorario para profundizar la transformación de su proyecto en una institución pública, que se sumará a la creciente lista de entidades de la escena del arte argentino conducidas por mujeres.
"No me estoy retirando del Malba. Siempre pensé que el museo tenía que trascender a su fundador para que el proyecto se perfeccione. Esto refuerza la institución y demuestra que no es el capricho de una persona", aclaró Costantini en diálogo con LA NACION, al recordar que aun antes desde su fundación, en 2001, tuvo previsto que el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires pasara de ser una iniciativa privada a una institución pública. Agregó que desde su nuevo rol continuará como "custodio de la misión y de los lineamientos estratégicos" del Malba, como una "persona de consulta" y también aportando su importante cuota de financiación.
"La idea es continuar con el proceso de despersonalización del Malba para que no dependa de una sola persona, como ya se ha hecho en el MoMA y el Whitney", coincidió Bulgheroni. Y señaló que en esa misma línea se decidió cambiar el nombre del museo, en 2013, y de la fundación, en 2017. Según adelantó a LA NACION esta destacada promotora del arte y gestora cultural, sus prioridades serán "abrir más el museo a grupos civiles, profundizar la colaboración con otras instituciones del mundo y lograr que sea un museo federal".
Según se anunció hoy en conferencia de prensa, su nombramiento forma parte de ese proceso gradual de "consolidación institucional" que busca trascender la figura del fundador del Malba. Además de haber donado más de doscientas obras al museo -valiosas piezas del arte moderno latinoamericano, de autores como Frida Kahlo, Diego Rivera y Tarsila do Amaral- Costantini aporta los 2,5 millones de dólares anuales de déficit que debe cubrir la Fundación Malba para su mantenimiento.
"Hice un endowment para que el día que yo no esté el museo siga teniendo quince o veinte años de sustento asegurado -agregó el fundador y presidente de Consultatio-. Pero se tiene que seguir construyendo el tejido que le dé sustentabilidad financiera y de gobernanza. Estoy más que feliz con este paso, que representa un avance vital para su supervivencia a largo plazo".
"Esperemos que los benefactores sean más", señala la nueva presidenta, que suma sus propios aportes a los de un consejo asesor integrado también por Juan Ball, Soledad Costantini, Andrés Buhar y Norah Garfunkel de Hojman. Esta última, además, asumirá la vicepresidencia de la Fundación Malba.
"En 2001, Eduardo hizo una apuesta valiente al fundar el Malba en el marco de un momento muy difícil para nuestro país. A casi veinte años de su nacimiento, hoy atravesamos una crisis global, pero tenemos la convicción de que el arte y la cultura son fuentes de aprendizaje, inspiración y sosiego", agregó Bulgheroni durante la conferencia de prensa.
La medida se anunció apenas tres semanas después de que Larisa Andreani asumiera como presidenta de arteBA, en un país donde otras importantes instituciones dedicadas a la promoción del arte -como Fundación Proa y el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires- también son dirigidas por mujeres. La dirección artística del Malba continuará a cargo de Gabriela Rangel, quien había asumido el año pasado como primera mujer en ocupar ese cargo. "Vengo de trabajar en la Americas Society, una institucion fundada por los Rockefeller que logró trascender la familia, y Eduardo sigue el mismo modelo. Es un visionario", opinó la curadora venezolana.
"Lo importante es la manera en que te comprometés con su trabajo y la relación que tenés con la gente, no el hecho de ser mujer cambie mucho", comentó la nueva presidenta de Fundación Malba. Costantini coincidió: "El hombre y la mujer son lo mismo. No me fijo en el género, sino en el profesionalismo y el involucramiento. Tanto Teresa como Nora son miembros que están por fuera del entorno familiar pero que tuvieron una cercanía continua, y que entienden el valor simbólico y real de delegar en sus figuras el manejo de un consejo".
Con más de treinta años de experiencia impulsando proyectos artísticos en el país y el mundo, Bulgheroni presidió la Fundación Teatro Colón y dirigió el Comité Cultural del Comité Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI). Habitué de las galas del Met y miembro de los comités internacionales del Museo del Prado, el Teatro Real de Madrid y arteBA, la madre del empresario petrolero Marcos Bulgheroni es considerada en el ambiente artístico según fuentes cercanas como "una excelente anfitriona, buena coleccionista, muy estudiosa y querida. Para nada frívola, casi una mecenas. Con encanto y carácter; sencilla, noble y generosa".