Talento de exportación: la selección sub-35 que representa a la Argentina en la meca del diseño
Posicionados en una órbita donde el arte y la artesanía atraviesa las ideas, cuatro proyectos jóvenes participan de “Satellite”, la sección emergente del Salón Internacional del Mueble de Milán que marca tendencias en todo el mundo
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MILÁN.-La céntrica Piazza della Scala, a pasos de la emblemática Galería Vittorio Emanuele II, tiene por estos días otro color: unas letras corpóreas en bermellón vibrante llaman a detenerse para averiguar qué está pasando en la ciudad durante la Semana del Diseño, que comenzó ayer inmediatamente después de que terminara la Milano Art Week. “Salone Mobile”, dice, y delante de la frase posan decenas y decenas de personas de todo el mundo para celebrar que llegaron hasta aquí, la meca de los diseñadores. Un objetivo soñado para cualquier espíritu creativo.
Con mucho entusiasmo y embarcados en una hazaña a todo pulmón, cuatro jóvenes argentinos viajaron seleccionados por un prestigioso jurado para participar de “Satellite”, la sección dedicada al talento emergente dentro del Salón Internacional del Mueble de Milán. Hasta hace pocos meses no se conocían, pero ahora podría decirse que son el “equipo sub-35″ que representa al país. Está capitaneado por la pujante Cecilia García Galofre, diseñadora de las bañeras Konqrit, que se ocupó de armar entre ellos una red de sostén, colaboración y contactos que evidentemente los potencia. Del norte del país, la ceramista Magdalena Ponce de León presenta su proyecto Blau, gran bisagra entre arte, diseño y artesanía; el “rioplatense” Ignacio Martínez Todeschini (mitad porteño, mitad uruguayo) trajo las luminarias de Bilu, que apagadas funcionan como esculturas; y el arquitecto Nacho Ruiz de Galarreta muestra la serie de sillas Adorable Formidable, realizadas con tubos de cartón reciclado.
En un encuentro con LA NACION, mientras van y vienen del predio donde se monta la feria, Magdalena se ríe: ella llegó justo al límite de edad. Cecilia tiene todavía dos años de margen y Nacho... Bueno, él está en sus veintis: podría hacer toda una carrera en este segmento “joven”. La charla va de la sorpresa que aún los emociona por estar comenzando su carrera internacional nada menos que en Milán al esfuerzo que implicó para cada uno aprovechar la oportunidad que se ganaron en buena ley: debieron costearse no solamente los pasajes y las estadías sino el traslado de las obras, la logística y el armado de sus stands. Algunos hasta vendieron el auto para hacerlo. “Te dan cuatro paredes peladas, sin luz. Así que fueron mil cotizaciones carísimas de constructores que nos hablaban en italiano hasta encontrar una persona que nos entendiera en detalle y pudiera ayudarnos a darle a nuestro espacio la textura, el aroma, la música del lugar del que venimos”, cuentan.
Tras el cambio de gobierno, los diseñadores recurrieron a la Cancillería Argentina que, junto con el Consulado en Milán, les dio un espaldarazo y el voto de confianza de un fuori salone donde por una semana expondrán en el local de La Martina. La nueva responsable de la Dirección de Cultura (Dicul) de la Cancillería, Alejandra Pecoraro, no está de cuerpo presente en Milán (“no hay plata”), pero destaca el talento de este team. Con la gestión que acaba de comenzar en la Dicul buscará darle al diseño y a la arquitectura más promoción en el mundo: “Es un semillero de creatividad fantástico y no se conoce tanto”, aseguró a LA NACION.
Todos sienten el desafío corriendo por sus venas como un torrente de adrenalina. “Están los mejores diseñadores acá, es crudo y desafiante a la vez”, observa Cecilia García Galofre. “Que un jurado tan talentoso y exigente nos diera lugar, es un honor, un orgullo”, asienten todos los demás.
De la tierra tucumana
Magdalena Ponce de León vino de Tucumán con su marido, Gonzalo (diecisiete años juntos, dos niñas pequeñas, un proyecto común), a cargo del aspecto comercial y el marketing de Blau, una marca “azul” como el cielo, que desde hace casi dos años tiene su pata europea. Entonces, abrieron un taller propio en Manises, cuna de la cerámica: “¡Qué descaro argentino ir a mostrarse a Valencia, donde viven los mejores ceramistas!”, exclama ella con una sonrisa. Será entonces que tiene buena mano, además de gusto y criterio. Acostumbrada a modelar la arcilla desde el pequeño cuarto de la casa de su madre, hoy son cuatro personas las que trabajan con ella en su provincia y otros tantos en el rincón andaluz, donde después de vivir un año, en 2022, quedó montada una estratégica sucursal. Desde allí trasladaron ahora en auto los objetos decorativos y componentes de mobiliario modular que exhiben en Milán. “Más allá de su función decorativa, nuestras creaciones están llenas de significado y autenticidad, y transmiten la historia y la cultura”, sostienen.
“En lo que hacemos, arte, artesanía y diseño van de la mano. El valor que tienen nuestras piezas es la terminación manual, pero si ese trabajo no estuviera prediseñado antes no podríamos marcar la diferencia en el producto”, explica Ponce de León. “Nuestro producto lo consume la persona que le gusta tener un poquitito de diseño en su lugar. Acá son muy selectivos y el mercado es muy competitivo, por lo que entrar a sus casas con una pieza de Blau sería un lujo”. Por el programa de mentorías del Salone, Magdalena y su equipo recibieron en su taller al salteño Francisco Gómez Paz, gran embajador del norte argentino por el mundo.
Bañarse en una obra de arte
Si para cualquiera que lo piense trasladar una bañera en un avión tiene sus dificultades... ¡imagínense dos! Bien robustas, pesan lo mismo que una elefanta (240 kilos y con su embalaje asciende a 350). “Tuve que inscribir a mi empresa, Konqrit, como exportadora, porque no tenía otra forma de traerlas desde mi taller de Escobar hasta acá: ahora las bañeras ya están nacionalizadas italianas”, cuenta García Galofre, que salió al mercado hace apenas quince meses (esta es su primera feria, de hecho). “No es un material frágil, son súper robustas; imaginate que hablamos de piezas que te tienen que durar 20 o 30 años en tu casa”. Dentro de su gama de diseños, trajo un ejemplar que representa la línea intervenida por artistas y otra con efectos de color.
¿Qué tipo de clientes compran una bañera así? “Son hogares especiales, que les dan un lugar importante al baño. Las piezas que propongo en la feria te conectan con una intimidad fuera de lo habitual. El hecho de que te bañes en una obra de arte es bastante novedoso y te invita a una conexión con uno y con el entorno desde otro ángulo. Son únicas, aportan mucha identidad al espacio y como no hay tanto poder de customizar el baño a la vez hacen un aporte original”. Invertir en un objeto de arte por el estilo, que no se cuelga en el living ni en un pasillo, sino que es para el propio regocijo, puede costar en la Argentina entre cinco y diez mil dólares.
Meritorio viaje de egresados
Cuando en octubre de 2023 le notificaron que había quedado seleccionado para exponer en Milán, Ignacio Martínez Todeschini todavía no se había graduado como diseñador industrial en la FADU-UBA, por eso de alguna manera este es como un meritorio viaje de egresados para él. Los modelos más representativos de la colección de Bilu están inspirados en la naturaleza (como el cactus); a esa selección, que embaló y despachó con destino a Italia, Nacho sumó una nueva luminaria concebida especialmente para postularse en los premios Design Awards: una lámpara impresa en 3D, en barro rojo, que hace un ida y vuelta entre el trabajo manual tradicional y la digitalización. “La idea es trasgredir lo geométrico del diseño industrial, que siempre es racional, de líneas rectas y encuentros octogonales”, dice el joven diseñador, hijo de padre uruguayo, que eligió para su marca un vocablo charrúa que quiere decir “belleza”. Entre otras características que tienen que ver con el sentido artístico de su trabajo, destaca una búsqueda: que cuando el objeto está apagado funcione como una escultura y que cuando está encendido genere una luz suave para momentos de tranquilidad. “Traer la naturaleza al espacio interior es algo que está muy relacionado conmigo, con mi adoración por el mundo natural y el arte en general”, declara.
El otro Nacho de la escudería sub-35, de formación arquitecto e inquietud artística, investigó la transformación y el encastre de tubos de cartón, para las sillas de la serie Adorable Formidable. “Bienvenidos a esta obra desafiante donde se despliega la experiencia del habitar, para potenciar el deseo por ocupar artísticamente un lugar en el diseño de interiores”, escribe Lucía Jazmín Tarela en el texto curatorial del envío.
Ruiz, camuflado como si fuera el tercer miembro de Daft Punk antes de salir al concierto, cuenta que en el stand de Milán está presente también otra propuesta suya, que investigó durante su posgrado de diseño conceptual en la Untref. Si las máscaras de Lxs Inmunoïdes fueron en 2020 una forma de salir de la pandemia ahora representan la posibilidad de ingresar en el mundo de la moda. Con un material reflejante, que permite al usuario ver hacia afuera, ponen en juego la relación entre el cuerpo y la máquina, y los conceptos de identidad, intimidad y exposición. “Es como ocultar la cara, siendo siempre lo más minimalista posible -dice-. Te reconocen, pero no te conocen”.
Interioristas, arquitectos, marcas, fanáticos del diseño, ya saben: hay un novedoso spot que descubrir, los argentinos del Salón del Mueble. Como dicen en Italia para desear buena suerte a los artistas: ¡In bocca al lupo!