Sueño cumplido de inmigrantes italianos: abre Fundación Andreani en La Boca
Una fiesta con música italiana, champagne y producción digna de una película: así promete ser la inauguración del edificio de Fundación Andreani, diseñado por Clorindo Testa en La Boca. Un ejemplo de que la tecnología no solo ofrece alternativas para sobrevivir a la cuarentena, sino que permite aprovecharla como nunca para cruzar fronteras.
Desde cualquier punto del planeta se podrá acceder a la celebración virtual, que comenzará este miércoles a las 19 en el canal de YouTube de la Fundación. La productora El Pampero Cine será la encargada de presentar al mundo en imágenes el nuevo espacio cultural del Distrito de las Artes, ubicado frente al Riachuelo sobre la calle Pedro de Mendoza, en la misma vereda que Fundación Proa y a pasos de Caminito.
El mismo puerto al que llegó hace más de un siglo desde Italia el abuelo de Oscar Andreani, presidente del grupo logístico fundado en 1945. "Ese espíritu de superación, de coraje que lo impulsó en su viaje hacia estas tierras desconocidas, se renueva en mí cada vez que logramos cumplir un sueño", dice el hombre que también preside la fundación creada hace tres décadas en el video inaugural filmado por Laura Citarella, Agustín Mendilaharzu, Mariano Llinás y Alejo Moguillansky.
A los programas culturales y educativos, acciones solidarias y el célebre premio adquisición impulsado desde 2007, Fundación Andreani suma ahora esta sede de 1100 m2, cuya apertura al público estaba prevista para abril y quedó suspendida por la pandemia. Además de exhibir allí su propia colección de arte contemporáneo, alojará "actividades de cruce interdisciplinario, espíritu experimental, lúdico, didáctico, inclusivo, espontáneo y reflexivo".
"Cumplimos el sueño de la casa propia: abrimos una puerta al futuro, siento que estoy parada en el umbral", sostiene su directora, María Rosa Andreani, sobre la flamante sede que conserva la fachada de un antiguo conventillo y fue también astillero, restaurante, casa particular y sede del estudio del pintor Rómulo Macciò. "Las casas originales se construían con chapas y maderas de los contenedores, y se pintaban con la pintura de los barcos", explica el arquitecto Carlos Santa Cruz, uno de los supervisores del proyecto, al referirse al origen de este edificio de cuatro plantas que se supone fue construido en 1880.
Allí se alojan ahora dos muestras, que desde la semana próxima se podrán visitar de manera virtual en www.fundacionandreani.org.ar, hasta que las medidas preventivas dispuestas por el gobierno permitan la apertura al público. Una de ellas es Coleccionar un mundo, de Gian Paolo Minelli, fotógrafo que transformó el registro de la remodelación desde sus comienzos en una "metáfora de la memoria del barrio", y Deep Unlearning. Ejercicio de desaprendizaje, de Mariano Sardón y Mariano Sigman. Adaptar las exposiciones al mundo virtual representó un gran desafío sobre todo en el caso de esta última, que aborda las emociones humanas con una instalación interactiva concebida desde la neurociencia y articulada por robots, sensores y algoritmos de inteligencia artificial.
La programación se completará en julio con "Residencia en residencia", ciclo que permitirá acompañar el proceso creativo de cinco artistas de distintas disciplinas que están trabajando en sus casas: Lux Lindner y Mariano Giraud (artes visuales), Constanza Feldman (danza), y Sofía Medici y Agustín Mendilaharzu (teatro). También otros dedicados a la danza y a entrevistas con pensadores, entre otras actividades que actualizarán los sueños de aquellos italianos llegados a este puerto en busca de una vida mejor.
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