Subastarán en Uruguay siete relatos inéditos de Julio Cortázar que encontraron en una caja
“Nada más cronopio que un cronopio inédito”: los originales del escritor argentino del boom saldrán a la venta el 12 de este mes en un lote que se espera que supere los veinte mil dólares
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En el interior de una caja, en Montevideo, se encontraron siete inéditos relatos breves de Julio Cortázar (1914-1984). Después del hallazgo, hace ya más de un año, la familia del propietario, que había fallecido, se comunicó con dos especialistas para hacer un estudio del material: el escritor y doctor en Letras Aldo Mazzucchelli, de Uruguay, y el librero anticuario y coleccionista Lucio Aquilanti, de la Argentina. “Son 46 cuentos breves, mecanografiados: 35 fueron publicados, con pequeñas variantes, en la primera edición de Historias de cronopios y de famas (1962), otros cuatro se editaron en revistas, posteriormente, y al final, siete son inéditos”, confirma a LA NACION Roberto Vega, dueño de la librería, galería de arte y casa de subastas Hilario Artes Letras Oficios (Libertad 1536, primer piso).
La subasta se hará en Montevideo el próximo jueves 12, en la sede de Zorrila Subastas (Soriano 990), y el lote saldrá a la venta con un precio base de doce mil dólares (el precio estimado es de U$S 21.000). “Uno de los especialistas que estudiaba el material, el bibliógrafo de Cortázar, Lucio Aquilanti, junto con la familia propietaria, advirtieron que nosotros organizábamos un primer remate en Montevideo, en alianza con la casa Zorrilla Subastas, y se pusieron en contacto conmigo”, dice Vega. Tras el peritaje, el original cortazariano fue incluido en el catálogo de la subasta. En la newsletter de Hilario se publicaron los artículos de ambos especialistas.
“Se me ha solicitado examinar una formidable pieza hallada recientemente en Montevideo, titulada ‘Historias de cronopios y de famas (París, 1952)’ y en mi carácter de librero anticuario y de coleccionista e investigador de la obra de Julio Cortázar, puedo afirmar sin lugar a dudas, que se trata de un original del autor, mecanoscrito, de extraordinaria trascendencia”, remarca Aquilanti en su artículo, titulado “Nada más cronopio que un cronopio inédito”. Aquilanti es coautor de Todo Cortázar. Bio-bibliografía, 2014 y su colección se conserva en el Tesoro de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno con el nombre de “Colección Aquilanti. Julio Cortázar”.
Los textos fueron mecanografiados en la máquina de escribir Royal con la que el autor de Bestiario escribía en París hasta que, en 1966, su pareja, la traductora y escritora Aurora Bernárdez, le obsequió una Olivetti Lettera 32. Son sesenta hojas de 28,5 x 22,8 centímetros, escritas en una sola cara, que se hallan bien conservadas. Cortázar se exilió de la Argentina en 1951; poco antes de morir, regresó en 1983, cuando el flamante presidente Raúl Alfonsín, mal aconsejado por sus asesores, evitó recibirlo, pese al deseo del escritor de saludarlo en persona.
Los siete inéditos tienen como título “Inventario”, “Carta de un fama a otro fama”, “Mariposas automáticas”, “Los viajes y los sueños”, “Diminuto unicornio”, “Rabia del espejo” y “Rey del mar”. Por cuestiones de derechos de autor, no se dieron a conocer imágenes de estos textos.
“Una obviedad al inicio: son hoy muy escasas las oportunidades de encontrar originales desconocidos de Julio Cortázar -escribe Mazzucchelli en la revista digital Hilario-. Ni que hablar de descubrir inéditos del escritor argentino. Sin embargo, hace algo más de un año me contactaron en Uruguay para pedirme opinión, porque habían hecho un inesperado hallazgo. Al fondo de un cajón de libros aún no catalogados, perteneciente a la biblioteca de una familia local adquirida hace décadas por el padre de quien me consultaba, aparecía un conjunto de textos mecanografiados que, a primera vista, conectaban con la famosa colección de prosas breves publicada como ‘Historias de cronopios y de famas’”.
“¿Cómo interpretar las exclusiones de los mencionados textos del conjunto finalmente publicado? -se pregunta Mazzucchelli antes de ofrecer un breve análisis de los siete textos breves-. Si uno se concentra en una lectura literaria, las razones solo pueden ser especulativas: cuestiones de calidad relativa, de mayor o menor logro o acabado de cada texto, y razones comparativas tanto en cuestiones de estilo como de forma y temática”.
Investigador en la vida y obra de Cortázar, Aquilanti dio además con una carta del escritor a Eduardo Jonquiéres, donde confirma haber enviado los textos protagonizados por sus seres imaginarios a Buenos Aires: “¿No te pasó Baudi mis pequeños cronopios, mis famas y esperanzas? Quiero que los leas porque son muy encantadores, muy tristes y muy enternecedores. Estoy muy contento de esos ejercicios, pero me temo que a Baudi le hayan parecido horrendos, a juzgar por su ominoso silencio”.
El original que se subastará el jueves 12 fue escrito con la misma máquina con la que Cortázar mimeografió otros textos en 1956, con un aparato adquirido en un remate de la Unesco (donde oficiaba como traductor) a finales de 1956. “Sabemos con certeza que también existe una versión mimeografiada de Historias de cronopios y de famas -a la que no hemos tenido acceso- pero queremos hacer hincapié en que el presente no es un ejemplar mimeografiado sino un mecanoscrito”, destaca Aquilanti.
La gran pregunta ahora es si estos originales cruzarán el Río de la Plata desde Montevideo, rumbo a alguna institución cultural, pública o privada, de la Argentina, o pasarán a incrementar el volumen de archivos de escritores y artistas argentinos en el extranjero.
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