Sólo 35 de 438 escuelas porteñas llevan nombres de mujeres
En tanto, 311 evocan a políticos, militares, poetas o científicos; 41 honran a países
Al mirar los nombres de las escuelas primarias de la ciudad de Buenos Aires, ¿quién se anima a repetir que la educación es un ámbito femenino por excelencia?
De un total de 438 establecimientos sólo 35 llevan nombres de mujeres. Y entre ellas hay muy pocas docentes.
No sólo es patrona de una escuela la madre del general José de San Martín (Gregoria Matorras del Ser de San Martín), sino que también lo son su esposa (Remedios de Escalada de San Martín), su suegra (Tomasa de la Quintana de Escalada) y su cuñada (Nieves Escalada de Oromí).
Las docentes rescatadas del olvido son Rosario Vera Peñaloza, Juana Manso, Gabriela Mistral, Herminia Brumana, Elvira Rawson de Dellepiane y María Silventi de Amato.
Se incluyen también la esposa de Bartolomé Mitre (Delfina de Vedia de Mitre) y la madre de Domingo Faustino Sarmiento ( Paula Albarracín de Sarmiento).
Figuran en la nómina de patronas de escuelas porteñas la reina Isabel la Católica, la Virgen Generala y la científica María Sklodowska de Curie.
A esto se suma que sólo 9 de las 105 escuelas secundarias de la ciudad que tienen nombre llevan nominaciones femeninas. Honran a Santa María de los Buenos Aires, a las damas Patricias Argentinas y a Gabriela Mistral, Dolores L. de Lavalle, María Claudia Falcone, María Sánchez de Thompson, Cecilia Grierson, Paula Albarracín de Sarmiento y Remedios de Escalada de San Martín.
"Entre esos nombres se extraña no encontrar el de artistas como Lola Mora o Hina Spani (cantante lírica muy conocida en Europa), alguna de las maestras estadounidenses que trajo Sarmiento, como Emma Nicolay de Caprile; la jurista Margarita Argúas (primera mujer que integró la Corte Suprema de Justicia) o las poetisas uruguayas Delmira Agustini y Juana de Ibarbourou", explicó a LA NACION Horacio Sanguinetti, rector del Colegio Nacional de Buenos Aires y ex secretario de Educación de la Ciudad.
"También se podría nominar a mujeres de prestigio internacional, como Aspasia, la esposa de Pericles que le escribió valiosos discursos, o la Madre Teresa de Calcuta", dijo Sanguinetti.
"A pesar de que las educadoras han sido en su mayoría mujeres, estuvieron hasta ahora socialmente postergadas. Además de Rosario Vera Peñaloza y Juana Manso ha habido muchas otras mujeres destacadas en otros ámbitos", expresó a LA NACION Haydée Caffarena, directora general de Escuelas del gobierno porteño. "Quizá dentro de unos años haya más nombres femeninos; por el momento, se refleja la situación social actual de la mujer", dijo.
En la ciudad de Buenos Aires hay 478 escuelas primarias, de las cuales 37 aún tienen el número que les asignaron cuando fueron creadas y que responde a un orden correlativo del distrito escolar al que pertenecen.
De las 438 con nombres hay 311 con calificativos masculinos, 21 institucionales, 41 países, 23 provincias, cinco ciudades, dos nombres de la ficción literaria (Martín Fierro y Recuerdos de provincia), además de las 35 mujeres.
Patronos masculinos
La lista de patronos masculinos recorre todo el espectro político, militar y religioso de la época de la conformación del Estado nacional. Hay también poetas y científicos argentinos y extranjeros.
Entre los nombres institucionales hay nueve relacionados con el ámbito militar y otros con un grado de formalidad desusado en estos tiempos, como las escuelas que se llaman Honorable Congreso de la Nación o Policía Federal Argentina. En este grupo se incluye el pabellón nacional (Bandera Argentina) y los buques Fragata A.R.A. Libertad y Rompehielos Gral. San Martín.
Algunos historiadores consultados coincidieron en que la elección de nombres de instituciones buscaba obtener de ellas algún tipo de ayuda para la escuela.
El nombre de un establecimiento, como el de una persona, está relacionado con su identidad e historia y es recomendable que tanto los chicos como los directivos conozcan las razones por las que fue elegido.
Al investigar sobre los patronos, docentes y directores se encuentran en dificultades para conseguir información y, sobre todo, para la reproducción de un retrato.
Retratos y bustos
Esta dificultad no es sólo para los patronos no muy conocidos. En la escuela Rosario Vera Peñaloza, si bien tienen un busto de la patrona, también la han sufrido. "El retrato que tenemos es la ampliación de una ilustración de la revista Billiken", dijo Marta Bustos, directora de la escuela que lleva el nombre de Vera Peñaloza desde 1958.
Los chicos de 7° grado saben de memoria el himno a Rosarito escrito por Félix Luna. "Yo vengo a esta escuela desde primer grado y lo cantamos cada 28 de mayo en el acto en el que generalmente se parodia su vida", explicó a LA NACION Leandro Jamui, de 12 años.
Pero no todos tienen la ventaja de contar con patronos cuyas historias han sido debidamente difundidas. La misma directora de la escuela Herminia Brumana quedó asombrada cuando hace 15 años llegó al establecimiento del que asumiría la dirección.
"En la fachada está escrito con letras plateadas el nombre de la patrona. Me lo quedé mirando porque jamás había escuchado nada sobre Herminia Brumana", contó a LA NACION Asunción Cavalletto, que después investigó en archivos y bibliotecas y se contactó con familiares de Brumana, una maestra, escritora y periodista que murió en 1953.
"Herminia bregaba para que la escuela pública llegara a todos, igual que intentamos ahora. Era muy comprometida y fue muy combativa para la época en la que la igualdad entre hombre y mujer era una utopía", dijo Cavalletto.
Según Caffarena, quedan aún sin nombres las escuelas primarias creadas en los últimos años y también muchos jardines de infantes.
"Hay una vieja costumbre de poner nombres de personajes de la historia, pero ahora se sugieren otros ligados a la identidad del barrio que parecen nombres de fantasía pero no lo son. Como el jardín en Palermo al que llamaron "El patio de las glicinas" porque así es conocido por los vecinos.
¿Cómo elegir un nombre?
- En la ciudad de Buenos Aires el reglamento escolar dispone que los nombres de las escuelas se elijan según este orden de prioridades: un educador, un prócer o alguien vinculado al progreso del país en lo cultural o espiritual; un lugar, un hecho o una fecha relacionada con la historia argentina; un benefactor de la humanidad, personalidad de las ciencias, las artes o las letras; una nación, una provincia argentina u organismo internacional o nacional, y un vecino ligado al progreso material, cultural y espiritual del área de la escuela. En el caso de una persona, deben haber pasado 10 años de su fallecimiento.
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