Soledad Costantini. “Coetzee no pertenece cultural ni históricamente al mundo anglófono”
A cargo del área de literatura del museo privado más importante del país, la hija del fundador del Malba y codirectora de El Hilo de Ariadna anticipa que en 2022 la nueva ficción del Nobel saldrá primero en español
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Hija del fundador del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba), Eduardo Costantini; vicepresidenta de la Fundación Filba, codirectora del elegante sello El Hilo de Ariadna y amiga personal del Nobel de Literatura J. M. Coetzee, Soledad Costantini (Buenos Aires, 1968) sigue adelante con su trabajo -de perfil bajísimo, si se lo compara con el de otros integrantes de su familia- de llevar la literatura y el pensamiento contemporáneo al museo privado más importante del país. “Mi padre siempre apoyó y acompañó mi trabajo, respetando mi autonomía y espacio -dice a LA NACION-. Formo parte del Consejo de Dirección del museo y desde ahí lo acompaño en su gestión como fundador”. Como editora de El Hilo de Ariadna, además, anticipa que en 2022 se publicará en español antes que en inglés la nueva nouvelle de Coetzee (The Pole, aún sin título definitivo en español, con traducción de la escritora Mariana Dimópulos). Algo similar pasó con Siete cuentos morales y La muerte de Jesús. “Es una decisión radical del autor -señala Costantini-. Él no pertenece cultural ni históricamente al mundo anglófono y es crítico de la sospechosa rapidez con la que la cultura anglófona se ha diseminado en el mundo”.
Después de la pausa impuesta por la pandemia en 2020 -en la que no obstante se publicó en Miradas: literatura japonesa del siglo XX, a partir de un curso de la escritora Anna Kazumi Stahl-, la colección de libros del Malba tomó nuevo impulso este año, con el lanzamiento casi en simultáneo de tres nuevos títulos en dos colecciones: No hablen de mí. Una vida y su museo, del escritor Sergio Chefjec, y Feminismos. Debates pendientes, de la antropóloga Rita Segato (en Malba Literatura), y La voz de Olga Orozco, del crítico literario Jorge Monteleone (Cuadernos). Al dar a conocer en forma impresa conferencias y clases dadas en el Malba, ambas colecciones comparten un denominador común: la oralidad.
En los comienzos, el área de literatura del Malba organizaba presentaciones de libros y revistas literarias, conferencias, seminarios, homenajes, intervenciones teatrales y performances, cursos y entrevistas a escritores nacionales e internacionales. Desde entonces, pasaron veinte años. “Con el tiempo este espacio fue creciendo en distintos programas, nace el Festival Internacional de Literatura en Buenos Aires (Filba), idea que le propuse a Pablo Braun en su momento y que ya tiene vuelo propio; nos afianzamos con el programa de formación de cursos [el Malba ofrece tres cursos mensuales a cargo de destacados académicos y escritores], hacemos publicaciones de estos mismos cursos como también de ensayos, creamos la Residencia de Escritores Malba y la Fiesta de la Lectura, que ya lleva dieciséis ediciones. Se trabaja en gestar contenidos con cierta ‘curaduría’”.
Pese al parate presencial que se prolongó en 2020, el trabajo del equipo de Costantini siguió adelante. “Aunque no se sabía qué esperar tuvimos el coraje de continuar frente a las dificultades -dice Costantini. Me dije a mí misma: ‘Pase lo que pase nadie me va a robar mi sueño, el de continuar con la tarea, tanto desde el museo como desde la editorial, de difundir el conocimiento’. Pudimos observar que en el transcurso de la pandemia el público lector se volcó a los libros y a la búsqueda de una espiritualidad práctica, con lo cual fue una experiencia diferente pero positiva, y en Malba continuamos con la edición de libros y ofreciendo cursos con la modalidad Zoom, que era algo nuevo para nosotros”. Estas actividades online tuvieron una respuesta muy positiva por parte del público. “Paradójicamente en estos tiempos tecnológicos se está produciendo y se puede producir un acercamiento masivo al arte y a la literatura, ya que a través de la tecnología, podcasts, Zoom, libros online, más personas pueden acceder a este conocimiento”, agrega.
-Juan Villoro, Sergio Chejfec, Rita Segato. ¿Cómo se eligen los libros de la colección Malba Literatura y a qué público están destinados?
-La selección surge del trabajo y debate interno del equipo que se completa con Carla Scarpatti y Magdalena Arrupe, con quienes tenemos largas conversaciones al respecto. Elegir qué libro publicar es un trabajo de profunda reflexión, pero también intuitivo. Los libros están destinados a un público lector amplio. En marzo de 2022, lanzaremos Formas de leer a Proust, de Walter Romero, a cien años de la publicación de En busca del tiempo perdido.
-Usted también dirige con Leandro Pinkler El Hilo de Ariadna. ¿Qué perfil tiene este sello y cuáles son los libros más buscados por los lectores?
-El Hilo de Ariadna nace en 2010 con la publicación de un libro inédito y maravilloso que fue El Libro rojo de Carl G. Jung. Desde entonces continuamos publicando libros de filosofía, psicología, literatura y mitología, como también de espiritualidad de Oriente y Occidente. Los libros más buscados son los de la línea de Jung, la colección Ananta que dirige Julia Napier, con libros de yoga, budismo, mindfulness, y los libros de John Coetzee. Somos una editorial independiente que se especializa en abarcar desde la experiencia espiritual de las tradiciones primordiales hasta pensadores y artistas contemporáneos, en ediciones bellísimas y muy cuidadas. Tenemos la intención de seleccionar autores cuyo trabajo sea un legado a la humanidad, tanto como Carl G. Jung, Emma Jung, Dalai Lama, John Coetzee, Joseph Campbell, William Blake, Robert Thurman, Marie-Louise Von Franz, Sharon Olds, Ezra Pound, Wisława Szymborska, entre otros.
-¿Cómo sigue la colección del Nobel de Literatura Coetzee?
-La Biblioteca Personal J. M. Coetzee consta de doce libros que ya fueron publicados. Este proyecto se constituyó basado en la Biblioteca Personal de Jorge Luis Borges, solo que con menos volúmenes. Mariana Dimópulos está traduciendo para la editorial la última nouvelle de Coetzee, que va a salir, al igual que su anterior novela, en castellano antes que en otro idioma. Esta es una decisión radical del autor. Habría otro ángulo para tener en cuenta, un ángulo al que podríamos llamar político. Aunque como escritor Coetzee siempre utilizó el idioma inglés, él no pertenece cultural ni históricamente al mundo anglófono, y es crítico de la sospechosa rapidez con la que la cultura anglófona se ha diseminado en el mundo.
-¿Qué mirada tiene sobre la vida cultural en el país y más específicamente sobre la actividad editorial?
-El país cuenta con increíbles editores y editoriales independientes; la Argentina está y estuvo siempre a la vanguardia en cuanto a contenidos y calidad. Fuimos pioneros en muchas traducciones antes que en otros países de habla castellana, como en el caso de Jung y René Guenón, entre otros. Lo mismo sucede actualmente, recordemos que una editorial argentina es la que publica y traduce El libro rojo de Jung, así como también traducciones sobre libros inéditos de Martin Heidegger o la novela de uno de los escritores más importantes del mundo, Coetzee. Así y todo luchamos por sostenernos frente a la crisis económica que atraviesa nuestro país, algo que parece ser crónico.
-¿Cuáles son los planes para 2022?
-Estamos traduciendo Los libros negros de Jung, que constan de siete volúmenes, proyecto a cargo de Bernardo Nante, El arte de Carl G. Jung, libros de Marie-Louise Von Franz, de Su Santidad el Dalai Lama sobre cambio climático, de Bob Thurman, Mark Epstein, Martin Heidegger, François Julien, Mary Calvo, Emma Jung, Francisco García Bazán, Hugo Mujica, entre tantos otros bellísimos proyectos. En cuanto al Malba, además de continuar con la programación de literatura, vamos a lanzar en marzo una plataforma propia de contenidos audiovisuales, Malba Plus, con diez cursos emblemáticos (cuarenta clases) de la programación de Malba Literatura, a cargo de destacados docentes y académicos. Se trata de un proyecto a largo plazo que busca ampliar el alcance virtual del museo, llegando a nuevas audiencias nacionales e internacionales, con contenidos de alta calidad producidos por Malba para la plataforma online y disponibles en español e inglés. También es un medio para fortalecer los programas de formación del museo y su rol educador.