Sobre las formas de la pobreza: una fortaleza de ladrillos para custodiar un huevo de gallina
El artista Gabriel Chaile construyó dentro de una sala de exposiciones una instalación que es un cubo de tres metros de lado y pesa cuatro toneladas. Se trata de una casa de ladrillos y hierro titulada 70 veces 7 de este ascendente artista joven, que suele manejar dosis de antropología, teología y arte en grandes instalaciones o sutiles performances, con mezclas de humor, poesía y contenido simbólico y político. Sobre la cuestión habitacional también trata su vida.
En la sala anexa del futuro Museo de Arte Contemporáneo de La Boca (en Pedro de Mendoza y Wenceslao Villafañe), integra desde el sábado último "Cosas que ojo no vio", la muestra del ciclo Colección en Diálogos, exhibiciones producidas por el museo en las que se convoca a artistas a elegir piezas de la Colección Fundación Tres Pinos para reflexionar y pensarlas en relación con su propia obra y experiencias.
Chaile eligió uno de los planos infinitos de León Ferrari (Rua 1980, de la serie "Colección fotos y batallas") y un huevo de avestruz pintado con horneros por Antonio Berni, Paisano con hornero. No es casualidad. La obra de Chaile es una casa simple y fuerte, hecha con una estructura de hierro y 2000 ladrillos, y cobija un frágil huevo de gallina en su interior.
Vista desde afuera, la creación del tucumano bien podría perderse en el paisaje de la villa 31 o de cualquier barrio de emergencia levantado con ladrillos a la vista. "Siempre me detengo a mirar el universo de la pobreza. Las formas de las que yo me nutro son esas, por una cuestión autorreferencial. Aunque ahora no es lo que vivo, son formas que conozco muy bien", dice el artista. La casilla de Chaile no tiene cemento, sino que los ladrillos se unen con alambre. Y cada ladrillo lleva grabados una serie de agujeros que les dan aspecto de pentagrama o de escritura en braille. "Me acerco al plano político, pero desde un lugar metafísico", define.
"Los títulos de la obra y de la muestra son citas bíblicas. Tengo formación protestante. 70 veces 7 habla del perdón en el Nuevo Testamento, pero en el Viejo se refiere a la venganza", cuenta Chaile, a quien también le interesan la matemática, la música y los misterios en general. "Quería que fuera una pieza pesada y poderosa, con la calidez del ladrillo", explica. El huevo es recurrente en su obra: "Observo la relación entre el módulo biológico y el cultural. Tanto el huevo como el ladrillo son como células. Y hay algo poético en esto de construir una fortaleza para custodiar solo un huevo", contrapone.
Acerca del ladrillo como material también habla Paula Carrella, curadora de la exposición: "Componente central de la construcción, pieza simétrica, cuerpo formal y de génesis, o la imagen del pájaro constructor de la obra de Berni, que señala la vuelta al oficio y al acto creador".
La obra fue construida en tres semanas, con un equipo de colaboradores, y solventada por la Fundación Tres Pinos, que abrió en marzo esta sala de exposiciones en el bajo autopista, a cien metros de la Usina del Arte, donde además funcionan los talleres de artistas como Matías Ercole y Laura Ojeda Bär, entre otros.
En septiembre, otra obra monumental de su autoría se verá en la ciudad, en el marco de Art Basel Cities. Será un horno-escultura como Patricia, aquella que mostró en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires el año pasado. "Solo que se llamará Diego, como una víctima del gatillo fácil policial, y se emplazará en su barrio, La Boca, para hornear comida y compartirla con los vecinos", adelanta Nahuel Ortiz Vidal, que lo representa en la galería Barro.
Chaile tiene taller en La Verdi, también en el distrito del arte, y aunque llegó de Tucumán hace diez años, recién ahora tiene por primera vez un departamento alquilado para sí mismo, en el edificio donde funcionará el museo Marco, aún en construcción, en Almirante Brown 1037.
Este es uno de los espacios que Tres Pinos destina a viviendas de artistas, a un precio preferencial. Antes, Chaile pasó de residencia de artista en residencia. "Cuando llegó a la ciudad, vivió en la de la fundación. No nos vimos por ocho años. Y hace dos me contactó para alquilar un departamento y pensamos este proyecto. Lo gracioso es que antes de que compráramos el edificio para el museo vivía ahí con un grupo de artistas en comunidad", recapitula Rodrigo Cadenas, responsable de la fundación.
Chaile pasó también por las residencias Zona Imaginaria y URRA, hizo intercambio con coleccionistas, trabajó en el taller de Mariela Scafati y vivió en La Verdi, que son talleres dirigidos por Ana Gallardo donde lo dejaron instalarse. Partió ayer a su próximo destino, esta vez en Berlín. "Voy a trabajar en la galería ChertLüdde, donde produciré obra para una feria en Marsella. Y el año próximo voy a hacer una muestra en sus salas", cuenta. Más que hornero, él parece gaviota por su facilidad para las mudanzas.
Perfil de un creador "Golondrina"
- Gabriel Chaile, artista visual
- Origen: Tucumán, 1985
- Multidisciplina: Aborda la escultura, la instalación, el dibujo, la pintura, la performance y los objetos
- Becas y premios: Mereció varios reconocimientos, como la Residencia Callao Monumental, Perú, 2017; Residencia URRA, 2015; Residencia SENS, 2016; Beca de producción del Fondo Nacional de las Artes, 2014-2015; Mención en el Premio Klemm, 2015; Beca de viaje Oxford, 2014; Primer Premio Itaú Cultural, 2010, y Beca Fundación YPF (Programa de artistas UTDT 2009)
- Muestras individuales: Expuso en el Mamba (2017), en el C. C. Recoleta (2015), en el Fondo Nacional de las Artes (2014) y en el Bellas Artes (2014)
- Próxima estación: Actualmente trabaja en su nueva obra para una galería de Berlín
Para agendar
"Cosas que ojo no vio" podrá visitarse hasta el 15 de septiembre, de miércoles a domingos, de 11 a 19, en Av. Pedro de Mendoza y Wenceslao Villafañe, Paseo de las Artes, La Boca
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