Sin luz pero con ventas, abrió la MicroFeria de Rosario que le hace culto de la amistad
En sólo quince stands, treinta galerías de distintas localidades comparten paredes y crean lazos; un comienzo en penumbras sumó épica y ventas al encuentro
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ROSARIO.– MicroFeria de Rosario inauguró anoche con un apagón que tomó a toda la ciudad, pero no detuvo a la feria que postula la amistad como concepto curatorial y hace elogio de lo pequeño. Sus treinta galerías seleccionadas arrancaron con la luz del atardecer que entraba por las ventanas del Centro de Expresiones Contemporáneas y traía también aire de río y, más tarde, luz de luna. Con el correr de los minutos, el apagón se volvió virtud, y el público recorrió los quince stands con celulares en modo linterna... y comenzaron las ventas.
Las artistas Agustina Miñones y María Bressanello prenden velas en el stand que comparten la galería Delta de Santa Fe y Residencia Epecuén. La muestra de Miñones se llama Un miedo semejante a la penumbra, incluye cerámica y huesos, espejos que devinieron en portavelas y crean efectos en la pared. Nada más oportuno que el corte de luz.
“Esto es bien rosarino... sobre todo esa cosa familiar y el optimismo. Todo el mundo se ayuda mucho”, se ríe el galerista Diego Obligado. En su espacio compartido con Moria, de Buenos Aires, enseguida se cierran ventas de obras de Marcelo Villegas y Maxi Murad iluminadas con linternas y con catálogos en los celulares. Los códices de Ernesto Alli brillan en la oscuridad, porque tienen luz propia y se cargan por USB. En la galería Grasa se venden cuatro. “Son una mezcla de vitrales europeos y libros persas, y cuentan relatos de mi familia, que es árabe”, explica el artista. Grasa es el único espacio con invitado internacional, la galería Division of Labour de Manchester. “Vamos a tirar la pelota más lejos, pensamos”, dice el galerista Torcuato González Agote.
“Cuando llegó el generador, volvió la luz. Más allá de todo, la feria siguió”, decía aliviada Florencia Lucchesi, coordinadora general de artes visuales en los centros culturales de la ciudad. La feria continúa hoy y mañana, de 15 a 20, en el Paseo de las Artes y el río Paraná, con el Premio In Situ y espacios dedicados a editoriales, a Giro (cámara de galerías que organiza el encuentro junto con la Municipalidad de Rosario) y el emblemático museo Macro, con horario extendido estos días.
Busca crear nexos afectivos entre lugares y magnitudes distintas, además de vender obras de artistas visuales. Tanto para los visitantes como para los expositores, la participación es gratuita. Los espacios son grandes y el jurado de selección eligió para cada uno galerías que se postularon de a dos, de distintas ciudades, que quisieran compartir el espacio y una misma curaduría y diseño. Estuvo integrado por José Luis Lorenzo, coleccionista cordobés; los gestores culturales Violeta Quesada y Fernando Farina, gestor cultural; Pablo Silvestri, curador en Galería La Toma, y María de la Paz López Carbajal, por la Secretaría de Cultura y Educación de Rosario.
“No tenemos stands cerrados y la feria se recorre muy amigablemente. Siempre la pensamos como una muestra, curatorialmente. Es el tercer año en que decidimos mantenernos en quince stands, muy pequeña. Y propusimos que los espacios sean compartidos: el resultado es increíble. Los lazos que se generan son maravillosos, porque el que aplica es una galería súper establecida, pero el invitado puede ser autogestivo o emergente. Apostamos a la profesionalización del campo”, analiza Roberto Echen, creador y director de MicroFeria.
Por ejemplo, un stand se comparte entre tres rosarinos: El Club, una casa donde hay talleres de artistas y muestras; Rivoire, una marquetería tradicional, y Desmayo, una galería. “Somos de diferentes estadíos de la construcción de la escena local”, señala Mauro Guzmán, artista y galerista, debajo de una gran obra textil que cuelga del techo, Elvira. “Retazos del taller de mi abuela, que era modista”, explica la artista Ami Ibarra. “Es una muestra chica, pero muy codiciada”, analiza Daniel Andrino, de Subsuelo de Rosario, que creó un living con cortinados, sillones y arañas con Esaa de Unquillo, Córdoba. Construyeron su propia escena.
“Yo vendí antes de que se corte la luz y después”, dice Sofía Culzoni, de Luogo. Ya tenían puntos rojos siete obras de Nacho Pautasso, dibujante de Rafaela que se autorretrata en birome. Su “compañero de cuarto”, el artista Alejandro Romanutti de galería Ankara, de Colonia Caroya, también dibuja con bic.
Cáñamo de San Nicolás se unió a Mapa de Las Flores. “Es la primera vez que salimos de la provincia de Buenos Aires”, dice María Montorfano, que trabaja en una localidad pequeña, pero integra Junta, la cámara de galerías de esa región. “La feria nos ayudó a dar los primeros pasos que nos alentaron a profesionalizarnos, en 2018. Siempre venís con alguien de más experiencia y en esa interacción pasan cosas buenas. Esa es la esencia de esta feria”, dice Facundo Belén, de NN de La Plata, que expone junto con la poderosa Ruth Benzacar. La obra de la joven Renata Molinari dialoga con la del consagrado Carlos Huffmann.
“Compartir es el primer paso del crecimiento. Ahora la discusión es cómo hacer para que la sociedad sienta la obra de arte como necesaria. Que entienda que comprar arte es una inversión”, dice Dante Taparelli, artista y Secretario de Cultura de Rosario. Yo estoy acá porque te quiero, se lee (como respuesta, quizá) en la pared en una obra de Gustavo Piñero en el espacio compartido por Wonda y Pasaje Pan. “Lo que llaman amor al arte en realidad es trabajo no pagado. Por eso esta obra se llama Sangre de artista”, explica Piñero.
“Quiero repetir esto el año próximo, y que en un momento se apaguen las luces y haya obras especiales para ver con luz de celular”, cavila Echen. La primera jornada terminó con las luces bajas, porque el CEC es también un teatro y en el escenario tocó el grupo Matilda. Por lo pronto, la próxima fecha ya está marcada en el calendario rosarino. Del 27 de agosto al 9 de septiembre llegará la 19QUAR, Quincena del Arte, y no necesitará generadores: el convite será en patios y jardines.
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