Siete claves para comprender el boom del mercado de arte
Tras las ventas por más de 2000 millones de dólares en las subastas de Nueva York, en las últimas dos semanas, expertos señalan algunos factores que impulsaron el fenómeno
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Ni los martilleros pueden creerlo. Más de 2000 millones de dólares cosecharon los remates neoyorquinos de las últimas dos semanas en Sotheby´s y Christie’s, las principales casas de subastas. Se vendió casi la totalidad de los lotes ofrecidos, se superaron en muchos casos las estimaciones más altas –tras pujas febriles entre ofertantes de distintos continentes, que duraron varios minutos- y se marcaron decenas de récords para artistas. Entre ellos Frida Kahlo, cuya pintura Diego y yo, comprada por Eduardo Costantini por 34,8 millones de dólares, logró también un hito sin precedente para el arte latinoamericano.
“Los martilleros están súper sorprendidos con el apetito del mercado. Es un momento de euforia, no hay suficiente oferta para cubrir la demanda. Rara vez pasa”, señaló a LA NACION Cristina Carlisle, directora de Christie’s en la Argentina y Uruguay. ¿Cuáles fueron las claves de ese éxito? A continuación, algunas posibles respuestas aportadas por ella y otros expertos.
- Obras calidad museo. Divorce, Death, Debt, Deaccessioning: las 4D, por las iniciales de estas cuatro palabras en inglés -que significan divorcio, muerte, deudas y el desprendimiento de obras por parte de instituciones-, marcan las oportunidades que representan para el mercado las piezas valiosas que salen a la venta tras permanecer en colecciones durante décadas. Mientras que parte del acervo acumulado durante medio siglo por el desarrollador inmobiliario neoyorquino Harry Macklowe y su exesposa Linda se ofreció en Sotheby’s tres años después de su divorcio, Christie’s ofreció obras impresionistas adquiridas en ese mismo lapso por el empresario texano y filántropo Edwin Lochridge Cox, fallecido el año pasado a los 99 años. La suma de las ventas de ambas superó los 1000 millones de dólares. “El principal factor del éxito fue la calidad de la oferta. La de Macklowe fue la colección de arte contemporáneo más importante vendida en subastas”, aseguró a LA NACION Anna di Stasi, videpresidente del departamento de Arte Latinoamericano de Sotheby’s.
- Procedencia. Haber pertenecido a colecciones prestigiosas incide sobre el valor de obras de artistas como Mark Rothko, Alberto Giacometti y Vincent van Gogh, que superaron los 70 millones cada una en las mencionadas subastas. “La unión hace la fuerza. Una colección potencia todo, genera confianza”, dice a LA NACION Sebastián Boccazzi, director de Roldán. Y agrega que su vínculo con un referente del coleccionismo produce en el comprador un “efecto aspiracional”: el deseo de alcanzar algo que se considera valioso.
- Publicidad. Un efecto similar parecen tener los compradores famosos –como Madonna, cuando compró una obra de Frida Kahlo a fines de la década de 1980-, las películas dedicadas a los artistas y las adquisiciones de museos. Así lo señaló el consultor Alberto Barral en una masterclass sobre mercado de arte latinoamericano organizada esta semana por la feria Pinta. Recordó por ejemplo la compra de A Lua, de Tarsila do Amaral, por parte del MoMA en 2019. Si bien el cuadro récord de Frida irá a la colección personal de Eduardo Costantini, se trata del fundador de uno de los museos más importantes de la región, al que donó hace dos décadas más de doscientas obras –incluidas dos importantes de Frida y Tarsila- y al que también presta las que compró desde entonces. “El Malba fue el primero en cambiar la museografía en latinoamérica, en expandir los horizontes”, agregó Barral, corresponsal de ArtNexus.
- Efecto pandemia. Ese mismo deseo se ve fomentado por la transmisión de los remates via streaming con ofertas simultáneas desde distintos continentes, un formato lanzado el año pasado en plena cuarentena global. “Las ventas son cada vez más largas, llegan a durar varios minutos. Los chinos se toman su tiempo para decidir, y ver a muchos pujando en vivo genera más efervescencia”, observa Carlisle. “Las plataformas virtuales generaron que los valores subieran, porque hay más participación. Ya no hay necesidad de viajar y sentarse en la sala, podés vivirla como si estuvieras ahí. Es la nueva forma de comprar, llegó para quedarse”, coincide Boccazzi. Y agrega el factor de que, justamente ante las limitaciones para viajar y la tendencia del home office, “la gente presta más atención a mejorar y disfrutar la propia casa. Hay un valor simbólico, afectivo, estético, que tuvo que ver con el encierro”. También Di Stasi opina que “este momento postpandemia es ideal para el mercado de arte, porque hay mucho entusiasmo por volver a coleccionar”.
- Nuevas tecnologías, audiencias y compradores. No se sabe qué fue primero, si el huevo o la gallina. El boom de los NFT llegó este año no solo de la mano de audiencias online conformadas por decenas de millones de personas; también de inversiones millonarias con pagos en criptomonedas, realizados por compradores jóvenes que a su vez recibieron muchos beneficios por haber invertido a tiempo en ese medio de pago. El comprador del collage digital de Beeple vendido en marzo por 69,3 millones de dólares, que se convirtió en la tercera obra más cara de un artista vivo, fue un misterioso inversor de criptomonedas que se hace llamar MetaKovan. “Hay gente que se hizo muy rica en menos de un año –señala Boccazzi-, y volcó ese dinero a inversiones como el arte. El mundo del arte genera relaciones que de otro modo no conseguís y para pertenecer a ese ‘club´, hay que armar una colección”.
- Reserva de valor. Las criptomonedas, sin embargo, tienen su punto débil: la fluctuación de un valor que puede bajar tan rápido como sube. Las obras calidad museo, en cambio, son “activos que no van a perder valor ante ninguna crisis”, señala Boccazzi. “En el mercado argentino –agrega- la obra premium es más fácil de vender, es como un cheque al portador. Ante la fluctuación de las criptomonedas y los mercados turbulentos por la pandemia, implica un menor riesgo”. “¿Qué tipo de inversión puede dar un resultado así?”, se preguntó Barral en el mismo sentido, al recordar la valorización del legado de Frida Kahlo a través de los años.
- Sin límites. La integración del arte latinoamericano dentro de las subastas de arte global también fue un factor que contribuyó al récord de Frida, según Barral y Di Stasi. Mientras que antes se remataban por separado, recuerda esta última, desde hace unos tres años Sotheby’s decidió “presentar el arte latinoamericano dentro de un contexto internacional; obras de calidad sin limitación geográfica. Eso impulsó precios más altos para el arte de la región”. Barral, que tuvo un puesto destacado como consultor para la región en Christie’s, coincide en que hay “una revalorización del mercado latinoamericano a un alto nivel, que seguirá seguramente a futuro”.