Sergio Ramírez, entre la literatura y las heridas de la revolución
El escritor nicaragüense será una de las grandes figuras de la Feria del Libro, que inaugura hoy
Se percibe que vive y sufre la falta de libertades y la opresión que padece su querido país; lo reflejan sus afirmaciones y el tono de su voz. El escritor y exvicepresidente nicaragüense Sergio Ramírez es ganador del Premio Cervantes 2017 y una de las voces más escuchadas después del boom latinoamericano, pero no se la cree. No confía en que su palabra pueda cambiar el curso de los acontecimientos. "Si tengo un altoparlante por ser premio Cervantes lo voy a usar, pero no estoy tan seguro de que mi palabra puede cambiar el curso de los acontecimientos", afirmó ayer en un diálogo con la periodista Hinde Pomeraniec ante un selecto grupo de invitados de la embajada de España y el Centro Cultural de España en Buenos Aires.
Ciudadano español además de nicaragüense, Ramírez participará mañana en la celebración del Día de España en la Feria del Libro y el sábado disertará en el Teatro Colón sobre el Quijote.
Con su agudeza política, lamentó los miles de muertos que han sido víctimas de las fuerzas de seguridad del gobierno de su excompañero revolucionario Daniel Ortega. Ramírez afirmó que quienes salieron a la calle el año pasado son "los nietos de la revolución", de la que en julio próximo se cumplirán 40 años. "Para mí, los líderes de Nicaragua hoy están en la cárcel o en el exilio y tienen 20 o 25 años", dijo, y agregó: "Ellos son la esperanza de Nicaragua. Me conmueven porque sufrieron el rigor de la cárcel y del exilio sin perder su integridad moral. Un país que tiene estos jóvenes tiene el futuro asegurado", afirmó.
Sobre Ortega, el creador de Tiempo de fulgor y El cielo llora por mí recordó que lo conoció en 1977 y que compartieron la actividad política hasta que él dejó el gobierno, en 1990. "No sé cómo es ahora, pero estoy seguro de que no es el mismo que yo conocí". Y añadió que cuando en 1996 le fue muy mal en las elecciones en las que se había presentado para presidente pudo volver a lo que siempre había querido dedicarse por entero: la escritura. "La diferencia fundamental con Ortega es que él no sabe hacer otra cosa, no tiene vida alternativa. Si le dijeran que irá a un exilio dorado y vivirá en una mansión con sirvientes y demás, pero sin poder, no le interesará. Su vida no se explica sin el poder y esto lo hace atractivo como personaje de novela, pero desde el punto de vista del país es una desgracia", dijo.
Al ser consultado sobre el momento que vive la mujer en el mundo, Ramírez señaló que le llaman mucho la atención las demandas para que se modifique el lenguaje en favor de la lucha por la igualdad de género. "Es un error atribuirles a los tribunales de lenguaje la facultad de cambiar el lenguaje de arriba abajo. El lenguaje se cambia en la calle".
Confirmando su compromiso literario, Ramírez contó que el próximo mes se hará en Costa Rica el festival Centroamérica Cuenta, cuya primera edición tuvo lugar hace cuatro años en Nicaragua. "Es un festival literario muy pequeño, pero el año pasado no lo pudimos hacer en nuestro país. Tiene 150 invitados y lo hacemos en paralelo a la feria del libro de Costa Rica, como una manera de enseñar que Centroamérica existe como territorio cultural y literario".
Para agendar
Mañana, en la Feria del Libro
A las 18.30, en la Sala Tulio Halperín Donghi del predio de La Rural, Ramírez dialogará con la Matilde Sánchez en el Día de España.
El sábado, en el Teatro Colón
La periodista Silvia Hopenhayn, conversará con Ramírez sobre Don Quijote. A las 17, en el Salón Dorado. Entrada libre.
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