Se presentó un proyecto de ley para crear el Instituto Nacional del Libro
"Con libros hay futuro" era la consigna para la convocatoria ayer, en el Anexo de la Cámara de Diputados del Congreso. Y escritores, editores, traductores, representantes de las cámaras del libro, de los sindicatos y de las universidades públicas acudieron a la presentación del proyecto de ley que impulsa la creación del Instituto Nacional del Libro Argentino (INLA).
"La sala es chica pero el corazón es muy grande", dijo el diputado nacional Daniel Filmus (FPV), presidente de la Comisión de Cultura de la Cámara de Diputados del Congreso Nacional, a modo de saludo. En tiempos de grieta, el proyecto se destaca por contar con un amplio consenso.La propuesta, que tuvo su germen un año atrás, en un encuentro convocado por Filmus y Alejandro Dujovne, investigador del Instituto de Altos Estudios Sociales de la Universidad Nacional de San Martín, recibió apoyos de todos los bloques. Ayer, en la Sala 2 del Anexo de la Cámara de Diputados, estuvieron presentes las diputadas Gabriela Cerruti, Victoria Donda y Laura Alonso, y los diputados Daniel Arroyo, Roberto Salvarezza y el mendocino José Luis Ramón. Si bien no estuvo presente ningún diputado de Cambiemos, cabe destacar que el radical José Luis Riccardo, presidente de la Comisión de Educación, acompañó con su firma el proyecto de creación del INLA.
Entre otros objetivos, se busca impulsar la creación literaria y el pensamiento argentino como herramientas de democratización y promover la circulación federal de los libros y el acceso igualitario en todo el país. Con ese propósito, se deben fortalecer los mecanismos de distribución y comercialización de los libros hechos en la Argentina. Varios editores señalaron que los costos de la logística disminuyen la rentabilidad. El proyecto de ley, que se postula como federal, desarrollará mecanismos para que se puedan instalar librerías en todas las regiones. Por otro lado, el INLA contribuirá a garantizar los derechos de autores y de otros productores culturales de la industria editorial, como traductores e ilustradores.
Para su financiamiento, si se aprobara la ley, se destinará a este Instituto –"hermano" del Incaa y del Del Teatro– el 2% del presupuesto nacional de Cultura. Si existiera hoy, ese porcentaje representaría $ 80 millones. Además, la ley prevé que Presidencia designará a un director ejecutivo, que estará acompañado por un directorio y una asamblea federal. "Es probable que la ley se apruebe este año porque cuenta con mucho consenso", dijo Filmus a LA NACION.
Dujovne recordó que la industria del libro, una de las más emblemáticas del país, era la única que carecía de un ente dentro del Estado.
La expresión más utilizada por los diputados presentes en el encuentro en defensa del libro argentino fue "política de Estado". "Se debe instrumentar una política que trascienda los gobiernos", señaló Arroyo. El diputado Ramón, al igual que las diputadas Alonso y Cerruti, destacaron la importancia del Estado como actor clave en el desarrollo de las industrias culturales.
Anticipándose a objeciones que se formulan en tiempos de crisis, la escritora Claudia Piñeiro señaló que si bien es cierto que en la actualidad no abundan los fondos estatales, el organismo propuesto no implicaría un costo elevado. "Tal vez hoy no haya para comer porque antes no se pensó en libros", dijo. Tanto ella como Julián López, otro de los escritores presentes, expresaron que, como pocas veces antes, los diputados estaban impulsando un proyecto que beneficiará a toda la ciudadanía. Asistieron, entre otros, Luisa Valenzuela, Daniel Guebel, Alejandro Grimson, Débora Mundani, Pacho O'Donnell, Darío Sztajnszrajber y Paula Pérez Alonso.
"He encanecido participando de debates para que se apruebe una ley como esta", bromeó el editor Daniel Divinsky, antes de recordar el fatídico veto de varios artículos de la ley del libro sancionada en 2001, poco antes de la caída del gobierno de Fernando de la Rúa, con el asesoramiento del secretario de Cultura en ese entonces, Darío Lopérfido.
La próxima etapa que espera al proyecto es el debate en comisiones de la Cámara, inicialmente la de Cultura, que preside Filmus, y seguramente también la de Presupuesto, presidida por Luciano Laspina. En la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires habrá una charla abierta al público el 10 de mayo.