Se incendió el excine San Martín que atesora dos murales de Juan Carlos Castagnino
El fuego comenzó después de la medianoche en el edificio de Mar del Plata, cerrado al público, donde a comienzos de año comenzaron tareas de restauración sobre las obras de arte
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LA NACIONDarío Palavecino
MAR DEL PLATA.- Un incendio que se desató minutos antes de la medianoche y se extendió durante buena parte de esta madrugada destruyó el techo y avanzó sobre el edificio del que hace décadas fue el cine teatro San Martín, que además de su particular fachada ostenta otro tesoro en su interior: dos murales realizados por el artista plástico Juan Carlos Castagnino (1908-1972), obras que estaban en proceso de restauración desde principios de este año.
Los bomberos pudieron controlar las llamas y verificar que no se registraron víctimas ni en este edificio, situado en Avenida Independencia y Rawson, ni en los inmuebles vecinos, que tuvieron que ser desalojados mientras se desplegó el operativo de emergencia.
Se desconoce por el momento el origen de este incendio que pudo ser controlado antes de las 3 de la mañana, cuando afectaba solo instalaciones de planta alta. “En principio, por lo que nos dicen los bomberos, los murales no habrían sido alcanzados por el fuego”, señaló Rodrigo Goncalves, director de Defensa Civil del municipio.
Homenaje al Libertador y Despedida de Uspallata son los títulos de estas dos obras alegóricas al Cruce de los Andes que desde los años ‘40 decoran el interior de las medianeras de la vieja sala. El destacado pintor marplatense, es uno de los impulsores de la técnica del muralismo en el país junto a Antonio Berni y Lino Spilimbergo, que incluso trabajó con el más famoso de los maestros mexicanos, David Alfaro Siqueiros.
Alberto Gabba, jefe de Bomberos de Mar del Plata, confirmó la intervención de tres dotaciones de bomberos que trabajaron sobre el techo y la cara posterior del edificio, donde se concentraron las llamas. Al tratarse de un edificio alto se requirió de hidroelevadores y despliegue por terrazas vecinas para llegar con las mangueras y controlar la situación.
Ya sin fuego a la vista, desde el amanecer se avanzaba con la etapa de enfriamiento de las instalaciones siniestradas y entonces así un recorrido por espacios interiores, donde abundan escombros que cayeron como consecuencia del siniestro.
La misión principal es descartar la posible presencia de víctimas, aunque no hay ninguna certeza que el lugar estuviera habitado. La hipótesis se maneja frente a la posibilidad de algún intruso que pudiera tener este edificio, que estaba cerrado e inactivo desde hace tiempo. Peritos iniciaban su tarea en busca de indicios que confirmen cómo comenzó el siniestro y determinar si se trató de un accidente o un hecho intencional.
La restauración de los murales
Los principales movimientos puertas adentro se habían dado a comienzos de este año, cuando se iniciaron algunos trabajos para restaurar las obras de Castagnino en el interior del complejo. Homenaje al Libertador y Despedida de Uspallata”, de casi 30 metros cuadrados cada uno, fueron pintados allí en 1947.
Parte de esa propiedad, incluidas estas piezas artísticas, se pretendían preservar en el marco de un proyecto inmobiliario en el que avanza un grupo inversor para construir en el lugar la torre Punta de Arenas VI, con 16 pisos destinados a departamentos y oficinas y uno más para usos múltiples.
“Los murales estaban en muy malas condiciones porque el lugar llevaba mucho tiempo cerrado y por los distintos usos que tuvo. Sufrieron un deterioro biológico por la suciedad acumulada, tenían restos de guano de palomas y murciélagos, golpes por la mala preservación y algunas grietas estructurales”, había explicado recientemente a Télam Natalia Minuchin, la restauradora al frente del equipo encargado de recuperar las obras.
El cine teatro San Martín dejó de funcionar como tal en la década del 90. Entonces tuvo múltiples usos, siempre alejados a su destino original. Fue local bailable administrado por el Centro de Residentes Universitarios y escenario de espectáculos musicales. Allí, entre otros eventos, en 1991 y 1992 se desarrollaron shows de Patricio Rey y su Redonditos de Ricota, cuando la banda ya movía multitudes y se preparaba para abrirse camino hacia grandes escenarios a cielo abierto.
Por Darío Palavecino
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