Se cerró el caso Caravaggio, sin definiciones, en custodia del gobierno de Madrid
Tras meses de estudio, los expertos no llegaron una conclusión definitiva sobre la autoría del “Ecce Homo”
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MADRID.– La subasta había comenzado. En aquellos metros que separan la Puerta de Alcalá de Cibeles, en la galería Ansorena, se exhibía en abril pasado, ante posibles compradores una obra del siglo XVII catalogada como La coronación de espinas, atribuida al Círculo de José de Ribera. Pero el Museo Nacional del Prado había alertado a las autoridades: aquel cuadro podría pertenecer al mismísimo Caravaggio. La subasta se interrumpió y tras meses de estudio para analizar la autoría, un hecho que no ha sido comprobado rotundamente, el gobierno de Madrid decretó que el lienzo es un Bien de Interés Cultural, medida a través de la cual los propietarios están obligados a comunicar a la Administración todos los movimientos que este cuadro realice.
Tras meses de estudio y exhaustivos informes técnicos, expertos en el naturalismo italiano, indagaron sobre la autoría de La coronación de espinas, una obra de arte que en realidad sería Ecce Homo, de Caravaggio, un lienzo cuyo paradero se desconoce desde hace cuatro siglos. El lienzo, que mide 111 x 86 centímetros, y que aparecía en el catálogo de la galería Ansorena en abril como “lote 229″, ofrecido a los compradores por 1500 euros, pertenecería a Caravaggio. Si bien no existe una rotunda adjudicación de la obra al artista, se destacan “los rasgos caravaggistas” en el informe técnico.
“Aspectos como el retrato psicológico de los personajes, el realismo de los rostros, la fuerza lumínica que se concentra en el cuerpo de Jesucristo, el juego de primeros planos de los tres personajes y la comunicación que se establece con el espectador hacen del cuadro una obra de gran interés artístico”, sostiene el comunicado de la Comunidad de Madrid donde se esgrimen los motivos que refuerzan la teoría de que este cuadro habría sido pintado por Caravaggio. El estado del cuadro no es óptimo, hecho que dificulta también precisar la autoría del mismo.
El Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid aprobó en una de las últimas sesiones de 2021, mediante decreto, que se declara a esta pieza Bien de Interés Cultural (BIC). Así, se otorga la máxima protección a este bien. Este trámite había comenzado en abril, pero, finalmente, y aunque no tuvo objeciones, su odisea burocrática concluye y aquella medida que estaba en suspenso, cobra vigor. Finaliza así un largo procedimiento que comenzó cuando la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid, como medida cautelar, decidió considerar la pieza inexportable. El régimen de protección a obras bajo la figura BIC exige a sus propietarios a comunicar a la Administración si deciden venderlo, así como cualquier intervención sobre el bien, que tendrá que ser autorizada por la Comunidad de Madrid. Este cuadro que solo podrá ser comercializado en España está en la actualidad custodiado por la galería Colnaghi, que pertenece a la familia Pérez de Castro.
Fue el Museo del Prado la institución que en abril pasado movilizó a las autoridades para evitar la venta de este cuadro. Horas antes de su subasta, tras presentar un informe, se convocó a una reunión de urgencia en la Secretaría de la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de bienes del Patrimonio Histórico Español. Así, se declaró a la pintura inexportable como medida cautelar, según una ley de Patrimonio Histórico Español (el artículo 51), y se detuvo la subasta. Pertenezca o no a Caravaggio, dado la calificación que posee el cuadro como BIC, el lienzo se asegura su permanencia en España y se deberá respetar en el futuro criterios y normas de venta y adquisición de patrimonio histórico y artístico establecidos en la normativa española.
El “caso Caravaggio” sienta un precedente y obliga a las autoridades a dudar de aquello que se subasta, a estar alerta y a tener capacidad de reacción ante posibles sospechas. Y también, el maestro italiano reafirma su fama maldita de ser uno de los artistas favoritos del mercado negro.