Santa Fe compró la casa de Juan José Saer: será un centro cultural
Leía todo el tiempo y cualquier cosa. Su padre era un gran lector, por eso en su casa había siempre libros dando vueltas. Un día les armó a su hermano y a él una “bibliotequita” que prácticamente se “devoraban”, al decir del propio Juan José Saer en una vieja entrevista. Esa vivienda a la que se refería el escritor, ubicada en la localidad de Serodino, pertenece desde hace pocos días a la provincia de Santa Fe. Luego de los trabajos de restauración, allí, donde funcionaba el almacén de ramos generales de la familia, se inaugurará en unos meses el centro cultural que llevará el nombre del autor de Glosa.
"Para Santa Fe, Saer es una figura emblemática –dice el gobernador Miguel Lifschitz tras anunciar la compra de la casa situada en la esquina de la avenida Santa Fe e Italia–. Para la cultura de la provincia y para nuestro proyecto cultural, recuperar su figura, su obra, su legado y su impronta, y poder reflejarlo en un punto de referencia como es la casa natal del escritor, es muy importante".
Serodino está ubicado en el sur de Santa Fe, casi donde empieza el taco de la bota que dibuja el contorno de la provincia (a poco más de cincuenta de kilómetros al norte de Rosario). “Es uno de los tantos pueblos agropecuarios que tenemos, una localidad pequeña donde Saer pasó su infancia y que aparece en sus textos literarios, como también la ciudad de Santa Fe y Rosario”, agrega el ingeniero Lifschitz, confeso lector y admirador de la obra saeriana. En La grande, novela póstuma que se publicó en 2005, el almacén de ramos generales de su padre cobra particular relieve. Escribió: “[...] las afueras del pueblo, que ya eran y a la vez todavía no eran el campo; los jinetes que pasaban a caballo al trote corto y, sin siquiera volver la cabeza para ver quién estaba o si al menos había alguien, dirigían hacia la esquina del almacén un saludo que consistía en levantar con lentitud la mano que aferraba la fusta; la señal que bajaba de golpe cuando algún tren estaba acercándose al pueblo y la gente que estaba esperándolo salía corriendo de sus casas y cruzaba el terreno del ferrocarril para llegar a la estación antes que el tren.”
El presidente comunal Juan Pío Drovetta acompañó las gestiones para la compra de la casa.
Un caso de política cultural
Después de la celebración en 2017 de "el Año Saer", a tiempo con los ochenta años del nacimiento del escritor, se pudo concretar la compra del inmueble, que se oficializó el 8 de este mes. "Adquirir su casa natal y poder convertirla en un centro cultural, de investigación y de difusión de su obra y de su vida nos parece un proyecto importante para Santa Fe y todo el país, porque es uno de los grandes escritores de la literatura nacional de la segunda mitad del siglo XX", sigue el gobernador. La inversión rondó los tres millones de pesos.
Desde 2007, la provincia desarrolla una política de recuperación de edificios fabriles, ferroviarios e históricos que fueron convertidos en espacios culturales, como el Tríptico de la Imaginación, en la ciudad de Santa Fe, conformado por El Molino. Fábrica Cultural (un viejo molino convertido desde 2011 en espacio cultural), La Redonda. Arte y Vida Cotidiana (edificio ferroviario recuperado como centro para la infancia y la familia) y La Esquina Encendida. Próximamente inaugurarán la Casa de la Cultura, en la capital, y la Franja Joven del Río, en Rosario. Esa inversión provincial en cultura roza los $500 millones.
En el espacio cultural de Serodino, que será el primero en una localidad que no supera los cinco mil habitantes, se podrá apreciar la versión completa de la muestra Conexión Saer. Contará con una sala para actividades culturales, pantalla y proyector de cine y un pequeño auditorio para charlas, además de la colección de la obra de Saer, compuesta por veintisiete libros que reúnen novelas, cuentos, ensayos, poemas y artículos periodísticos, y una biblioteca de ensayos y textos de especialistas para consulta de estudiantes e investigadores.
En ese lugar, los visitantes podrán acceder a una mesa de lectura libre y a copias de las cuatro películas basadas en la obra de Saer (Palo y hueso, de Nicolás Sarquís; Nadie nada nunca, de su amigo Raúl Beceyro; Cicatrices, de Patricio Coll, y Retrato de Juan José Saer, de Rafael Filippelli), más los dos films producidos por la provincia entre 2015 y 2017: El limonero real, de Gustavo Fontán, y Toublanc, de Iván Fund.
Una colección de fotografías de la biografía del autor, que replica la que se exhibe en el Museo de Bellas Artes Rosa Galisteo de Rodríguez, en la capital de la provincia, y copias de las entrevistas históricas en registro audiovisual estarán también disponibles.
Paulo Ricci, secretario de Desarrollos Culturales del Ministerio de Innovación y Cultura de Santa Fe, tiene a su cargo varios programas de fomento cultural, como Escena Santafesina, Territorio de Encuentros, el Año Saer y el sistema de Educación Artística provincial, compuesto por 19 establecimientos educativos. Fue, además, el compilador de Zona de prólogos, el libro que agrupa los textos preliminares a obras de Saer escritos por Beatriz Sarlo, Sergio Chejfec, Graciela Speranza, Noé Jitrik y María Teresa Gramuglio, entre otros críticos y escritores.
"Hay un plazo acordado con la familia que actualmente vive en la casa para que pueda mudarse; luego, se desarrollará un plan de recuperación edilicia y mejoras para poder crear el espacio dedicado a la obra y la figura de Saer". Como el inmueble fue adquirido por la comuna de Serodino con aportes del gobierno provincial, el centro cultural será comunal.
Los funcionarios del área sueñan con la posibilidad de recibir y conservar en ese lugar cartas, fotografías y manuscritos que están dispersos en colecciones privadas. "Es sabido que el grueso de los archivos y originales de la obra de Saer forman parte del archivo de la Universidad de Princeton –reconoce Ricci–. De todas formas, existen muchos materiales dispersos que fueron reunidos para la realización de la muestra Conexión Saer". En 2019, esa exposición mutimedia, que ya visitó Buenos Aires, llegará a varias localidades de la provincia, entre ellas, justamente, a Serodino, universalmente célebre gracias a la literatura.