"San Martín era un rebelde que sólo creía en la libertad"
El historiador Pablo Camogli aporta en un libro otra mirada sobre el cruce de los Andes
A 161 años de la muerte del general José de San Martín, su hazaña en la cordillera de los Andes sigue siendo motivo de asombro, de curiosidad.No sólo porque se trató de un acto heroico y una proeza inusual en nuestro continente, sino porque la historia argentina hizo por lo general de la gesta un romántico paseo por las alturas para liberar a Chile de las huestes españolas. Una nueva versión de la epopeya sanmartiniana trae palabras y números que permiten otra mirada.
Pablo Camogli, nacido en Misiones y profesor de historia recibido en la Universidad Nacional de Cuyo y autor de otros libros, como Batallas entre hermanos , es obsesivo como sólo pueden serlo los historiadores. Por eso y por su admiración por San Martín, acaba de editar en Aguilar su libro Nueva historia del cruce de los Andes , en el que narra desde los sueldos de los granaderos hasta cómo se formó el ejército libertador, casi a pesar del gobierno de Buenos Aires.
El autor explicó a LA NACION que una de las razones del triunfo de San Martín en la vida fue su rebeldía: "No se ató a nada ni a nadie y por eso logró lo que logró. Desde que llegó a la Argentina, luego de estar en España, Africa y Francia, entre otros países, su pensamiento no estuvo en otro lugar que no fuera la libertad de América".
El autor dice que San Martín era un hombre muy bien informado, que seguía de cerca los acontecimientos de Europa y de los Estados Unidos y su revolución, que creyó que lo que debía hacerse era a nivel continental y que "por eso sentía a Perú y a Chile también como su patria".
El Libertador tenía admiración por Manuel Belgrano, por Tomás Guido y por Simón Bolívar, "a tal punto que cuando se instaló en Francia puso un cuadro de él en su casa".
-¿Se sabe qué pasó en aquella reunión de Guayaquil?
-Siempre estuvo claro: ahí se pusieron las cosas sobre la mesa. San Martín sabe que tiene dificultades con su gobierno en Perú y está sin apoyo del ejército; en cambio, Bolívar sí tenía consenso y le delega todo. Dicho en criollo, Bolívar tenía un as de espada y San Martín era un cuatro de copas en ese momento.
Camogli cuenta que San Martín era un hombre desprendido y se retiró porque sabía que Bolívar iba a terminar con lo que él había comenzado. "Además, si bien era joven, no te olvides de que él peleaba desde los 12 años y estaba muy cansado de las traiciones, de que lo acusaran de querer convertirse en rey..."
-¿Qué cosas dice en su libro que no se sabían hasta ahora?
-La minuciosidad con que cuento el cruce y las consideraciones del clima. Según lo que pude saber, en esa época se vivía una especie de era del hielo, la Cordillera era mucho más fría y los ríos eran más caudalosos; cruzar era muy difícil y sólo se podía hacer en verano porque los pasos estaban por encima de los 4000 metros de altura. Cuento lo que llevaron y cómo. Las mulas no eran tantas y no se llevó la cantidad de municiones que se dijo.
El autor señala que el plan de San Martín incluía, además, el despliegue de espías de uno y otro lado llevando pistas falsas. De esa manera, los realistas sabían que San Martín estaba por cruzar la Cordillera, pero no se imaginaban por dónde. "Mandaba cartas apócrifas con planes falsos y tenía a favor que logró formar y comandar un ejército con la mejor disciplina y moral combativa que se recuerden. Para poner un ejemplo: Napoleón era un hombre de arenga, mientras que San Martín era de cuartel, y eso marca una gran diferencia para las tropas."
Camogli, un enamorado del personaje romántico y misterioso, concluye: "Lo más maravillo de todo es que el punto de partida de San Martín fue la nada y liberó tres países".
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