San Martín, “eclipsado”: por qué su monumento está cubierto con una tela negra
Un mes después de que un referente de Milei afirmara que el prócer no fue el Padre de la Patria, la artista Dolores de Argentina interviene la escultura con esta acción que busca poner en valor ideales como la gloria, la libertad, el coraje, el heroísmo
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Cientos metros de tela negra aferrada con cinta cubren el monumento que rinde homenaje al general San Martín y a sus ejércitos en la plaza porteña que lleva su nombre. Desde la mañana, una mujer con ayuda de varios asistentes se aboca a esa tarea que provocó sorpresa entre los vecinos de Retiro, un mes después de que un referente económico clave de Javier Milei afirmara que el prócer no fue el Padre de la Patria ni el Libertador de América, sino un mito creado por Bartolomé Mitre.
Las preguntas sobre un presunto acto de vandalismo que comenzaron a circular formaron parte de la intención de Dolores Cáceres, “autopercibida” Dolores de Argentina -a tal punto que cambiará su apellido en el DNI- de generar extrañamiento, debate y reflexión. “No agrego nada, simplemente invisibilizo para volver a mostrar. Obligo a volver a mirar, es un ejercicio conceptual”, dijo a LA NACION la artista cordobesa sobre su obra titulada La estrategia del eclipse, que se diferencia de las famosas envolturas de Christo y Jeanne-Claude porque el énfasis está puesto en la reaparición de lo oculto.
Según anticipó, esta “idea de sitio, de tiempo y de acontecimiento político específico” culminará con el descubrimiento del conjunto escultórico que incluye el primer monumento ecuestre de la Argentina, creado por francés Louis-Joseph Daumas e inaugurado en 1862, el lunes próximo al mediodía. Ante la presencia de granaderos y funcionarios se celebrarán así, entonces, cuatro décadas de la victoria electoral de Raúl Alfonsín después de siete años de dictadura militar.
La acción forma parte de un proyecto mayor, Qué hacer con el pasado en un presente como éste, que presta su nombre a una muestra colectiva que abrirá al público al día siguiente en la galería Maman Fine Art para celebrar el 40° aniversario de la democracia. Su registro se sumará a esta exposición, que incluirá obras de Rómulo Macció, Luis Benedit, Pablo Suárez, Norberto Gómez, Nicolás García Uriburu, Aldo Sessa, Luis Wells y Alberto Heredia. También fotografías de otras intervenciones similares de Dolores: las que realizó hace dos meses sobre siete esculturas que representan a diosas griegas en la plaza Colón, en Córdoba. La muestra y el proyecto fueron dirigidos por Guillermo Alonso.
“Esos ocultamientos los hice de manera casi clandestina; en general no pido autorizaciones porque es muy difícil”, aclara esta artista, habituada a trabajar en el espacio público desde hace más de dos décadas. En este caso, sin embargo, la obra comenzó cuando redactó una carta de 49 páginas, enviada por mail y por correo, para explicar su proyecto y pedir la autorización de distintos organismos: del Ministerio de Cultura porteño a la Dirección General de Museos, el Regimiento de Granaderos a Caballo y la Academia Nacional de Bellas Artes. Desde esta última institución le llegó otra carta firmada por su presidenta, Matilde Marín, que destacaba entre otras cosas su búsqueda “por revisar la forma en que se narra nuestra historia”. “Dormimos abrazadas, la carta y yo”, comentó emocionada la impulsora de este proyecto que intenta “poner en valor los ideales del Padre de la Patria como la gloria, la libertad, el coraje, el heroísmo”. Cáceres confirmó a LA NACION que en esta oportunidad sí obtuvo el visto bueno correspondiente para llevar adelante su intervención, incluso de parte de la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos.
No es la primera vez que Dolores de Argentina se inspira en el prócer ninguneado por el economista Emilio Ocampo. En 2018, el Gobierno de la Ciudad de Córdoba la invitó a realizar una obra en conmemoración del centenario de la Reforma Universitaria. Su respuesta fue Monementum Tus Ojos: una invitación a que el público subiera a una estructura de andamios colocada al costado del monumento a San Martín local, para que pudiera mirar a los ojos a la recreación del General mientras le decía: “Los dolores que nos quedan son las libertades que nos faltan”. Es decir, una frase tomada del Manifiesto Liminar de 1918, redactado por Deodoro Roca en nombre del movimiento reformista.
Dos años más tarde ganó un concurso que convocaba a realizar una obra escultórica conmemorativa de José de San Martin y Juan Gregorio de las Heras en Las Heras, Mendoza. Su proyecto titulado Monumento Liminar o Plaza de los Monumentos Vacíos –que finalmente no se concretó- consistía en pedestales sin figuras de bronce y con placas sin leyendas, que invitaban a interrogarse sobre la vigencia del heroísmo como figura cívica. Justo en un momento en que se había vuelto frecuente a nivel global derribar estatuas por motivos ideológicos.
Ahora, en la muestra de Maman, el registro de sus últimas iniciativas convivirá por ejemplo con el Obelisco retratado por Aldo Sessa en 2001, con el de una de las coloraciones de Nicolás García Uriburu, que en 1983 celebró el regreso de la democracia tiñendo las aguas de la Fuente Monumento de los Españoles. También con el Monumento al mendigo de Pablo Suárez, realizado en 2004. “Suárez desmantela la estatuaria decimonónica a través de la figura de un mártir contemporáneo –dice Patricia Pacino en su texto curatorial- que ya no es un héroe de la patria sino un sobreviviente degradado”.
Para agendar
- El lunes 30 al mediodía se descubrirá en la Plaza San Martín el Monumento al general San Martín y a los Ejércitos de la Independencia, como parte de la obra La estrategia del eclipse.
- El martes 31 abrirá al público en la galería Maman Fine Art (Av. del Libertador 2475) la muestra colectiva Qué hacer con el pasado en un presente como éste, que sumará el registro de esta acción. Entrada gratis.