Rodríguez Zapatero: “Para mí, Borges es el Dios de la literatura”
El ex presidente español presentó su libro “No voy a traicionar a Borges”; dijo habría dado todo por ser un gran escritor y que no había nada que el autor argentino “rechazara más que el peronismo”
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MADRID.– Su mujer, Sonsoles, el Derecho, la Política y Borges. Estas son las cuatro pasiones del ex presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, quien presentó en el paraninfo de la Facultad de Filología de la Universidad Complutense el libro donde recoge sus reflexiones sobre su escritor favorito: No voy a traicionar a Borges (Huso). El ex mandatario consideró que el autor de Historia universal de la infamia brindó, a través de su obra literaria, elementos fundamentales a su función política: “la serenidad y la capacidad de ver desde la distancia”.
La primera vez que leyó “El Aleph”, cuando era un joven estudiante de Derecho, quedó cautivado, no solo con este relato, sino con el modo en el que este escritor argentino utilizaba los adjetivos. Para Rodríguez Zapatero, este cuento de Jorge Luis Borges es una historia de amor. “No he traicionado nunca a Borges. Es tan importante, como él dice, leer como releer. He releído las obras de Borges de manera incesante. Obsesiva, a veces. Me ha aportado tanta serenidad, lucidez, pasión, felicidad”, dijo parafraseando el título de su libro y enfatizando su fidelidad como lector.
“El país que más admiro del mundo es la Argentina, al que más quiero, y es por Borges”, dijo Rodríguez Zapatero en la presentación de su libro ante un auditorio integrado por alumnos de Literatura y Humanidades. El catedrático español José Manuel Lucía Megías, presidente de honor de la Asociación de Cervantistas y, en la Argentina, titular de la Cátedra Cervantes de la Universidad Nacional del Centro y Padrino del Festival Cervantino de Azul, moderó la presentación junto con la profesora Marifé Santiago Bolaños.
Rodríguez Zapatero, presidente de España desde 2004 hasta 2011, destacó la enseñanza y la huella de la obra borgeseana en su gestión pública: “Aportó para mi tarea política la serenidad y la capacidad de ver desde la distancia”. El ex mandatario se refirió a la función política, ajetreada y exigente a la hora de tomar decisiones de manera eficiente y veloz: “Sin embargo, pocas veces he conocido el desosiego, aún en la tarea que he tenido, porque haber leído a Borges me aportó esa visión que nos lleva a comprender la trascendencia de la vida en abstracto, como categoría y, a la vez, la enorme humildad y modestia que representamos cada uno de nosotros”, dijo y destacó la célebre conferencia “La ceguera” (1977).
Rodríguez Zapatero respondió preguntas de los alumnos y así se animó a trazar un paralelo con aquello que admira y también aquello que lo distancia de Borges. Con respecto a lo primero, manifestó que le hubiese gustado tener el talento del escritor, “esa inteligencia artificial para la palabra, la inteligencia perfecta para el adjetivo”; con respecto a las diferencias, Rodríguez Zapatero, miembro del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) destacó “cierta visión aristocrática de la vida que tenía Borges, seguramente por su profunda sabiduría; era un hombre modesto, no me refiero a la ambición material, sino a la consideración intelectual”.
Rodríguez Zapatero analizó, como animal político, a Borges en este aspecto: “Todo lo que oliera a popular o populismo, perteneciendo a esa súper élite intelectual, le producía un alergia profunda. No hay cosa que más rechazara Borges que el peronismo”. Luego volvió a este punto para elogiar la austeridad y la curiosidad del escritor: “Borges se interesó sobre todo por los hombres y no por el gobierno de los hombres. Casi nada tiene relevancia en Borges cuando se aproxima a lo cotidiano. Tuvo una vida modesta. Conviene también mencionar su poca pasión por el dinero. Creo que está siempre en el terreno de los grandes conceptos, de los grandes temas del pensamiento y de la filosofía. No es que no le interesara la política, pero no era su terreno y tenía esa tendencia al asombro, porque abrazó la Revolución Rusa, pero al año deja de defenderla. No creo que fue un hombre de pensamiento político. La vida cotidiana, contemporánea, le interesaba menos que entender el universo, la finitud, el tiempo, el amor, la pasión. Creo que eso es mucho más interesante que saber qué va a pasar después de las elecciones en Castilla y León”, bromeó hacia el final en relación a las recientes elecciones autonómicas.
“Lo voy a decir claro. Lo voy a decir clarísmo. Yo he sido presidente de gobierno, que es importante. Una persona entre 40 millones, cada cuatro años. Es difícil y te da una gran experiencia. Conozco 92 países, he conocido personas interesantísimas y me considero privilegiado de haber tenido esa posibilidad. Y, además, haber sido Presidente de España, que es el país del español, pero yo lo hubiera cambiado todo por ser un gran escritor. No hay nada que nos pueda atraer tanto como las palabras bien pensadas, bien dichas”, destacó el ex mandatario y en este don del buen decir y de la sabiduría, una vez, mencionó a Borges, a quien, en caso de haberlo conocido, le hubiese “hecho la ola”.
Tras años de lectura y de relecturas, Rodríguez Zapatero desembarcó finalmente en la poesía de Borges: “Debo confesar que el Borges poeta es el que más me costó, pero su poesía es lo más aproximado que yo he conocido al éxtasis”.
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