Rocían con un líquido negro un cuadro de Klimt en un museo de Viena
No cesan los ataques a obras de arte en nombre del cambio climático: esta mañana, una célebre pintura del maestro austríaco terminó bañada en una sustancia que simbolizaba al petróleo
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Después de una amplia variedad de alimentos (hubo sopa de tomates y de verduras, puré de papas, tortas y otras sustancias), ahora los ambientalistas cambiaron la forma y el color de su proyectil. Y es bastante más impresionante el efecto que causa ver una obra maestra del arte universal bañada en un líquido negro. Es el caso del icónico cuadro de Gustav Klimt Muerte y vida (1908–1911), colgado en el Leopold Museum de Viena, que esta mañana fue atacado por dos militantes por el cambio climático.
Las imágenes, como es usual en esta saga vandálica que atenta contra obras de las principales salas de Europa -del Louvre francés y la National Gallery de Londres, pasando por galerías de arte de Italia, Holanda y Noruega- se viralizaron de inmediato en las redes sociales. El video muestra el momento en que dos jóvenes rocían la pintura y uno de ellos forcejea con los guardias del lugar, que busca retenerlos de inmediato.
En nombre de la crisis ambiental los activistas fueron hoy contra el óleo del pintor austríaco para denunciar que “los nuevos pozos de petróleo y gas son una sentencia de muerte para la humanidad”. El video es impactante: muestra a una chica y un chico rociando con un líquido negro el cuadro, mientras el personal de seguridad aleja de la escena al varón y la mujer pega su mano contra el cristal que recubre la pieza.
En declaraciones a la agencia de noticias AFP, la vocera del museo, Klaus Pokorny, sostuvo que “los restauradores ya están trabajando para determinar si la pintura, que está protegida por un vidrio, ha sido dañada”.
Muerte y vida simboliza los dos grandes misterios de la existencia: por un lado, una calavera vestida en unos trapos de colores azules y morados, bordada con cruces; del otro, humanos (mujer, varón, persona mayor, bebé), abrazándose en el sentido de la vida, con esa estética tan particular del austríaco y su característica paleta de colores dorados.
El ataque fue reivindicado por el grupo la Última Generación, que lo posteó en sus redes. Reclaman “medidas inmediatas” contra la crisis climática convocando a reducir las “millones de toneladas de CO2 por año sólo en Austria”.
En las últimas semanas, distintos grupos ambientalistas han tomado como base de operaciones de sus proclamas distintos museos europeos para llamar la atención de la opinión pública sobre el calentamiento global y otras causas. Entre las afectadas hay dos obras de Goya del Museo del Prado en Madrid (Las majas), los Girasoles, entre otras pinturas de Van Gogh, en Londres; La joven de la Perla, de Vermeer, en Holanda; y una pintura de Claude Monet, cerca de Berlín, en Alemania, pero en total los casos ya superan la decena desde que en mayo la primera víctima fue La Gioconda. A partir de estos hechos, intensificados las últimas semanas y sin ánimo de detenerse, grandes museos internacionales como el Louvre de París o el Museo Guggenheim de Nueva York se declararon “profundamente conmocionados” por la amenaza contra obras que son “irreemplazables”.
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