Revelan los secretos del baldaquino de San Pedro
Bernini compartió la autoría de la obra con Borromini
ROMA.- El famoso e inmenso baldaquino de la basílica de San Pedro -construido sobre la tumba del apóstol y debajo del cual se levanta el majestuoso altar papal- no fue solamente obra del maestro del barroco romano Gian Lorenzo Bernini (1598-1680), sino también de su adversario de siempre, Francesco Borromini (1599-1667).
Según revelaron documentos inéditos del Archivo de la Fábrica de San Pedro, la paternidad de esta pieza monumental que marca la devoción petrina y es una de las máximas expresiones de la arquitectura barroca también es de Borromini, su gran rival.
Si bien siempre se supo que estos dos grandes maestros del barroco, que se detestaban, habían colaborado en el baldaquino -junto al escultor Stefano Maderno (hermano del arquitecto de la fachada de la basílica de San Pedro), Luigi Bernini (hermano de Gian Lorenzo) y otros artistas de la época-, lo que salió a la luz ahora es que la participación de Borromini fue mucho mayor de lo que se pensaba.
Es decir, Borromini no fue un simple "asistente" de Bernini, sino que, al haber trabajado en el baldaquino de 1621 a 1630 como escultor y arquitecto, también llegó a influenciar el proyecto final de la estructura.
Así lo demuestran algunos documentos que se exhiben ahora en la muestra Petros eni (Pedro está aquí) que celebra en el Vaticano los 500 años de la colocación de la primera piedra de la basílica de San Pedro, el mayor templo católico del mundo.
Líder e inspirador
Se trata de dos cartas que detallan las rendiciones de gastos relativos a los trabajos realizados por escultores, arquitectos y demás operarios para el baldaquino en 1628, que demuestran que Borromini no tuvo un rol secundario, sino más bien de líder. También se exhibe un boceto de la cima del baldaquino de Bernini, que los expertos consideran que fue realizado según una nueva concepción arquitectónica inspirada por Borromini.
Comisionado por el papa Urbano VIII -Maffeo Barberini-, que lo inauguró en 1633, el baldaquino es una obra monumental realizada totalmente en bronce, con columnas de 20 metros de altura y ángeles de más de tres metros de altura. Para la fusión se utilizaron bronces antiguos provenientes del Panteón, algo que inspiró la famosa frase en latín: "Quod non fecerunt Barbari fecerunt Barberini" ("Lo que no hicieron los bárbaros lo hicieron los Barberini"), en protesta por la desmedida ambición de la familia del pontífice que, con tal de autocelebrarse con monumentos espectaculares, gastaba cifras enormes y ni siquiera evitaba dañar un monumento de la Roma antigua.
Hablando de dinero, los documentos salidos a la luz cuatro siglos después, haciendo justicia, también explican en parte el porqué de la famosa "guerra" entre Bernini y Borromini: el primero ganaba en promedio cinco veces más que el segundo, como confirmó a La Repubblica el profesor Joseph Connors, experto en el tema.
Lo cierto es que la rivalidad entre los dos grandes maestros del barroco romano quedó inmortalizada en la famosa Fuente de los Cuatro Ríos, en la también barroca plaza Navona. La bellísima fuente de mármol fue, en efecto, realizada por Bernini con personajes en actitudes polémicas hacia la cercana iglesia de San Agnese in Agone, proyectada por Borromini.