Retrospectiva en homenaje a Carlos Trillo en la Biblioteca
Libretas que contienen guiones en proceso, ideas sueltas, apuntes y borradores; trabajos inéditos, libros publicados en Europa que no llegaron al país, publicidades de finales de la década de 1960, historietas para chicos y proyectos inconclusos son las piezas más curiosas que integran la muestra Trillo, de puño y tecla , inaugurada esta semana en la Biblioteca Nacional.
A casi dos años de la muerte de Carlos Trillo (Buenos Aires, 1943 - Londres, 2011), la exhibición curada por Judith Gociol y Juan María Gutiérrez forma parte de las actividades del Programa Nacional de Investigación en Historieta y Humor Gráfico Argentinos, proyecto de la Biblioteca que se propone reunir en un archivo el material disponible sobre el género. Organizada a partir de dos ejes (cronológico y temático), el recorrido comienza con las lecturas de la infancia: allí se ven ejemplares de las revistas El Pato Donald y Patoruzito y libros de la colección Robin Hood. También está El Eternauta , de Héctor Oesterheld, autor que, según consideran los curadores, parece haber influido en la vocación y la manera de Trillo de abordar la historieta.
Si bien no faltan los personajes más populares como El Loco Chávez, El Negro Blanco y Clara de Noche, resulta interesante que se exhiban al público las obras menos conocidas, los trabajos iniciales y aquellos que firmó con los seudónimos Carlos Cartago y Carloste, entre otros. También, sus apuntes y correcciones, que evidencian un proceso creativo metódico y un gran conocimiento del oficio. "Incluimos piezas raras, anteriores a su labor como guionista, de su período como periodista, narrador y publicitario -contó Gutiérrez, selector bibliográfico de la biblioteca y uno de los responsables del archivo de historietistas-. La mayoría del material expuesto, donado por ilustradores que trabajaron junto con Trillo, quedará como patrimonio cuando finalice la muestra. Las libretas de trabajo y los libros que reúnen las tiras publicadas en el exterior fueron cedidos por la familia."
Durante la etapa de producción, Gutiérrez y Gociol entrevistaron a dibujantes como Eduardo Maicas y Ernesto García Seijas y autores como Eduardo Belgrano Rawson y Guillermo Saccomanno. Los visitantes podrán escuchar fragmentos de esos reportajes, centrados en el método de trabajo del guionista y en sus ideas sobre la historieta. Máquinas de escribir y computadoras, ubicadas en distintos sectores de la sala Juan L. Ortiz, simbolizan el concepto de producción permanente de Trillo, quien en los últimos años publicó más en Europa que en la Argentina.
En 2011, un mes después de su muerte, salió en Francia el primer volumen de La Francesa , recreación de la historia de la Rubia Mireya. El libro, que Trillo no llegó a ver impreso, es una de las joyas de la retrospectiva, que se podrá visitar hasta el 17 de mayo, de lunes a viernes de 9 a 21 y los fines de semana de 12 a 19.