Retiran la estatua de Gérard Depardieu del museo de cera por las reacciones negativas de sus visitantes
La figura se aloja ahora en un depósito junto a la de Vladimir Putin, que también había sido removida; mientras continúan las repercusiones por las denuncias de violencia sexual en contra el actor, analizan retirarle la distinción de la Legión de Honor de Francia
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Mientras continúan las repercusiones por un video de 2018 en el que se escucha a Gérard Depardieu hacer comentarios obscenos hacia las mujeres, un conocido museo con figuras de cera localizado cerca de París decidió retirar la figura que replicaba al actor francés, sobre el que recaen también decenas de acusaciones por violencia sexual. El Museo Grévin resolvió sacar la estatua de Depardieu -que el propio actor había inaugurado en 1981- tras advertir “las reacciones negativas de los visitantes (al pasar delante de la figura) y en nuestras redes sociales”, precisó el espacio. Creado en 1882 por iniciativa del periodista Arthur Meyer, el Grévin recibe a 800.000 visitantes al año, la mayoría de las veces familias con niños.
La estatua retirada de la exhibición pública se suma así a las de Pierre Palmade y de Vladimir Putin, alojadas ahora en el depósito del edificio parisino. En el caso del humorista francés, la figura había sido retirada tras provocar un grave accidente de tráfico bajo los efectos de la cocaína, en cambio, la del presidente ruso se sacó de exhibición tras el estallido de la guerra en Ucrania, también a partir del descontento de los visitantes.
El actor, protagonista de películas como Cyrano de Bergerac y Los compadres, llevaba tiempo denunciado por agresión sexual, pero las imágenes difundidas en los últimos días por la televisión francesa y varias publicaciones parecen haber marcado un punto de no retorno para su carrera y popularidad. En el video, registrado durante un viaje a Corea del Norte en 2018, se escuchan comentarios insultantes con connotaciones sexuales. ”A las mujeres les encanta montar a caballo. Allí sus clítoris rozan el pomo de la silla”, comenta sin reparos Depardieu. Y sigue: “Disfrutan mucho, son unas zorras”. Unos segundos más tarde, ya no será una mujer, sino una niña de unos diez años la víctima de las palabras del actor, ahora de 74 años, que llegará incluso a sexualizarla.
Además, el viernes pasado, la actriz Emmanuelle Debever, quien acusó a Gérard Depardieu de agresión sexual, murió tras arrojarse al río Sena tras la emisión en la TV francesa de una investigación sobre las denuncias presentadas contra el actor, que ya ascienden a 16.
En paralelo a la decisión del Museo Grévin, el descrédito hacia Depardieu se volvió aluvional en estos tiempos: muchos productores dicen que ya no quieren trabajar con él, mientras que en Quebec y Bélgica le han retirado distinciones que le concedieron anteriormente y la ministra francesa de Cultura, Rima Abdul Malak, anunció el lanzamiento de un “procedimiento disciplinario” por parte de la Gran Cancillería de la Legión de Honor que podría provocarle la pérdida de esa distinción que había recibido en 1996 de mano del entonces presidente francés, Jacques Chirac, por los servicios prestados a Francia. Este reconocimiento podría ser revertido si prospera la acusación formal de dos mujeres por violación y agresión sexual, además de una decena de reclamos menores que también ponen en foco el comportamiento público del actor.
Por otro lado, en reacción a esta explosión, la familia de Depardieu, en particular su hija Julie y su ex esposa Elisabeth, denunciaron “una manipulación monstruosa” y una “ira colectiva” contra el actor. ”Nuestro padre/abuelo/tío está siendo sometido a una conspiración sin precedentes. Es víctima de una monstruosa manipulación llevada a cabo por un periodista que no dudó en hurgar en la basura”, criticó la familia en una columna publicada en Le Journal du Dimanche. Al respecto, la familia reconoce en la columna periodística que estaban “conmocionados” por sus palabras y añaden que “a menudo” les sorprenden los testimonios que el actor realiza. Sin embargo, lamentan que el documental haya optado por reducir al actor al papel de “idiota”, que es el que menos les gusta. “Grosero, descarado, pesado a veces, ¡pero no violento!”, asevera la familia, que critica que “sus excesos” y su “libertad de palabra” era lo que gustaba sobre Depardieu.
La justicia imputó en diciembre de 2020 a Depardieu, de 74 años, por violaciones y agresiones sexuales a la actriz Charlotte Arnould. Desde entonces, más de una decena de mujeres lo acusaron en la prensa de violencia sexual, entre ellas la actriz Hélène Darras.
Con información de Télam