Reparan el Tótem de la plaza Canadá
Miles de personas habrán circulado todos los días presurosamente por Retiro, sin reparar en El Tótem Kwakiutl, una monumental figura de cedro, de 21,5 metros de altura y cuatro toneladas de peso, donada por el gobierno de Canadá hace 44 años.
La talla, visiblemente deteriorada, se ubica en la última de las tres plazas frente a la estación del Ferrocarril San Martín. Hoy yace tumbada bajo una empalizada y cuatro carpas, levantadas por el Ministerio de Cultura porteño, a la espera de su restauración, que será pública para "despertar la conciencia sobre la preservación de nuestro patrimonio", dijo el ministro Hernán Lombardi, ayer a LA NACION.
El Tótem, sobre el que Jorge Luis Borges escribió en su libro Atlas, hace 22 años, en colaboración con María Kodama, fue rescatado del colapso por un grupo de colaboradores de Lombardi, que suele detectar los monumentos en estado deplorable, con vistas a iniciar su rescate.
Borges explicó que El Tótem era "un ídolo del Canadá", cuyo gobierno lo había obsequiado a Buenos Aires, a raíz de que la plaza donde se emplazó lleva el nombre del país del Norte. "Es sombra de la sombra de una sombra", escribió el extraordinario escritor argentino, al referirse a que en el libro se acompañaba una imagen de una talla que a su vez respondía a una cultura. Y subrayaba que a Canadá no le imporataba ser representado por una imagen bárbara.
Ya lo dijo Borges
"Un gobierno sudamericano no se atrevería al albur de regalar un imagen de una divinidad anónima y tosca -escribió Borges–...y sin embargo nuestra imaginación se complace con la idea de un tótem en el destierro, un tótem que oscuramente exige mitologías, tribus, incantaciones y acaso sacrificios. Nada sabemos de su culto; razón de más para soñarlo en el crepúsculo dudoso".
Pese a lo dicho por Borges, un grupo de descendientes de etnias aborígenes sí reconoció al Tótem como una deidad. Según los relatos de los uniformados que custodian la carpa en Retiro, varios de ellos se acercaron a llorar cuando vieron a su ídolo caído a todo lo largo de sus 21,5 metros. Hubo que explicarles que la talla será reparada, aunque no se sabe si quedará emplazada en la plaza Canadá.
Las figuras de la pieza, que pertenece al grupo de postes conmemorativos y heráldicos y en este caso representa al clan Geeksem, de la tribu Kwakiutl, de Canadá, están pintadas rojo, blanco y negro y son el águila, el león marino, la nutria, la ballena, el castor, el ave caníbal (jok hok) y el hombre, asimilado al jefe. Las figuras identifican a los clanes.