Relato que atrapa
La muerte de un ex combatiente estadounidense en Irak es el punto de partida del nuevo policial de John Connolly
En Voces que susurran , la novena entrega de las novelas protagonizadas por el detective Charlie Parker, John Connolly (Dublín, 1968) involucra a su héroe en un caso relacionado con el TEPT (trastorno por estrés postraumático) que sufre un grupo de ex combatientes de la guerra con Irak. "En la Guerra de Secesión, lo llamaron ?corazón irritable'. Para los soldados de la primera guerra mundial fue ?ansiedad de combate', y en la segunda guerra mundial, ?fatiga de batalla' o ?neurosis de guerra'. Más tarde se convirtió en ?síndrome pos Vietnam', y ahora TEPT", comenta uno de sus narradores y releva la patología en la historia. Sin embargo, el TEPT es uno más de los numerosos elementos que el irlandés combina en el texto para lograr un clima que mantendrá al lector atento hasta la última página.
La acción transcurre en la ciudad de Portland, situada en el estado de Maine. En mayo de 2009, Damien Patchett, ex combatiente de Irak, sale a pasear con su perra Sandy. En un recodo del camino, saca un revólver y se suicida. Su padre, Bennett, sospecha que algo sucio se oculta detrás de la muerte de su hijo y contrata a Parker para que investigue a Joel Tobias, compañero de Damien en Irak. Parker descubrirá la existencia de una organización en la que participan ex combatientes que se dedican al contrabando entre Maine y Canadá. En la operación, también aparecen involucrados unos mafiosos mexicanos, matones a sueldo y un par de asesinos tan crueles como sobrenaturales.
Connolly dosifica con destreza la información con la que va asentando la solidez de la trama y maneja con verdadera maestría el ritmo narrativo al evitar caídas en la tensión del texto. En Voces que susurran emplea tres narradores para modular con exactitud la velocidad de la acción y establecer un punto de vista esmerilado, cuyo lugar de cruce se encontrará en la mente del lector y servirá, como todo policial, para elaborar conjeturas. Hay una primera persona del singular, la voz de Charlie Parker, útil para aproximarse a los hechos y para sumar a la trama la prehistoria del protagonista. Ésta se combina con dos terceras personas, ambas omniscientes. Una de ellas se encargará de seguir a los distintos personajes según las demandas de la acción; la otra, en bastardilla, hará foco en la guerra y en los sentimientos contradictorios que genera en uno de los personajes, Bobby Jandreau, un ex combatiente que perdió las piernas por las heridas recibidas en Irak y debe desplazarse en silla de ruedas.
Como el resto de las novelas de Connolly, en Voces que susurran se conjugan dos registros argumentales. Uno que sigue la línea del policial clásico, con elementos del género negro, en el que el detective busca resolver un caso siguiendo pistas. El otro se relaciona con lo sobrenatural y plantea una lucha entre el bien y el mal. En este registro, hay una moral que dicta que quien obra de forma incorrecta deberá ser castigado. En esta novela de Connolly, hay dos personajes funcionales a ese imaginario: Herodes, asociado al mal en estado puro, asesino implacable a quien el cáncer está corroyendo, acompañado siempre por El Capitán, su demonio personal, y El Coleccionista, igual de artero que su contraparte pero que podría asociarse más al bien. Además, la intriga incluye una antigua reliquia motivo de disputa entre estos formidables contendientes que proviene del saqueo al museo de Bagdad. En medio de un contexto realista propio del policial, este registro sobrenatural, lejos de atentar contra la verosimilitud, contribuye a exponer la interioridad de los personajes y puede leerse como tal.
Como en los textos anteriores, Charlie Parker, recibe la ayuda de Ángel y Louis, una pareja de amigos muy especiales siempre dispuestos a cubrirle las espaldas al detective. Voces que susurran es, en suma, un relato atrapante que reúne los ingredientes necesarios para complacer tanto a los lectores que vienen siguiendo a Connolly desde Todo lo que muere como a aquellos que deciden abrirse a la serie con esta novela.
lanacionarvoces que susurran
Más leídas de Cultura
“Enigma perpetuo”. A 30 años de la muerte de Liliana Maresca, nuevas miradas sobre su legado “provocador y desconcertante”
“Me comeré la banana”. Quién es Justin Sun, el coleccionista y "primer ministro" que compró la obra de Maurizio Cattelan
“La Mujer Gato”. Eduardo Costantini logró otro récord para Leonora Carrington al pagar US$11,38 millones por una escultura