Reinventar el mundo

El Concurso Arcos Dorados de Pintura Latinoamericana presenta por cuarta ocasión lo mejor de la pintura joven del continente. Desde el año pasado, el concurso amplió su formato para incluir, además de una obra por artista concursando por el Premio Adquisición, una pequeña exposición individual de cada artista participante. Eso permite que el público tenga una visión más amplia y clara del cuerpo de obra y del pensamiento de cada artista.

Si hasta mediados de los años sesenta, la pintura había sido el medio predominante para la expresión artística a lo largo del continente americano, la aparición de prácticas conceptuales unidas a la necesidad de representación urgente de las realidades políticas y sociales obligaron a la pintura a pasar a un segundo plano como medio de expresión artística. El auge post-conceptual del arte latino americano a partir de mediados de los noventa continuó con esta tendencia.

En los últimos años ha habido en diferentes puntos del continente un resurgimiento de la pintura como medio de expresión. Las diferentes posiciones estéticas presentadas por los artistas participantes dentro del Concurso + Solo Show Arcos Dorados de Pintura Latinoamericana en arteBA 2013 existen más allá de cualquier estilo o escuela pictórica y demuestran que hoy no existe una sola manera de pintar, sino un pluralismo heterogéneo y un rango de diferentes formas de ver, entender y traducir el mundo a través de la pintura. En un mundo saturado de imágenes, la pintura abre nuevas ventanas de conocimiento para poder repensar y reinventar el mundo en que vivimos.

Lucía Madriz utiliza los números Fibonacci que expresan la manera en que la naturaleza crece, para crear estructuras geométricas sobre la veta orgánica de superficies de madera. También trabajando sobre madera, la obra de G. T. Pellizzi incorpora en superficies monocromáticas tanto el lenguaje de los materiales y sitios de construcción como referencias históricas a Piet Mondrian, Yves Klein y Donald Judd, entre otros. Para Pedro Varela, el punto de partida es la concepción histórica de la pintura de paisaje y la naturaleza muerta; él crea nuevas formas e imágenes de un mundo tropical-barroco-psicodélico idealizado. En el trabajo de Orlando Rojas, la pintura parece ser el resultado de una explosión fluorescente que obliga a la pintura a dejar el lienzo y esparcirse por el resto de la superficie de exhibición, interactuando de esta manera con el observador. En la obra de Adriana Minoliti la pintura también se expande, creando ambientes domésticos en los que, a través de estímulos visuales y sensaciones, la pintura se vuelve escenografía donde actuar nuestros deseos. Por último, tomando como punto de partida las pinturas históricas sobre la incredulidad de santo Tomás y el concepto de la "suspensión de la incredulidad", mediante la cual el espectador permite la existencia de la ficción, el trabajo de Sebastián Cabrera nos obliga a cuestionar la verdad de las imágenes que vemos.

• ADN LEÓN DE LA BARRA México D.F., 1972 Residente en Gran Bretaña, es curador independiente, investigador, editor, crítico y asesor de museos, ferias de arte y colecciones. Tiene un doctorado en Historia y Teoría otorgado por la Architectural Association de Londres. Es codirector del Novo Museo Tropical y fundador de la Bienal Tropical.

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Pablo León de la Barra

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