Recordando a Georges Duby
Duby, el gran historiador francés que le dedicó su vida al estudio de la Edad Media. Prefería a los filósofos como Abelardo a los reyes y guerreros.
Bajo unas cejas abundantes, sus ojos azules iluminaban un rostro afable y sonriente. Así era Georges Duby cuando me recibió hace algunos años en el Collége de France.Este gran especialista en la Edad Media acaba de fallecer a los 77 años de edad.
Con Jacques Le Fogg, Dubby nos enseñó a interesarnos por otra Edad Media en la que ya se encuentran las fuentes de la modernidad. Es autor de numerosos libros que se tradujeron al castellano. Quiero recordar algunos momentos de aquella entrevista.
-¿Cuáles son los grandes aportes de la Edad Media?
-Pienso que nuestra civilización surgió de lo que se creó en Europa durante la primera fase del crecimiento europeo. Hay dos períodos en los cuales Europa alcanzó un crecimiento prodigioso. el segundo período empieza a mediados del sio XVIII. Pero hay una primera época tan fecunda como esa que abarca desde el años 1000 hasta el siglo XII. Entonces quedaron establecidos los fundamentos de nuestra vida actual.
-Usted le da a San Francisco de Asís un lugar preponderante en la historia de la cristiandad.
-En efecto, san francisco de Asís es una figura muy importante dentro de la mutación considerable que se produce a fines del siglo XII y a comienzos del XIII. Algunos de sus gestos son el resultado de prácticas anteriores que pertenecen a la cultura caballeresca de la que Francisco sostenía todavía algunos valores. Pero al mismo tiempo de él nace todo lo que es resueltamente cristiano en la civilización contemporánea. Por una parte, su optimismo en el destino del hombre; por otra, el final de ciertos temores. Pero también, y sobre todo, por el hecho de haberle dado al sentido de lo sagrado una dimensión interior, personal, propia de cada uno de nosotros.
Así como Jesús dijo que lo que contaba no era la Ley sino el espíritu, San francisco demuestra por su acción y sus escritos que lo que cuenta no es cumplir con ceremonias o actos sacramentales, sino el impulso de amor hacia Dios, es decir, hacia los hombres.
-¿Puede un historiador ser objetivo?
-Para mí, la historia objetiva es imposibloe. La buena historia es justamente aquella en la que el historiador pone su propia pasión, su propio compromiso. se puede encontrar las tendencias políticas más diversas entre los historiadores franceses.
-Como historiador, ¿acude a las interpretaciones psicoanalíticas?
-He leído mucho a Freud y Lacan. Ante todo estoy en contra del cohcepto del inconsciente colectivo. Las sociedades no tienen inconsciente. Las personas sí. Dicho esto, como ahora me ocupo mucho de los testimonios para entender el punto de vista de tal o cual cronista que cuentan historias acontecidas en el siglo XII, y deseo comprender su mentalidad, acudeo a lo que sé de psicoanálisis, pero no voy más allá de esto en mis elucubraciones.
-¿Cuáles son para usted las grandes figuras de la Edad Media?
-Como soy un intelectual nombraría ante todo a los grandes pensadores de esa época. Un hombre como Abelardo me parece muy importante. Trató el desarrollo del pensamiento con una visión crítica y racional que concuerda con una espiritualidad muy profunda. Personalmente no me atraen mucho los guerreros, los reyes, los jefes de Estado. Prefiero limitarme a una figura como la de Abelardo.
Por Odile Baron Supervielle
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