Con una ayudita de los NFT y las criptomonedas, el diseñador Mike Winkelmann vendió en Christie’s una obra digital por 69,3 millones de dólares; se ubicó así detrás de los récords logrados en subastas por Jeff Koons y David Hockney
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“Este fue mi primer Everyday. Es una foto de mi tío Jim, a quien llamé Uber Jay. Probablemente habría dedicado más tiempo a esto si hubiera sabido que eventualmente sería parte de una pieza subastada por Christie’s”.
Eso dice ahora el diseñador estadounidense Mike Winkelmann sobre aquel retrato esbozado con lapicera el 1 de mayo de 2007, el primero de una larga serie que publicaría online. Todas las piezas realizadas durante trece años y medio lo convirtieron semanas atrás en el tercer artista vivo más cotizado en subastas, detrás de Jeff Koons y David Hockney, al venderse por 69,3 millones de dólares.
“Hice esta imagen muy rápido, en unos tres minutos a las 5 de la mañana, justo antes de llevar a mi esposa al hospital para tener nuestro primer hijo”, agrega en el sitio web de Christie’s este hombre de Carolina del Sur nacido en 1981 y conocido como Beeple, sobre otra de las imágenes que conforman el collage digital Everydays: the first 5000 days (Todos los días: los primeros 5000 días).
Con abundantes referencias a personajes de películas animadas como Shrek y Toy Story, esas creaciones que evolucionaron de la lapicera al 3D pueden verse en su cuenta de Instagram (@beeple_crap, con dos millones de seguidores) aluden según Christie’s a las contradicciones y “turbulencias políticas” contemporáneas.
Entre otras características singulares de la pieza se cuenta el hecho de que fue identificada con un NFT (siglas en inglés de Token No Fungible) único y encriptado, como garantía de su autenticidad y de su propietario legítimo, y que fue comprada con la criptomoneda Ether por un misterioso coleccionista de NFT que se hace llamar MetaKovan.
“¿Los NFT son una moda o representan el futuro del mercado del arte?”, se preguntó The Art Newspaper, una de las publicaciones especializadas en arte más prestigiosas del mundo, en el anuncio de un podcast donde sometió el tema a debate.
Según otra nota del New York Times, Winkelmann -que trabajó para marcas como Apple, Nike, Samsung y Louis Vuitton, y para recitales de Ariana Grande y Justin Bieber- no se consideraba un artista hasta diciembre pasado, cuando ganó 3,5 millones de dólares en un fin de semana con la venta de sus obras. El principal comprador, en ese caso, también fue MetaKovan, fundador de Metapurse.
“A esto todavía le falta crecer,” aseguró este último al New York Times después de la subasta, en una entrevista por Google Meet sin cámara, en la que se mostró satisfecho con el precio pagado por una obra inmaterial.