¿Qué vas a leer con tu hijo esta noche? 10 libros ilustrados de la ganadora del Pequeño Nobel
"Recibí la noticia por teléfono, poco antes de que se hiciera el anuncio oficial. Estaba volviendo de trabajar en mi jardín, con las botas de goma y la carretilla. Así que me llevó unos minutos entender lo que estaba pasando. Nunca pensé que podría recibir este premio. Luego vino el anuncio oficial, y rápidamente empecé a recibir muchos mensajes, y desde ese momento me siento como si estuviera flotando, como en un día de bodas", dice Albertine, la autora e ilustradora suiza que esta semana ganó el premio Hans Christian Andersen, conocido por su prestigio como el Pequeño Nobel.
Albertine fue elegida por el jurado por su trabajo como creadora de imágenes de libros para chicos y jóvenes. El fallo destaca que ella "crea libros con múltiples niveles de interpretación, con dibujos hechos con infinita precisión que son vivos y llenos de humor".
"Estoy emocionada, conmovida, muy sorprendida. Este premio es también de Germano Zullo, con quien he colaborado desde el principio, y sin el cual no hubiera podido hacer estos álbumes. También, de mis editores, y de todos los editores de otros países que nos acompañan y que aman nuestro trabajo. Tengo una increíble oportunidad de poder expresar ideas, visiones, una cierta visión del mundo, y que la gente nos reciba con entusiasmo", concluyó Albertine desde Suiza, donde comparte casa y trabajo con Germano. La pareja, que estuvo en Buenos Aires en 2017 como invitada del Filbita, creó libros magníficos, como Mi pequeño, que fue elegido el mejor libro de Ficción en la Feria del Libro Infantil de Bologna en 2016.
En esta sección, les proponemos recorrer los títulos ilustrados por Albertine que se consiguen en el país. Varios fueron creados junto a Germano y otros junto a diversos autores europeos. Bienvenidos al maravilloso universo de Albertine, flamante ganadora del Pequeño Nobel.
Mi pequeño, de Albertine y Germano Zullo (Limonero). Uno de los libros más conmovedores de la pareja Zullo, que narra el vínculo entre una madre y un hijo a lo largo del tiempo. Con frases cortas y dibujos en trazos negros sin colorear sobre un fondo blanco, cada escena puede disfrutarse como una viñeta suelta. Pero, en conjunto, forman una unidad. En una entrevista con LA NACION me contaron que hicieron el libro para sus respectivos padres, ya mayores. Pero luego advirtieron que, también, lo hicieron para el hijo que no pudieron tener. Una joya para disfrutar a cualquier edad.
Bimbi, de Albertine. Este álbum, también publicado por Limonero, es el complemento ideal de Mi pequeño. Sin palabras, con dibujos en blanco negro que parecen bocetos, Albertine abre la puerta de su trastienda y nos permite espiar en su diario de trabajo. Para quienes ya conocen su estilo, que combina trazos delicados con un humor intimista, este libro será casi como un fetiche: esos tesoros preciados a los que recurrimos una y otra vez y siempre nos sorprenden. Para los que se encuentren con Albertine por primera vez, pasar las páginas del libro será un viaje de ida. Para ambos grupos, va una idea: hagan la prueba de compartir Bimbi con chicos de cualquier edad. Dejen que las ilustraciones los lleven a imaginar las historias que se esconden detrás de los personajes.
Los pájaros, de Albertine y Germano Zullo (Libros del Zorro Rojo). Una deliciosa obra poética ilustrada, con un texto breve potenciado por la imagen que plantea qué sucede cuando alguien es diferente a los demás. Un camión cargado de pájaros estaciona en un desierto al borde de un precipicio. Cuando el conductor abre las puertas, sale volando una bandada de pájaros de colores. Pero hay uno distinto, negro y más chico, que todavía no aprendió a volar. Ideal para transmitir, casi sin palabras, el valor de los pequeños detalles y de las diferencias.
Palabras para la noche. Instrucciones para un buen dormir, de Annie Agopian y Albertine (Limonero). "Dejar que los dragones interiores se adormezcan": ésas y otras sugerencias poéticas aparecen en este bello álbum para los que no pueden dormir. "Deslizarse con delicia bajo la manta más suave. Escuchar atentamente el llamado de las sábanas... Y mirar cómo se anima el gran bosque de las palabras-sueño": las recomendaciones para conciliar el sueño están ilustradas por la genial Albertine.
Línea 135, de Albertine y Germano Zullo (Calibroscopio). En este libro, los autores invitan a los lectores a emprender un viaje en tren de la ciudad al campo. Esa travesía imaginaria es la excusa perfecta para reflexionar sobre el crecimiento y sus consecuencias, sobre el paso del tiempo y los recuerdos, sobre lo que olvidamos de la infancia cuando llegamos a ser grandes.
¡Ya vienen!, de Sylvie Neeman y Albertine Zullo (Limonero). Ya desde la tapa, este libro álbum anuncia que están por aparecer unos monstruos de colores. ¿Quiénes son? ¿Por qué les teme la narradora? "¿Tendrán larguísimos brazos cubiertos de pelos verdes?", se pregunta la mujer con espanto. "¿Me harán preguntas? ¿Y si no sé las respuestas?" En cada doble página, la autora y la ilustradora van dando pistas sobre la "amenaza" latente. "Dicen que a veces sus ojos brillan como las estrellas y ríen tanto que contagia". ¡Ya vienen! está narrado desde el punto de vista de una docente para quien la vuelta a clases resulta tan "terrible" como para los alumnos. Con humor y dibujos coloridos, el libro se editó en el país a principios de marzo, cuando estaba por empezar el ciclo lectivo 2020 y nadie imaginaba que pronto tendríamos a los "monstruos" en casa todo el día.
El mar es redondo, de Sylvie Neeman y Albertine (Amanuta). De la misma dupla creativa que el libro anterior, este álbum invita a emprender una travesía por el mar junto con los personajes que trabajan en un barco: Tina, que limpia y ordena los camarotes, y Antonio, que es cocinero. Dos historias que marchan paralelas hasta que el destino (y las corrientes marinas) las cruza.
El presidente del mundo, de Albertine y Germano Zullo (La Marca). El protagonista de esta historia viaja en limusina, tiene el escritorio repleto de carpetas rotuladas como "urgente", "confidencial" y "secretos de Estado" y muchos teléfonos que suenan a la vez con voces que le anuncian malas noticias y le hacen reclamos. Usa traje negro y corbata, es alto, flaco y pelado y está rodeado de asesores y ministros. En este trabajo conjunto, los autores explotan al máximo el sentido de la ironía para representar a un hombre todopoderoso que toma decisiones que pueden afectar la vida de millones de personas, pero es temeroso e inseguro. ¿Qué hace el presidente más influyente cuando no puede resolver un problema? ¿Consulta a su equipo técnico? ¿Pide refuerzos a las fuerzas armadas? Nada de eso. Cuando se siente amenazado por un enorme monstruo verde que ataca el archivo de "los asuntos más comprometedores", el presidente llama a su mamá.
Dadá, de Albertine y Germano (Ekaré). En este cuento hay un dúo de amigos que resultan muy graciosos. Se llaman Rogelio Corcel y Dadá especialistas y son campeones mundiales en salto de obstáculos. Pero, un día, en un importante campeonato, la dupla fracasa frente a muchísimos espectadores. ¿Qué está pasando? Para averiguarlo, nada mejor que pedir ayuda a los especialistas. Tierno y, al mismo tiempo, irónico, es un libro para compartir con lectores grandes, chicos y medianos.
SOS Televisión, de Albertine y Germano (Ekaré). Como dice Judith Wilhelm, editora de Calibroscopio y distribuidora del sello Ekaré en la Argentina, es un libro ideal para esta época de confinamiento y contacto social mediatizado por pantallas: "Cuando parece que la TV lo es todo para la familia Domínguez, la necesidad de improvisar nos sorprende muy gratamente". Es que los protagonistas de esta historia, pensada en un momento en el que la tele era centro del hogar, antes del boom de las tablets y los celulares, quedan paralizados cuando el aparato se rompe. ¿Y ahora qué pueden hacer? Es lo que pasa en miles de casas hoy cuando se corta la luz o se cae el servicio de Internet.
Bonus track
El único libro argentino en la lista de recomendados del jurado del Pequeño Nobel
Además de elegir a los ganadores del prestigioso premio, el jurado del Andersen selecciona veinte libros para chicos y jóvenes de los autores nominados en cada categoría. Este año, en la lista está El Brujo, el Horrible y el Libro Rojo de los Hechizos, de Pablo Bernasconi (Sudamericana). Escrito e ilustrado por el autor de Mentiras y Moretones, fue publicado en 2012 y está recomendado para lectores a partir de los 7 años.
En esta historia mágica de Bernasconi aparece un brujo llamado Leitmeritz, que resuelve los problemas de todo el mundo gracias a su Libro Rojo de los Hechizos. Pero el único problema que el brujo no puede resolver es alegrarle la vida a su asistente, Chancery, un hombre azul y triste a quien le dicen el Horrible. ¿Por qué será? La cuestión es que un día Chancery se anima a pedirle un deseo al Libro Rojo de los Hechizos. Y ahí empieza una historia con sorpresas y consecuencias inesperadas que nos habla, con humor y juegos de sentido, de la percepción y los modelos de belleza.
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