¿Qué vas a leer con tu hijo esta noche? 7 libros ideales para resguardarse en casa
En estos tiempos locos, donde se impone el aislamiento como medida de prevención ante la pandemia del coronavirus, nada mejor que refugiarse en la lectura. Por suerte, la literatura infantil provee muchos y muy buenos títulos para compartir con los chicos y las chicas de todas las edades. En esta sección recomendamos siete libros que invitan a reflexionar y a hablar de cuestiones complejas como qué es ser "normal", cómo nos vinculamos con la naturaleza y de dónde salen los mocos cuando nos resfriamos.
¿Normal?, de Amparo Sena (Corimbo). Con ilustraciones de Francesc Rovira, este libro para los más chicos nos lleva a reflexionar, desde el humor, sobre qué significa ser una persona "normal". Para eso, la protagonista recorre diversas situaciones de la vida cotidiana de gente conocida (amigos, familiares, vecinos) y se pregunta si aquello que ellos hacen es normal. Por ejemplo, cruzar la calle sin pisar las líneas blancas de la senda peatonal, como acostumbra su prima Lucía, o usar el reloj en la muñeca derecha, como hace su profesor de música. Para pensar en casa: qué cosas hacemos de manera automática, sin cuestionar, que a nosotros nos parece común y corriente pero a otros les llama la atención. Esta lectura puede disparar una charla interesante, puertas adentro, sobre hábitos y costumbres y sobre el amplio concepto de la "normalidad".
¿Hacia dónde vamos?, de Antje Damm (Iamiqué). Gran pregunta de difícil respuesta. La autora de otros libros filosóficos para chicos, como ¿Qué es la nada? y ¿Qué es el tiempo?, también publicados por Iamiqué, pregunta a los lectores y se pregunta a sí misma cómo es la relación de los seres humanos con la naturaleza. En cada página, ilustrada con fotos y dibujos, hay preguntas complejas como "¿Hay naturaleza en todas partes?", "¿De dónde saca sus fuerzas la naturaleza?", "¿Esa fuerza siempre es buena?", "¿Quiénes son más fuertes: las plantas o los animales?" y "¿De dónde proviene la diversidad de la naturaleza?". La escritora alemana plantea estas y otras cuestiones sin arriesgar respuestas. Son planteos para sentarse a pensar, debatir e intercambiar opiniones.
Mocos. Una semana o siete días, de Jaume Copons (Duomo Ediciones). El autor de la exitosa serie infantil Agus y los monstruos (Combel) se anima a explicarle a los pequeños lectores de dónde salen los mocos cuando uno está resfriado y qué podemos hacer para sentirnos mejor. Pero, lo más divertido de este libro ilustrado por Beatriz Castro, es una receta para crear en casa unos mocos verdes asquerosos y comestibles. Para jugar, aprender y divertirse con alcohol en gel a mano.
La isla del pequeño monstruo negro-negro, de Davide Cali y Philip Giordano (Pípala). Del precioso catálogo de Pípala rescato este libro ilustrado publicado en 2015 que cuenta la historia de un monstruo negro que vivía en una caverna negra de una isla negra donde también viven murciélagos negros. Al pequeño monstruo le apasiona sacar fotos pero en su isla todo se ve negro. Por eso decide viajar en un barquito artesanal que él mismo construye y visitar islas de otros colores. En su travesía, el protagonista descubre y aprende cosas que no sabía.
Unas personas, de Jairo Buitrago y Manuel Monroy (Océano Travesía). Un libro álbum extraordinario. En cada doble página ilustrada se ve una escena de la vida cotidiana acompañada por un texto breve que cuenta una historia o, en realidad, un momento de la vida de alguna persona. "Luisa descubrió en la biblioteca pública un libro sobre Juana de Arco y su vida cambió para siempre", dice uno de los relatos. "Esta muchacha pelirroja encontró una nota en la calle. La guardó durante mucho tiempo dentro de un libro: 'El amor permanece'", dice otro mini-cuento. "Una tarde, en febrero, este señor pudo hablar con su compañera de asiento sobre Moby Dick. Ella parecía interesada y feliz. Nunca coincidieron otra vez". Los personajes ("Unas personas", como el título del libro) están retratados con pinturas estilo óleo y es por eso que la página completa parece un cuadro. Al final podemos conocer a los autores, que aparecen sentados en la vereda de un bar mientras comparten un café.
El monumento encantando, de Silvia Schujer (Alfaguara). Cuatro cuentos cortos y delirantes integran este libro ilustrado por Ricardo Rossi, sugerido por los editores para lectores desde los 7 años. El primero, que da título al libro, narra una historia loca con humor y juego de palabras protagonizada por el monumento al "luchador incansable" de la plaza principal de un pueblo que un día amanece con un toallón a lunares colgado de la espada. "Villa Mongopirulo" y "Sobre nombres" también juegan con el absurdo, a partir de un extraño pueblo que cambia de hábitos según el día y de la crisis de identidad de grupo de personas que protesta porque no le gusta cómo se llaman. El tercero, "La avenida de los cisnes", no se queda atrás con el delirio y cuenta qué decide hacer una comunidad para enfrentar el caos de tránsito. Imperdibles los cuatro para leer en voz alta y divertirse.
El pequeño elfo Cierraojos, de Hans Christian Andersen (Edelvives). Con delicadas ilustraciones de Éric Puybaret, este álbum de tapa acolchada es especial para leer a lo largo de una semana. Son siete cuentos "para soñar" narrados por el mejor "cuentacuentos" del universo: un pequeño elfo especializado en hacer dormir a los chicos en paz. Los cuentos llevan como títulos los días de la semana. El elfo visita todas las noches a Víctor y le cuenta un relato distinto. Cada día tiene su particularidad. Atención: el único "ruido" del libro es la traducción para España, con algunos términos y conjugaciones verbales que en Argentina no usamos. Pero pueden resultar buenos "recursos narrativos". Leída con onda, la frase "Pues habrá que daros un purgante" hará reír a los chicos.
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