¿Qué vas a leer con tu hijo esta noche? Tres historias mágicas de Liliana Bodoc
El jueves 6 se cumplieron dos años de la muerte de Liliana Bodoc. En la sección de esta semana recordamos a la autora de La saga de los confines con tres de sus libros: dos historias para los más chicos y la última novela que publicó, Elisa. La rosa inesperada, inspirada en un viaje por el norte argentino. Además, dos títulos de edición reciente de grandes autoras argentinas: Selene, de María Teresa Andruetto, y La aldovranda en el mercado, de Ema Wolf. Y sigan hasta el final porque hay uno de yapa.
La mejor luna, de Liliana Bodoc (Norma). De la Colección Torre de Papel, un libro sugerido para chicos de seis años en adelante, con ilustraciones de Eugenia Nobati. Cuenta la historia de una gata, Melina, mascota de Juan, que cambia de ánimo y de humor de acuerdo a la luna: cuando la ve grande y redonda, la gata está feliz; cuando la luna comienza a achicarse, se pone triste. Para ayudar a Juan y a Melina, al pintor Pedro se le ocurre dibujar una luna nueva.
El rastro de la canela, de Liliana Bodoc (SM). De la colección Gran Angular, una historia de amor entre una niña llamada Amanda Encinas y un mulato, Tobías Tatamuez, con aroma a canela y miel, con el telón de fondo de la lucha por la Independencia. También de SM, pero de la serie Teatro de papel, recomiendo Yo, el espejo africano, una adaptación teatral de la novela El espejo africano, de Bodoc, de la que participó la misma autora. En la versión teatral, el espejo se convierte en personaje y le habla a los espectadores. El espejo narra los hechos y une los diálogos de los demás personajes; uno de ellos es San Martín.
Elisa. La rosa inesperada (Norma). Una novela realista escrita a partir de un viaje intenso y movilizador de Bodoc por el norte argentino. Fue su último título publicado en vida. La historia tiene elementos autobiográficos, ya que la protagonista es una joven de una villa santafesina que la autora conocía bien y a la que volvió después del viaje iniciático a Jujuy. En el sitio elviajedelilianabodoc.blogspot.com.ar se puede leer la bitácora, anécdotas de su trabajo, del proceso de escritura, entrevistas con personas reales que inspiraron varios de los personajes y hasta escuchar algunas canciones que ella oía mientras escribía. Fue la primera vez que Bodoc viajó para escribir. El resultado es conmovedor. No se la pierdan. Integra la colección Zona Libre.
Además:
Selene, de María Teresa Andruetto (Sudamericana). Con ilustraciones de Germán Wendel, es una historia de Navidad que empieza el 23 de diciembre, un día antes de Nochebuena. "La niña se llamaba Selene y tenía un rostro hecho para la luz, grandes ojos claros y piel rosada, y el pelo le caía como una cascadita hasta los hombros": así describe Andruetto a la protagonista de este relato conmovedor y un poco nostálgico. Con realismo y ternura, la autora cordobesa narra la relación entre Selene y Luisa, la mujer que la cuida. Luisa le cuenta historias de su pueblo, de su infancia sin Papá Noel pero con tradiciones como el culto al Pequeño Diaguita. En apenas cuatro capítulos, la escritora logra narrar la intimidad de ese vínculo tan cariñoso y estrecho que se establece entre una chica de la ciudad y una mujer sola que la adora.
La aldovranda en el mercado, de Ema Wolf (Alfaguara). Reedición de un título publicado originalmente en 1989, que tuvo diversas ediciones. La nueva tiene ilustraciones de Matías Trillo e incluye una presentación de la autora que dice así: "Amo a los monstruos. Los amo desde que empecé a escribir. Ya en las primeras historias aparecieron personajes de lo peor: vampiros, momias, plantas carnívoras, chinos envenenadores, fantasmas, endemoniados… Ningún conejito, ningún pajarito… (…) En La aldovranda reuní a mis monstruos favoritos, lo que no significa que sean los más lindos. Algunos son monstruos de verdad, otros son personas disfrazadas, pero no creo que nadie note la diferencia". ¿Y qué vendría a ser una aldovranda? Una planta carnívora que va de compras a una carnicería y arma un gran revuelo entre los defensores de las verduras y los fanáticos de la carne asada. El libro también incluye otros cuatro cuentos breves, todos tan delirantes como divertidos.
Lo que sé de mis monstruos, de Liza Porcelli Piussi (SM). Un título de la colección El barco de vapor publicado en 2012, sugerido por los editores para lectores a partir de los 9 años. Con lenguaje sencillo y mucho humor, la autora cuenta en capítulos breves todo lo que aprendí sobre "sus monstruos" de la infancia: que les gusta andar en grupo, que algunos temen a los chicos, que se enamoran, que tienen una Declaración Universal de Derechos del Monstruo y hasta que escriben graffiti del estilo "Los monstruos no se muestran "¡Se mostran!". Un gran libro para los más chicos que se lee de un tirón como si fuera una enciclopedia narrada sobre monstruos y monstruitos.
Bonus track
Para los fanáticos de las historias con monstruos, va esta actividad gratuita en el Museo Nacional de Bellas Artes.
¡Oh, monstruos en el Museo! Una invitación a buscar criaturas escondidas en pinturas y esculturas exhibidas en el Bellas Artes. Recomendado para chicos de cinco años en adelante, el recorrido finaliza con un taller de creación. Para agendar: hoy a las 17. Repite el miércoles y el sábado 22, a la misma hora. No se necesita reserva. Punto de encuentro: hall central del museo.
Uno de yapa
El lobo que quería cambiar de color, de Orianne Lallemand y Éléonore Thuillier (Auzou). El lobo más famoso de Francia e Italia llegó a la Argentina con cuatro títulos que se venden en 25 países y fueron traducidos a más de 20 idiomas. En este cuento, el lobo (que es amigable, nada que ver con otros lobos de otros cuentos) está obsesionado con cambiar de color: como no le gusta su pelaje negro, va probando distintos tonos. Uno cada día. Pero ninguno le convence. Ideal para los más chicos de la casa, una historia entretenida sobre cómo nos vemos y cómo nos queremos ver.
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