¿Qué vas a leer con tu hijo esta noche? Un homenaje a María Elena Walsh con cuentos y canciones
Este sábado 1 de febrero, María Elena Walsh cumpliría 90 años. A modo de homenaje a nuestra querida autora (que murió el 10 de enero de 2011, a los 80) hoy recorremos sus clásicos, que no deberían faltar en ninguna biblioteca familiar y escolar. También, algunos libros sobre su vida, con anécdotas e ilustraciones. Y como bonus track, un concierto con sus canciones en la reapertura del CCK y una lectura pública en Ostende, cerca del mar.
Atención: sigan la lectura hasta el final de la sección porque hay más. ¿Una pista? Los títulos de autores e ilustradores argentinos de publicación reciente que fueron seleccionados por la Fundación Cuatrogatos para la edición 2020 de su premio anual, que desde 2014 reconoce los libros de excelente calidad creados por escritores e ilustradores iberoamericanos. Este año, la imagen del catálogo digital que reúne el material del concurso fue creada por Diego Bianki.
Dailan Kifki, de María Elena Walsh (Alfaguara). "Me llamo Dailan Kifki y le ruego que no se espante porque soy un elefante. Mi dueño me abandona porque ya no puede darme de comer. Soy muy trabajador y cariñoso y me gustan los dibujos animados": así se presenta el elefante a la protagonista de este cuento disparatado publicado originalmente en 1966 y relanzado en diferentes ediciones. Desde que Dailan aparece con una carta pegada en la trompa en el patio de la narradora todo cambia para siempre para la familia que adopta un elefante como mascota. Verdadero clásico de la literatura infantil argentina, es el libro que siempre recomiendo cuando me preguntan por dónde empezar a armar una biblioteca para primeros lectores. La colección AlfaWalsh del sello Alfaguara infantil y juvenil también incluye Zoo loco, Cuentopos de Gulubú, El reino del revés y Tutú Marambá, que en 2020 cumple 60 años desde su primera edición.
Concierto sinfónico
El sábado 1 a las 20, en el Auditorio Nacional del CCK, se presenta Cantando al sol, un concierto sinfónico en homenaje a María Elena Walsh. Con dirección y arreglos de Gustavo Spatocco al frente de un ensamble orquestal, participan cantantes como Juliana Gattas, Daniela Herrero, Silvina Moreno y Sofía Viola, que interpretarán clásicos de su repertorio para adultos como "Réquiem de madre", "Sábana y mantel", "Como la cigarra", "El viejo varieté", "Los ejecutivos" y "Canción del caminante". Las entradas gratuitas (máximo dos por persona) se reservan por la web del cck o en la boletería (Sarmiento 151) hasta las 18.
Lectura en la playa
Para los que estén en Ostende y alrededores (Pinamar, Valeria del Mar, Cariló) esta tarde, a las 18, también con entrada libre, la narradora Mariela Kogan (que es bióloga y autora de libros para chicos publicados por Iamiqué como Ecología del 1 al 10 y Ecología hasta en la sopa) leerá cuentos y poemas de María Elena, en el balneario del Viejo Hotel (Juan de Garay y Rambla Sud). No se lo pierdan.
Entre las hojas que cantan. La vida de María Elena Walsh, de Mercedes Monti, Adriana Riva y Josefina Schargorodsky (Diente de león). "En 1930, un astrónomo estadounidense descubría Platón, Mahatma Gandhi marchaba por la independencia india, en Uruguay se jugaba el primer mundial de fútbol, y en Ramos Mejía, un pueblo al oeste de la ciudad de Buenos Aires, nacía una niña llamada María Elena Walsh". Así empieza la biografía ilustrada de la gran escritora y compositora argentina que recorre su vida con escenas de la infancia, la juventud, las lecturas clave, los primeros poemas y el primer libro, Otoño imperdonable. También, su viaje a Estados Unidos con Juan Ramón Jiménez, el autor de Platero y yo, a quien conoció en Buenos Aires en 1948; la estadía en Europa junto con Leda Valladares y el primer libro para chicos, el genial Tutú Marambá que poco después ella misma adaptó al teatro, y el primer disco, Juguemos en el mundo. A modo de separadores aparecen páginas que suman información: las influencias literarias (Hans Christian Andersen, Lewis Carroll, Charles Perrault, los hermanos Grimm y Carlo Collodi); y un bestiario con los personajes más famosos: El mono Liso, la vaca estudiosa y la mona Jacinta, entre otros.
Mujeres insolentes de la historia 2, de Felipe Pigna (Emecé). Entre las 29 mujeres elegidas por Pigna para el segundo volumen de su "bestiario de mujeres rebeldes" está María Elena Walsh. Y claro: la autora de los clásicos que marcaron nuestra infancia no podía faltar entre las figuras femeninas más insolentes. Retratada por Augusto Costhanzo, autor de las ilustraciones del primer tomo y del segundo, la poeta y compositora comparte páginas con otras mujeres célebres como Victoria Ocampo, Lola Mora, Niní Marshall, Tita Merello y Eva Perón. Y, también, con otras que tienen una gran historia pero no son tan conocidas: entre ellas, las espías de San Martín, que lo ayudaron a preparar el cruce de los Andes durante los dos años previos, y Martina Chapanay, heroína popular de San Juan.
María Elena Walsh para chic@s, de Vanesa Jalil, ilustrado por Julio Ibarra. (Sudestada). De la Colección Aventurer@s, una biografía breve que hace foco en la presencia de sus obras en el país durante varias décadas. Otras biografías de escritores de la misma serie cuentan en forma amena y sencilla las vidas de Julio Cortázar, Alejandra Pizarnik y Osvaldo Bayer. Mi favorito: Quino para chic@s.
Para los más grandes
Nací para ser breve, de Gabriela Massuh (Sudamericana). Una larga y amena conversación, que se desarrolló por partes, a lo largo de seis meses, es el pilar de este libro que cuenta la vida de María Elena Walsh, presentado como una biografía completamente subjetiva, escrita desde el afecto y la cercanía que unió a la autora con María Elena. Con una fabulosa combinación de géneros (memorias, entrevista, testimonios en primera persona), Massuh recrea una serie de charlas que mantuvo con la escritora a mediados de 1981, mientras Walsh se recuperaba de un tratamiento de quimioterapia. Nací para ser breve es mucho más que una semblanza: puede leerse como una crónica de época y un registro documental sobre la configuración del corpus de una artista única. Entre otras anécdotas deliciosas, recuerda aquel maravilloso día de Reyes en el que sus padres le regalaron el instrumento que más deseaba: una batería "completísima", entre otros recuerdos de su infancia.
Los libros argentinos seleccionados por la Fundación Cuatrogatos
Repasamos algunos de los títulos ganadores del premio 2020 de la Fundación Cuatrogatos, algunos finalistas y también los que figuran entre los cien libros imperdibles.
Dos premiados
La bufanda roja, de Nicolás Schuff y Mariana Ruiz Johnson (Edelvives). De la colección Pequeletra, para los más chicos, este libro de formato cuadrado, con dibujos súper coloridos, narra el viaje que hace una bufanda de lana olvidada en una plaza, que pasa de mano en mano y de personaje en personaje hasta completar un ciclo. Tierno y emotivo, es ideal para compartir con los más chicos a la hora de dormir.
El paseo, de Pablo Lugones y Alexandre Rampazo (Quipu). La experiencia de aprender a andar en bicicleta (que, como siempre se dice y así es, uno aprende y jamás olvida) representa en este conmovedor libro un viaje por dos vidas: la de un padre y una hija. En el inicio, la niña es pequeña y el padre, joven, es quien se esfuerza por ayudarla a dar sus primeros pedaleos. El tiempo pasa. La nena crece; el padre, también. Y la vida sigue su curso con su inevitable final. "No siempre se está preparado. Todo puede cambiar de un momento a otro", dice el autor. Gran verdad.
Finalistas
Entre los 1500 libros leídos por el jurado del concurso literario llegaron a la final algunos títulos como Nunca jamás, de Carola Martínez Arroyo (publicado en 2019 en la Colección Zona libre de Editorial Norma) y Nunca estuve en la guerra, de Franco Vaccarini (de la Colección Gran Angular de Ediciones SM). Los dos están sugeridos para "los que se volvieron grandes lectores". Además, acá van las reseñas de los otros finalistas que ya hemos recomendado en esta sección.
Bombay, de Sandra Siemens, ilustrado por Isol (SM). Estructurado en capítulos breves, todos narrados por Elena, la "reinita" de la casa, el texto plantea preguntas y reflexiones sobre diversos temas: el amor familiar, el paso del tiempo, la llegada de un hermano, los recuerdos. Los pensamientos y las dudas de Elena aparecen como diálogos entre la chica y Bombay, su gato. Ganador del Premio El Barco de Vapor, es un libro ideal para lectores preguntones y curiosos.
Clara y el hombre en la ventana, de Maria Teresa Andruetto (Limonero). Con imágenes de Martina Trach, que debutó como ilustradora de libros con este proyecto, en este relato Andruetto cuenta la historia de su madre y de un hombre llamado Juan: "Cómo ella descubrió los libros y él, la luz del día", dice la autora cordobesa, la única escritora argentina que ganó el prestigioso Premio Hans Christian Andersen, conocido como "el pequeño Nobel". Clara y el hombre en la ventana tiene dos personajes: una chica, llamada Clara, que atraviesa el campo con una canasta con ropa limpia para llevársela a un hombre que vive solo en una casa repleta de libros. En cada encuentro, él le prestará libros y ella, de a poco, indagará sobre su vida y las causas de su aislamiento y su soledad. Sencillo, tierno y profundo, es una maravilla de Andruetto para todas las edades.
Mis tíos gigantes, de Nicolás Schuff (Loqueleo). Un escritor intenta escribir cuentos pero la compañía no lo ayuda: sus tíos Severino y Saturnino lo interrumpen todo el tiempo con pedidos extravagantes y consejos. ¡Qué pesadilla! Un día lo despiertan a las cinco de la mañana para ir al zoológico a ver animales "de verdad", ya que los que inventa el autor para sus cuentos no existen. Un poco cansado, se le ocurre un cuento delirante protagonizado por dos tíos muy molestos y quejosos. Adivinen si les gusta.
100 recomendados
En la lista de los cien libros para chicos y adolescentes recomendados por la Fundación Cuatrogatos figuran varios argentinos, entre ellos, Avión que va, avión que viene. Poemas para mandar en avioncitos de papel, de Laura Devetach con ilustraciones de Istvansch (Norma); Confusiones y disparates, de Graciela Repún, con ilustraciones de Federico Porfiri (de la Colección Jacarandá de Editorial Vicens Vives); Francisco Solar Madriga, de María Cristina Ramos e Istvansch (Ediciones SM); Las iguales, de Andrea Ferrari (Loqueleo); Un ángel todavía, de Jorge Luján, con ilustraciones de Paloma Valdivia (Colección Poesía ilustrada de Loqueleo); Astronomía poética, de Juan Lima (Calibroscopio); y Mientras no muera tu nombre, de Liliana Cinetto (Colección Zona libre de Editorial Norma).
Además:
Dos para los más chicos
¿Quién fue primero?, de Laura Devetach (Norma). Con delicadas ilustraciones de Clau Degliuomini, este libro de la colección Buenas Noches está dirigido a los más chicos. Protagonizado por una gallina que se llama Papanata, en su breve relato Devetach plantea una duda existencial que solemos tener todos en algún momento de la vida: ¿qué fue primero: el huevo o la gallina? Papanata, claro, está convencida de que antes que huevos hubo gallinas. Para confirmarlo va preguntando a otros animales. Así, de pregunta en pregunta y de página en página transcurre este cuento, que tiene final abierto y divertido.
Ratón de biblioteca, de Luciana De Luca y Cynthia Alonso (Periplo). La hora de la siesta puede ser mágica. Eso piensa la protagonista de este cuento para amantes de los libros. Cuando sus padres duermen la siesta, ella se sumerge en la biblioteca para navegar entre libros de toda clase: con dibujos, con palabras serias, con misterios. "Cuanto más leo, más grande se hace el mundo", dice la narradora, una verdadera ratona de biblioteca. Para contagiar la pasión por la lectura desde la infancia.
Dos para los más grandes
Radiografía del instante, de Melina Pogorelsky (Ediciones SM). Diez relatos breves, de una ferocidad inquietante, conforman este libro fascinante publicado en la colección Gran Angular. Empieza con el cuento que le da título al libro: una suerte de carta, irónica y realista, dirigida a una amiga enferma en sus últimos días de vida. Instantes duros como enfrentar la muerte de un ser querido y también otros más felices como el recuerdo de una fiesta de la infancia con una ridícula coreografía familiar configuran un conjunto de experiencias íntimas reflejadas en el texto sin complacencia. Abandono, desamor, abuso, infidelidad, pudor adolescente, reencuentro, reproches por situaciones que no deberían haber sucedido: cada cuento funciona como una fotografía Polaroid de un momento determinado de una vida. Son esos episodios que uno esconde y no cuenta, pero que quedan en la memoria del cuerpo, a veces como simples anécdotas y otras, como sucesos impensados que pueden modificar nuestra historia.
Memorias de Vladimir, de Perla Suez (Comunicarte). Una historia de inmigración a fines del siglo XIX desde Rusia hasta la Argentina. Con delicadas ilustraciones de Christian Montenegro, todas en negro y turquesa, la aventura de Vladimir empieza en la infancia en tiempos del zar Nicolás II y avanza hacia la adultez en la Buenos Aires de 1942. El largo viaje en barco por el océano con su tío Fedor y el gallo Yankl, el desarraigo, las nuevas costumbres y la nueva lengua, los amigos, el trabajo en el campo en la colonia judía San Gregorio, en Entre Ríos. Peripecias narradas con una prosa poética deliciosa, que invita al lector a imaginar los escenarios naturales donde transcurren las escenas. Reeditado este año por la editorial cordobesa Comunicarte, en su colección Idas y Vueltas, el libro había sido publicado en 1991 por Alfaguara. La autora, que nació en Córdoba en 1947 y creció en el pueblo entrerriano Basavilbaso, rinde homenaje a sus abuelos inmigrantes en este relato profundo sobre la identidad, la tradición y la memoria.
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