¿Qué vas a leer con tu hijo esta noche? El cuento para chicos que Borges nunca escribió y otros 6 libros misteriosos
Cuando se cumplen 120 años del nacimiento de Jorge Luis Borges, seleccionamos dos libros relacionados con el gran escritor argentino: uno escrito a partir de un cuento que Borges narró y nunca escribió y otro que le rinde homenaje a partir de uno de los personajes inventados de Manual de zoología fantástica. Además, otros cinco títulos para chicos de todas las edades con poesía, bellas ilustraciones e intrigas.
El secreto de Borges, de Matías Alinovi y Diego Alterleib (Pequeño Editor). En 1981, frente a un grupo de alumnos de cuarto grado, Jorge Luis Borges improvisó un relato protagonizado por él mismo y se lo contó a los chicos que lo visitaban en el departamento de la calle Maipú. Treinta y seis años después, Matías Alinovi, uno de aquellos testigos privilegiados, recuperó la historia y la convirtió en libro. El secreto de Borges ofrece al público infantil el detrás de escena de la tarde en la que el autor recurre a la magia de la ficción para entretener a los inquietos estudiantes. ¿Qué les contó el autor de Ficciones? Nada más y nada menos que el secreto de su longevidad. "Les voy a explicar cómo pude vivir tantos años", recuerda Alinovi que les dijo Borges. Y ahí nomás arranca el cuento dentro del cuento, ilustrado por Diego Alterleib con tinta china negra y algunos toques de verde. Así como el protagonista del cuento "El inmortal" alcanza la inmortalidad al beber agua de un río, el Borges del relato oral que Borges nunca escribió llega a vivir tantos años gracias al agua de un aljibe habitado por tortugas. "Y entonces Borges nos dijo que él, un día, se había puesto a pensar, y se había dado cuenta de una cosa: el agua que él había tomado cuando era chico no era agua, sino agua de tortuga..." Esa fue la única vez que Matías y sus compañeros vieron a Borges. Los recuerdos del autor tomaron la forma de un libro para chicos, que incluye al final una biografía de Borges narrada en ocho escenas para que los lectores puedan conocer un poco más sobre su vida y su obra.
El primer viaje del mono de la tinta, por Iris Rivera y Fernando Calvi (Cántaro). Una historieta de la serie Aventuras en cuadritos, protagonizada por un mono de la China que se alimenta con tinta. A lo largo de ocho capítulos, la autora cuenta una historia de ficción adentro de otra historia: es el relato escrito en chino con el que está trabajando una traductora. Después de innumerables aventuras y travesuras, el mono se cruza con Adolfo Bioy Casares, justo cuando el escritor está leyendo Manual de zoología fantástica, escrito por Jorge Luis Borges y Margarita Guerrero y publicado originalmente en 1957 por Fondo de Cultura Económica de México. El mono de la tinta, uno de los seres imaginarios del manual ficticio, se cruza también con Borges, Silvina Ocampo y Fanny, ama de llaves de la casa de Georgie, como nombran al autor de Ficciones en esta delirante historieta. Ocurrente, original y divertida, la recomiendo fervorosamente a los amantes del cómic y a los que quieran descubrir a Borges en las viñetas.
Cuentos con sombrero, de Luciano Saracino y Poly Bernatene (Edición de autor). Muchos de los libros que encontramos en el sector infantil de las librerías no son exclusivos para chicos. Uno de ellos es Cuentos con sombrero, que se presenta este sábado a las 16.30 en el Espacio Cultural de la Biblioteca del Congreso (Alsina 1835). Con tapa dura y una edición muy cuidada a cargo de los propios autores, incluye historias breves, poemas, relatos de intriga, de amor y fantásticos. Como dicen Saracino y Bernatene, el libro es muchos libros. "Si lo lee un niño, será un libro para niños. Si lo lee un adulto, será un libro para adultos. Pero si lo leen juntos serán miles de libros a la vez". Saracino y Bernatene publicaron juntos Agendas monstruosas (Unaluna), Buscando al Conde (Editorial Progreso, México) y La Venganza del Yeti (Unaluna).
Cuando no llega la noche, de Poly Bernatene (Unaluna). Este álbum, escrito e ilustrado por Bernatene y publicado en 2010, empieza con una tierna propuesta a los lectores: "Piensa si puedes recordar lo que aún no has soñado. Eso que la noche te ha traído cada vez que cierras los ojos". El cuento transcurre en un mundo mágico, "donde el día se puede ir y la noche no puede llegar". Con la ayuda de unos personajes peculiares, la luna aparece en el cielo oscuro y el ciclo de la vida continúa. Breve, poético, con bellísimas imágenes, es ideal para leer a los más chiquitos de la casa cuando el pícaro sueño no quiere llegar.
La niña que paró el tránsito, de Fabricio Valério (V&R). Con ilustraciones en collage de Bruna Assis Brasil, este libro para los más chicos transcurre en una gran ciudad con muchos vehículos y lío de tránsito. El autor, que nació en San Pablo en 1981, cuenta en la página final que se enoja mucho cuando ve por las calles paulistas que los automovilistas no respetan a los peatones y ciclistas. En su biografía dice que no le gusta manejar. "Prefiere el transporte público porque puede leer y escuchar las conversaciones de los otros. Escribe un montón de historias en su cabeza durante sus caminatas". En uno de sus paseos a pie se le ocurrió la historia de la niña que paró el tránsito con su bici, que tiene un planteo delirante y muy divertido.
Los versos de la niña lápiz, de Silvia Schujer (Loqueleo). Pablo Bernasconi ilustra los poemas de Schujer, que rinde homenaje con esta obra a Tim Burton y su excepcional libro La melancólica muerte de Chico Ostra, publicado en 1999, con textos y dibujos del director de Charlie y la fábrica de chocolate. En los versos de Schujer aparecen personajes extravagantes: una niña lápiz que "gastará sus días/ de extraña criatura/ soñando despierta/ morir de escritura". También, un bebé trompeta, hijo de un "papándereta" y una "mamá timbal". Y muchos más por el estilo. Al final, la autora anuncia que próximamente se podrán escuchar las canciones de la niña lápiz en las plataformas digitales.
Una casa que fue, de Julie Fogliano y Lane Smith (Océano Travesía). Una casa abandonada en un bosque. Dos chicos intrigados que se animan a entrar por la ventana. Un silencio que cruje. Libros que esperan. Fotos que se esfuman. Y muchas preguntas para imaginar posibles respuestas. Todo eso propone este libro inquietante que, como los buenos libros, genera más dudas que certezas.