¿Qué vas a leer con tu hijo esta noche? Una caminata musical por la luna y consejos para viajar al espacio
Seis cuentos alunados para pequeños lectores y un taller de arte para crear un mural con las ilustraciones del nuevo libro infantil publicado por el Museo Moderno
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Esta semana seleccionamos cuentos ilustrados que hablan de viajes espaciales: un autor imagina el alunizaje de un músico de jazz que llena la luna de melodías; otro narra la historia de una perra callejera llamada Laika, igual que aquella que los rusos mandaron al espacio en 1957. Además, hay una chica que siempre soñó con ser astronauta y una serie de consejos muy originales para emprender viajes fantásticos. Pasen y lean.
Caminando en la luna, de Martín Pérez (El Ateneo). En este cuento súper original ilustrado por Juan Soto, el autor propone un cambio de protagonista de un hecho histórico que conmocionó al mundo: la llegada del hombre a la luna en 1969. En el viaje que imagina, el Armstrong que aluniza y dice la famosa frase “es un pequeño paso para mí, pero un salto gigante para toda la humanidad” no es el astronauta Neil sino el trompetista Louis. Más allá de compartir apellido, no tenían ningún parentesco ni vínculo en común, como aclara Pérez en las páginas finales, donde aporta las biografías de los dos Armstrong. Cuando llega a la luna, Louis toca su trompeta mientras camina por la superficie desolada y piensa que allí solo falta “agua y jazz”. Un gran libro para grandes lectores.
Los viajes de Laika, de Antonio Ortuño y Jonathan Farr (Océano Travesía). El escritor mexicano cuenta la historia de una perra callejera del poblado de Cocula, cerca de Guadalajara, que no tiene nombre. La familia que la adopta le pone Laika, como la perra rusa que fue enviada al espacio en 1957 y no sobrevivió. A Laika le encanta tirarse en el pasto a mirar el cielo. Y, después de un viaje movidito de México a Alemania, descubre que el cielo es igual, pero distinto, en todas partes.
Muy lejos de la tierra, de Ruth Kaufman y Diego Bianki (Pequeño Editor). Rita es una chica que siempre soñó con ser astronauta. “Su primera palabra fue Luna”, pero en su casa sospechaban que la nena dijo “Luna” antes que “agua” porque así se llama su mamá. A medida que crece, Rita sigue con su sueño de viajar al espacio: hace volar a las muñecas y se pasa horas mirando las estrellas. Tan fuerte es su deseo que se hace realidad. Pero no les voy a contar cómo, cuándo, dónde ni por qué. Los invito a volar con este relato ilustrado a toda página y descubrir el viaje espacial de Rita.
Consejos para cuando viajes al espacio, de Darío Rojo y Mario Varela (Cúmulus Nimbus). Ilustrado por Natalia Jankowski, este libro álbum tiene una tapa repleta de títulos, que está diseñada como la portada de una revista. Se presenta como una “guía autorizada para este universo” y es ideal para leer en familia: tiene consejos disparatados (“No contrate venusinos para hacer cosas de marcianos”), datos divertidos sobre planetas y galaxias, diarios de viaje célebres (como el de “Heterónimo Pessoa, el astronauta que sobrevivió”), afiches y “publicidades” de viajes espaciales. Los más chicos se van a sorprender con la cantidad de propuestas: entre ellas, armar dos cohetes de colores con los cartones para troquelar que vienen en las solapas (en la última página hay un código QR para escanear que ofrece otros modelos de naves para armar). Si tienen sentido del humor, los más grandes van a disfrutar de los textos inteligentes, de las ilustraciones y de consejos como “Está terminantemente prohibido consumir pasta de dientes en los viajes espaciales”.
Eso que rueda, de Luciana De Luca y Flore Rodríguez (Periplo). Un libro precioso de la colección Los chiquitines, para la primerísima infancia. El texto en rima y los dibujos coloridos invitan a girar el libro en algunas páginas para hacer rodar la historia. Ideal para compartir antes de dar las buenas noches.
Dicen que, de María José Tellería (Gerbera). Dicen que este libro ganó el II Concurso Internacional de Libro-álbum organizado por la plataforma Soy Autor. Dicen que la autora e ilustradora es diseñadora gráfica y publicó libros en Italia, Austria y la Argentina. Dicen que, en esta historia, se escaparon algunos animales de una reserva. Pero parece que los que dicen eso no saben bien cuáles, cómo, dónde y por qué. Una joyita de edición reciente para atesorar.
Bonus track
Un muro de papel para intervenir
Este domingo, a las 16, Mariana Cincunegui coordina el taller “Jardín continuo”, una actividad performática e interdisciplinaria para chicas y chicos a partir de 3 años en el Museo Moderno. Es una invitación a transformar un mural de papel continuo de doce metros con las imágenes de Vuelvo como un jardín después del invierno, de Cotelito, el segundo título de la colección de libros de artistas para chicos del museo. Atención: se recomienda asistir con ropa cómoda que se pueda manchar con pintura de colores. Gratis, sin inscripción previa. Repite los domingos 30 de enero, 6 y 13 de febrero de 16 a 17, en el auditorio del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires (Av. San Juan 350).
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