¿Qué vas a leer con tu hijo esta noche? Sobre la locura de la guerra y una larga noche sin dormir
Un recorrido guiado por siete libros para chicos con historias potentes e ilustraciones narrativas; además, los miles de ejemplares de autores nacionales que se salvaron de la guillotina
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Un soldado obsesionado con la guerra. Una beba que no para de llorar. Siete chicas bravas con historias delirantes. Un nene que protesta hasta que se convierte en oveja. El misterio del árbol de secuoya que crece donde nadie lo imaginaba. Y una nena que se llama Alicia, odia su nombre y se hace amiga de un compañero nuevo de escuela, que también tiene nombre de personaje literario: Peter. Además, la reedición, en tomos, de una novela gráfica mítica de Hugo Pratt. Todo esto podrán encontrar esta semana en la sección de libros recomendados para pequeños, medianos y grandes lectores. Pasen y lean: están invitados. No se pierdan el bonus track con una excelente noticia sobre el rescate de miles de libros que tenían como destino la guillotina.
El soldadito, de Cristina Bellemo y Veronica Ruffato (Océano Travesía). Un libro editado hace unos meses, en 2021, que resulta súper acorde con estos tiempos de guerra. En un interesante juego entre texto e imágenes, las autoras italianas describen la locura de la guerra con unas sutiles metáforas visuales. “El soldadito tenía muchas tareas: marchar atacar apuntar disparar retirarse. Marchar atacar apuntar disparar retirarse. Marchar atacar apuntar disparar…”. A través de un solo personaje, el soldadito del título, narran una historia conmovedora, con el recurso del humor en las escenas gráficas. Lo recomiendo para lectores en etapa de escuela primaria: los más chicos se engancharán con el absurdo de algunos dibujos; los más grandes, con lo absurdo y aterrador de la guerra.
Una noche sin dormir, de Micaela Chirif y Joaquín Camp (Lecturita Ediciones). Elisa, la pequeña hermana de la narradora de este nuevo cuento de la autora peruana, no para de llorar. Sus padres no saben cómo calmarla. Pasan la noche entera sin dormir porque llora tanto y tan fuerte que despierta a los vecinos más lejanos y hasta a personajes de cuentos. Por suerte, aparece la abuela que es tan sabia como sorda. Las ilustraciones súper coloridas y expresivas de Camp refuerzan el maravilloso texto de Chirif, que tiene frases como: “Ella lloraba como un diluvio y tres maremotos”.
Mal día para ser mala, de Cristina Macjus (Alfaguara). Siete cuentos breves e inquietantes protagonizados por chicas bravas: hay una que se cansó de ser buena y está dispuesta a ser mala “porque la bondad no funciona como esperaba”; otra que imagina cosas delirantes a partir de las imágenes de los tres tomos del Diccionario Universal Ilustrado de su abuelo; y otra que tiene “un cerebro de nuez y soñó con primaveras”. Hay, también, “una chica poligrilla con una valija algo desvencijada” que busca a su mamá; “una chica cachivache” que viaja a otras dimensiones y otra que no quería aburrirse y guardaba los días aburridos en una caja mágica. Con ilustraciones excepcionales de Mariano Enriquez, es un libro imperdible para lectores que se fascinan con el humor delirante.
Metamorfosis, de Graciela Bialet (La Brujita de Papel). Un cuento muy irónico y divertido, ilustrado por Daniela López Casenave. Perfecto para leer con chicas y chicos muy protestones, que no quieran ir a la escuela y se la pasen llamando todo el tiempo a la mamá. Es lo que hace Julián, que tiene nueve años y no cree en el poder de la metamorfosis: “Esos que no creen que las cosas y las personas pueden convertirse en otras”. Tuvo que pescarse una hepatitis y faltar cuarenta días a la escuela para descubrir que, de tanto berrinche, se parece más a una oveja que a un chico cualquiera.
Alicia y Peter, de Margarita Mainé (Planeta Lector). Una novela fascinante para lectores de 8 años en adelante, según recomiendan los editores. La autora de la exitosa saga “Días de…” presenta una historia súper divertida, con lenguaje coloquial, y personajes que son como los chicos de hoy: transcurre en una escuela peculiar, a la que empieza ir Alicia sin ganas “por culpa” de una mudanza y de la inminente llegada de una hermanita. Odia el cambio, no quiere hacerse amigos nuevos, hasta que conoce a Peter, un chico que tiene su mismo “problema”: lleva un nombre inspirado en el personaje literario favorito de sus padres. No dejen pasar este libro, con ilustraciones de Hebe Gardes: no lo van a poder largar hasta el final.
Un día ya lo verán, de Sol de Angelis (Catapulta Junior). ¿Puede crecer una secuoya en una región del mundo donde no existen esos árboles gigantes? Todos creen que no, que es imposible, menos Margot, la niña protagonista de esta historia esperanzadora, que decide plantar unas semillas y probar qué sucede. No se lo voy a contar. Tienen que descubrirlo ustedes.
Los escorpiones del desierto, de Hugo Pratt (Fondo de Cultura Económica). La sede local de la editorial mexicana editó el año pasado esta historieta del creador de la famosa tira Corto maltés. En el primer tomo están reunidas los dos primeros volúmenes: “Los escorpiones del desierto”, publicado originalmente en 1969, y “Piccolo Chalet”, de 1975. El segundo ofrece los capítulos tercero y cuarto: “Palas Dancalí” y “El salón del Martini seco”. Una excelente oportunidad para que los adolescentes conozcan la obra de Pratt y, también, para que los fans del género se reencuentren con esta célebre novela gráfica por entregas.
Bonus track
Buenas noticias: se salvaron los libros de SM Argentina
Gracias a la acción de un grupo de autoras y autores que publicaron libros en la filial argentina de la editorial española SM, que dejó el país a mediados de febrero, alrededor de 300 mil ejemplares se salvaron de la picadora de papel (el destino frecuente de los libros que les “sobran” a las editoriales, como contó LA NACION en este artículo).
En un comunicado, los autores contaron que “tras muchos días de tratativas, los libros que corrían riesgo de ser destruidos serán donados a instituciones de bien público”. “Si bien una parte del fondo editorial fue comprado por Ediciones Logos, quien a partir de ahora queda como representante de SM en la Argentina, el resto se nos anunció que pasaría a desguace”, explica el comunicado.
“A partir de estas noticias Graciela Repún se puso en contacto con Adela Basch, Guillermo Tangelson, Istvansch, Mario Méndez y Poly Bernatene conformando un pequeño grupo de colegas para organizarse y representar al resto de los autores de SM y así negociar con la empresa. Apoyados por SEA (Sociedad de Escritoras y Escritores de la Argentina), ADA (Asociación de Dibujantes de Argentina), ALIJA (Asociación de Literatura Infantil y Juvenil de Argentina), Colectivo LIJ, UEE (Unión de Escritores y Escritoras) y el CEDILIJ (Centro de Difusión e Investigación de Literatura Infantil y Juvenil), centralizamos esfuerzos para un fin común”.
“Nuestros objetivos eran, desde un primer momento, rescatar los libros de su destrucción inminente, hacerlos llegar luego en la forma más transparente posible a lectores que generalmente no tienen acceso a estos ni a otros libros, no afectar el mercado editorial (del cual vivimos), y dejar abierta la posibilidad de que autoras/es tanto de texto como de ilustración puedan, más adelante, ofrecer su obra en otras editoriales”, continúa.
“Hoy, con gran alegría podemos decir que el Grupo SM –quien ante nuestra solicitud se manejó con la mejor disposición– pudo solucionar algunas cuestiones legales y fiscales que tenía en un principio y accedió a que se donaran estos libros a entidades de bien público, bibliotecas y escuelas de zonas carenciadas o fronterizas, y otros destinatarios similares”.
“Esta acción se llevará a cabo bajo la supervisión de una organización nacional y otra internacional: la Biblioteca del Congreso de la Nación, que además de llegar a todo el país, también tiene un importante rol internacional porque es sede de la Oficina Regional para América Latina y el Caribe de la IFLA (Federación Internacional de Asociaciones Bibliotecarias y Bibliotecas), y la OEI (Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura), organismo de cooperación multilateral de Iberoamérica, que colabora con los gobiernos de 23 países. Ambas instituciones, junto al Grupo SM y a Ediciones Logos, que hará las labores de almacenamiento y distribución gratuitamente, serán las encargadas de repartir los ejemplares entre otras entidades que también trabajan, a su vez, con escuelas y bibliotecas, como la Subsecretaría de Educación Social y Cultural dependiente del Ministerio de Educación de la Nación, que desde el primer momento se mostró interesada en recibir la donación para que los libros puedan llegar a muchos espacios en donde los necesitan”. Gran noticia con final feliz.
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