¿Qué vas a leer con tu hijo esta noche? Edición especial por el Día Internacional del Libro Infantil
Un recorrido guiado por ediciones ilustradas de cuentos clásicos de Hans Christian Andersen, a 217 años de su nacimiento; además, Malvinas para chicos desde la ficción y la no ficción
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En homenaje a Hans Christian Andersen, que nació un 2 de abril hace 217 años, este sábado se celebra el Día Internacional del Libro Infantil. Es una “excusa” ideal para recomendar ediciones ilustradas de sus relatos clásicos que se consiguen en las librerías argentinas. Además, hoy se cumplen 40 años del inicio de la guerra de Malvinas, y sumamos la palabra de Margarita Mainé sobre su reciente libro, El secreto del abuelo. Pero hay más: pasen, lean y compartan. Están todos invitados.
Andersen x tres
El traje nuevo del Emperador, de Hans Christian Andersen (Calibroscopio). Entre las numerosas ediciones de este célebre cuento del autor danés, cuya casa natal en Odense es un museo con muestras permanentes alrededor de su universo creativo, este álbum ilustrado por Irene Singer y “vuelto a contar” por Mariana Fernández es una de mis favoritas. Las escenas pintadas por Singer son como poemas visuales. Un libro maravilloso para leer, releer y disfrutar.
La reina de las nieves (Edelvives). El gran relato de Andersen, al que muchos especialistas consideran como su mejor obra, en una edición ilustrada por Laura Barret que trae figuras troqueladas de los personajes y un escenario del palacio de las nieves para jugar a representar la historia. Una joyita para coleccionar.
El soldadito de plomo (unaLuna). El sello infantil del Grupo Claridad editó una adaptación ilustrada con textos de Min Ji Yang y dibujos de Edmée Cannard. La particularidad de este libro es que tiene algunas páginas desplegables que invitan a abrirlas para seguir la aventura del soldadito de juguete con una sola pierna. Al final, además de la biografía del autor, viene un bonus track con información sobre la historia de los juguetes y actividades para compartir con los chicos: entre ellas, propuestas de escritura y de creación de un soldado con cajas recicladas.
Tras un manto de neblina
El secreto del abuelo, de Margarita Mainé, y Postales desde Malvinas, de Federico Lorenz, son dos libros muy distintos que abordan la cuestión de la guerra con distintos recursos. Mientras que Mainé cuenta una historia de ficción alrededor de una nena que hace muchas preguntas y un abuelo al que le cuesta hablar sobre Malvinas, Lorenz ofrece un relato de no ficción muy personal planteado como un viaje de exploración.
“Itatí, la niña de la historia, siente la presencia de un secreto familiar e indaga, como suelen hacer los chicos que quieren saberlo todo. Pensando en algunos de mis libros, sobre todo mis novelas para adolescentes, se repite el tema de la comunicación intergeneracional como algo que me ocupa y preocupa. Y en este libro, volvió a surgir”, me explicó Mainé.
Durante el proceso de escritura, la autora se comunicó con Rubén Molins, un excombatiente, porque quería que leyera el borrador. “Me hizo una devolución muy emotiva. Sentí entonces que podía ser un buen camino para que los más chicos conozcan esa parte dolorosa de la historia. Eso es lo que pretende este libro: abrir el juego para las preguntas de los niños y las posibilidades de los adultos de conversar sobre lo que pasó”.
Lorenz, por su parte, que ilustra el libro con fotos propias que sacó en sus viajes a Malvinas, decidió escribir como “un profe, un padre, un maestro, un tío” que vuelve de un viaje. “Y cuando uno cuenta un viaje que dura mucho, lo que quedan son las emociones ancladas a lugares y personas. Es verdad que el libro es de no ficción, pero ese toque hace que información estricta pueda tener la forma de los libros de viajes y aventuras: yo quería que cualquiera que lo lea se sienta en el lugar y escuche el viento como yo lo hice, entonces la idea del relato breve e intenso (lo que entra en el dorso de una postal) y una imagen (que no condensa, sino que es más información) es especialmente eficaz”.
“Digamos que quise transmitir un amor y distintas emociones por un tema que es complejo y diverso y ofrecer, desde distintas escenas, la posibilidad de que muchas y muchos sintieran eso mismo. Así que es un libro pensando en que ojos menos condicionados que los nuestros (los de aquella guerra, los de este presente tan dividido y complejo) se asomaran de forma desprejuiciada a esos escenarios”, me contó para la nota “Los chicos y la guerra: cómo hablar sobre Malvinas cuarenta años después”.
“Es un monstruo grande y pisa fuerte”
Si Polonia fuera un pastel, de Becky Rubinstein y Clau Degliuomini (Pupek). Aunque parezca increíble, en este contexto mundial en el que todavía continúa la pandemia, en una parte del mundo se desató una guerra que no para de causar muertes y daños hace más de un mes. Pensando en eso (y en los cuarenta años del inicio de la guerra de Malvinas) me acordé de este libro que recibí hace unos meses. Cuenta la historia de Elena, una sobreviviente del nazismo.
“Hay historias felices, hay historias tristes: lo importante es que haya historias para contar. Hoy van a leer la historia de Elena, una nena que vivió durante una guerra horrible”, dice en la introducción. Si bien no hay guerra que no sea horrible, en este caso se trata de la Segunda Guerra Mundial y la invasión alemana a Polonia.
Elena vive junto con su familia en Varsovia. Como a millones de personas, a Elena y su familia “los echaron de sus casas, de sus escuelas, de sus trabajos y los metieron a vivir todos juntos, apretados, sin comida ni remedios en un lugar cerrado que se llamaba gueto”.
“Empezó la guerra. Se escuchan aviones, estallidos de bombas. Las casas y los edificios en Varsovia acaban pulverizados, hechos polvo como mazapanes de almendra”, escribe la autora, que recorre la vida de Elena, desde la infancia hasta la adultez, y logra conmover a los lectores, con la verdad y sin golpes bajos. En varias páginas hay notas al pie que explican el significado de ciertos términos y tradiciones judías. Las ilustraciones de Degliuomini acompañan el tono triste (pero esperanzador) de la historia.