¿Qué vas a leer con tu hijo esta noche? Cuentos divertidos con brujas, monstruos y vampiros

Esta semana hubo buenas noticias en el ámbito local de la literatura infantil: Graciela Montes fue distinguida por la Legislatura porteña como Personalidad Destacada en el ámbito de la Educación. En un acto presencial en el Salón Dorado, en el que participó Canela, la autora de Irulana y el ogronte, entre tantos otros títulos para chicos y chicas, agradeció el reconocimiento muy emocionada y dijo que lo compartía con “los colectivos con los que me formé e integré”: entre ellos, el Centro Editor de América latina, la Asociación de Literatura Infantil y Juvenil de Argentina (Alija) y la revista La Mancha. “Pero, especialmente, el universo de la escuela primaria y de las bibliotecas populares”, resaltó.

Del campo de las bibliotecas populares llegó otra buena noticia de la semana: los ganadores de la edición 2021 del Premio Nacional y Latinoamericano de Literatura Infantil y Juvenil “La hormiguita viajera”, que entrega la biblioteca popular Madre Teresa de Virrey del Pino, partido de La Matanza.

Canela, Susana Itzcovich, Pablo Medina, fundador de La Nube, y Carlos Silveyra, entre otros, fueron reconocidos como maestros latinoamericanos de LIJ; Marianela López fue premiada por su labor como bibliotecaria; María Verónica Ramírez como ilustradora. Además, como el libro del año 2020 fue elegido Entre las hojas que cantan. La vida de María Elena Walsh, de Mercedes Monti, Adriana Riva y Josefina Schargorodsky (Diente de león). ¡Felicitaciones a todos los premiados!

El regreso de los encuentros culturales presenciales es otra de las buenas noticias de estos días. Después de la excelente convocatoria que tuvo La Noche de las Librerías el sábado 23, hoy se celebra la Noche de los Museos con cien espacios abiertos por toda la ciudad. Como coincide con la noche de brujas, esta semana seleccionamos siete libros de terror y humor con brujas, monstruos y vampiros. Y uno sobre arte que invita a pasar una tarde en un museo. Pasen y lean

Vida del muerto, de David Wapner y Matías Trillo (Calibroscopio). Este libro es una maravilla y por eso es que lo vuelvo a recomendar esta semana con la “excusa” del Día de los muertos, esa tradición mexicana que muchos chicos conocieron a través de la película Coco. Cuenta la historia tragicómica del único muerto de un pueblo, al que velan y sepultan una y otra vez. Como “nada es eterno, y los muertos tampoco”, un día este muerto se volvió viejo y se jubiló. Pero ¿muerto el muerto se termina la muerte? La respuesta (y no hay sola una) depende de cada lector. Wapner, con una ambigüedad desconcertante, y Trillo, con unas ilustraciones fascinantes, crearon un relato irónico, inteligente y con un exquisito humor negro que va a atraer la atención de curiosos de todas las edades, por distintas razones.

Siete vampiros en bicicleta, de Franco Vaccarini (Editorial Hola Chicos). El cuento que le da título al libro y otros siete más están protagonizados por vampiros muy especiales: hay uno, ya retirado, que asegura que es “el último vampiro de esta parte del mundo”; otro es integrante del Centro de Atención al Vampiro Arrepentido; y también hay un par de vampiras que enamoran a primera vista a un par de chicos desprevenidos. Todos los relatos tienen humor, lenguaje coloquial y una vuelta de tuerca, recursos que los convierte en una lectura deliciosa para noches oscuras, con amigos, frente a un fogón o lo que sea. Eso sí: con unos dientes de ajo a mano. Por las dudas.

Hay un monstruo en la cocina, de Patricia Strauch (Periplo). ¿Qué podemos hacer si un día nos despertamos y nos encontramos con un monstruo en la cocina? Primero, gritar y sorprendernos, claro. Y, después, llamar a mamá y a papá en busca de protección y ayuda. Es lo que hace Matías, el protagonista de este cuento ilustrado por Natalia Aguerre a toda página. Lo interesante del encuentro inesperado es que los tres (Matías, su mamá y su papá) ven al monstruo invasor de distinta manera. Y el bicho los ve un poco raros también.

¡Qué susto, un niño pequeño!, de Claudia Czerlowski (Riderchail). Como sucede en la saga de Monster Inc, en este cuento para los más chicos, ilustrado por Fernando Rossia, los pequeños seres humanos son quienes asustan, sin saberlo, a personajes supuestamente de terror. Así, los fantasmas, la oscuridad, los perros grandes, los truenos, las casas abandonadas y hasta los médicos (gran idea) se paralizan de miedo cuando se cruzan con algún chico o alguna chica. Ni hablar si se trata de un grupo. Pero, por suerte, siempre algo se puede hacer para enfrentarse al pánico.

La increíble historia de Bastián Drácula, de Jaquelina Romero y Laura Aguerrebehere (Quipu). El temible conde Drácula que protagoniza este cuento para pequeños lectores decide decretar cinco reglas nuevas para la vida de los vampiros: por ejemplo, que ya no es necesario dormir adentro de un ataúd y que pueden comer ajo en un guiso. Coqueto y siempre a la moda, Drácula forma pareja y tiene un heredero, Bastián. El mini vampiro aprende rápido a hacer todo lo que hace un vampiro moderno. Pero tiene un problema: le falta un colmillo.

Monstruos de terror, de Florencia Esses y Rodrigo Folgueira (AZ). Cande y Nico son hermanos y son muy pero muy distintos: a ella le encantan los ravioles con manteca y a él, los fideos con salsa y mucho queso. Pero, a la hora de jugar, se ponen de acuerdo para pasarla lo más bien. En este cuento, ideal para leerle a los más chicos, juegan a que son zombis y vampiros. ¿Alguno tiene miedo? Habrá que abrir el libro y descubrirlo. Los que quieran acceder a la versión narrada pueden hacerlo a través del código QR de la contratapa o en este enlace.

A Luna le encanta el museo, de Joseph Coelho y Fiona Lumbers (Océano Travesía). Con referencias directas e indirectas a grandes obras de arte, como Los girasoles, de Vincent van Gogh, y la lata de tomate de Andy Warhol, los lectores acompañan al pasar las páginas a un grupo de alumnos en su visita a una galería de arte. Todos están muy entusiasmados, menos Finn, que se siente confundido frente a tantos estímulos. Claro que, con la ayuda de Luna, Finn logra conectarse con el arte.

La fiesta de Mortina, de Barbara Cantini (La Galera). “Una noche terroríficamente divertida”. Así presenta la autora e ilustradora a Mortina, “un niña como cualquier otra, pero también muy diferente”. Tiene piel muy pálida y ojos saltones y me hizo acordar a los personajes de películas de Tim Burton como El cadáver de la novia. El álbum invita a los lectores a intervenir las páginas con dibujos e historias propias, trae trucos para aprender a maquillarse y vestirse como la protagonista, consignas creativas, juegos, adivinanzas, chistes, canciones, cuentos y hasta recetas de cocina para aprender a hacer un “pastel de lechuga podrida” y unas “muecas de manzana fresa”.

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