¿Qué vas a leer con tu hijo esta noche? Cuentos con preguntas y efemérides secretas para jugar en el finde extra largo
Nuevos títulos recomendados para pequeños y medianos lectores, con la vista ya en los regalos del arbolito
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LA NACIONNatalia Blanc
Empezó el fin de semana XXL del último mes del año y, con este calor agobiante, nada mejor que refugiarse en historias originales y cuentos desafiantes. Entre las novedades de diciembre, que las editoriales lanzan antes de las fiestas para que sean opciones de regalos por el fin de clases o para el arbolito, figuran los recientes trabajos de Chanti y Brocha; un libro con canción de la serie Los duraznos; un libro-taller para crear y dibujar historias propias; unos finísimos poemas para amantes de los gatos; y dos nuevos mazos de cartas literarias de Tinkuy. Pase, jueguen y lean. Todos invitados.
Pedro lentes, de Brocha (AZ). Pedro es un señor con un sombrero pequeño y unos anteojos enormes que habla con las cosas. Algunos piensan que habla solo, pero nada que ver. Observa todo en detalle y luego se hace preguntas. “Cuando no titilan las estrellas, ¿es porque juegan a mirarse fijo?”; “¿Quién se ocupa de prender la luna?” y así. A los chicos del barrio les genera curiosidad e intriga. Lo siguen y descubren un juego maravilloso. Hagan como ellos y sigan a Pedro lentes. Les va a encantar a los más chicos de la casa (y no tanto). Con el código QR de la contratapa se accede gratis al audiolibro. Y, también, en este enlace.
Mayor y Menor monstruoso, de Chanti (Sudamericana). Un título nuevo de la exitosa serie de historieta del ilustrador y autor mendocino. En este caso, es una especie de “fuera de colección”, ya que no sigue las peripecias de los volúmenes anteriores, sino que ofrece a los lectores una nueva propuesta: compartir historias de terror contadas por el hermano mayor a los más chicos. Son leyendas de personajes fantásticos como el chupacabras o el pombero, narradas con humor. Para morir de miedo (y de risa).
Mi libro es así, de Florencia Cambariere y María Fernanda Maquieira (Beascoa). ¡Qué idea genial tuvieron las autoras de este libro-taller pensado para que chicas y chicos creen sus propias historias! Con ilustraciones de Max Aguirre, viene en caja y trae consignas creativas, páginas para completar y tarjetas de regalo. También, presenta los procesos y los personajes clave en el armado de un libro: desde el autor hasta el diseñador, la correctora, la editora, el imprentero. Cambariere y Maquieira saben de lo que hablan: además de escritoras, son editoras con gran trayectoria profesional. Es un libro sobre cómo se hace un libro que invita, también, a imaginar uno propio. Es el libro que me hubiera gustado que me regalaran en la infancia. Así que, muchas gracias por crearlo ahora.
Poemas para gatos, de Emiliano Barreto y Mariela Califano (Albatros). Después de Renata, mi gata detective, publicado por Cheuque, el autor y la ilustradora vuelven al ataque con poemas felinos. Y ojo al piojo que entre los seis poemas con bigotes aparece una gata Renata, que siempre tiene las patas frías. Hay una gata cantora que se llama Dora; está el gato Ulises, que queda atrapado en la copa de un árbol; un gato con “aire de chacarera” que está un poco distraído; una felina enamorada y otro que tiembla por el hipo. Todos son encantadores. Los versos de Barreto y los dibujos de Califano juegan entre sí al ritmo de las historias y los sonidos.
Camaleón, del Dúo Karma (Pequeño Editor). Un nuevo cuento-canción se suma a la dulce familia de Los duraznos, colección pionera dedicada a la primerísima infancia. Las ilustraciones, con texturas como de plastilina y objetos, también fueron creadas por el dúo de músicos, que ofrecen compartir la letra y la melodía al activar un QR que trae el libro para cantar en casa.
Efemérides secretas, de Nicolás Schuff y Mariana Ruiz Johnson (Tinkuy). Me fascinó este libro juego de historias con 50 cartas que integra la colección de Tinkuy. El mazo trae efemérides curiosas como “el día de la olfateadora sensible” o “el día del domador arrepentido”, con sus correspondientes fechas, personajes y anécdotas (una más delirantemente seria que la otra). Y, también, otras cartas con preguntas que disparan el juego: “¿Qué habrá pasado ese mismo día, en tu familia o entre tus antepasados?”, por ejemplo. El manual de “instrucciones”, que como en los otros casos es, más bien, una guía con propuestas, sugiere cuatro modalidades de juego. Pero se pueden inventar otras, por supuesto.
Para los que están buscando regalos para el arbolito les cuento que hace poco salió otro juego literario de Tinkuy, Contame “Terror”, ilustrado por Pablo Patini, que desafía a jugar con el miedo.
Por Natalia Blanc
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