¿Qué leen los políticos? Una cadena de recomendaciones (y antirrecomendaciones) de todos los colores
“No seas amarrete/a, recomendale un libro a tres colegas”: la editorial Godot lanzó la propuesta en Twitter y tímidamente algunos referentes de diferentes partidos se hicieron eco
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Pese a la diversidad de la oferta editorial en el país, no abundan las recomendaciones de libros por parte de los políticos argentinos. ¿Los políticos no leen o son excesivamente prudentes a la hora de compartir sus capitales simbólicos? Como muchos de ellos, además, publican libros, no pueden ignorar el valor de un elogio o de una crítica constructiva. Para editores, autores y lectores, incluso las “antirrecomendaciones” hechas por figuras públicas son bienvenidas.
¡Muy buena iniciativa! 👇📚 Le recomiendo Cielos de Córdoba de Federico Falco a @Maxiferraro , Soy una tonta por quererte de Camila Sosa a @OfeFernandez_ y Domingo de Natalia Ginzburg a @SantoroLeandro . ¡Y que sigan la ronda! #ULXCP https://t.co/BEYDgXxkoI
— Enrique Avogadro (@eavogadro) September 14, 2022
Cuando Cristina Kirchner contó que le había regalado al presidente Alberto Fernández el ensayo de Juan Carlos Torre, Diario de una temporada en el quinto piso, las ventas se dispararon (para usar una metáfora hoy inoportuna). Tanto el expresidente Macri como el diputado Javier Milei elogiaron los libros de la filósofa y escritora rusa nacionalizada estadounidense Ayn Rand, lo que motivó que algún sello desempolvara títulos de la autora como El manantial y Capitalismo: el ideal desconocido. A la exdiputada Elisa Carrió hay que reconocerle que bautizó su instituto de formación política y cultural con el nombre de la filósofa alemana nacionalizada estadounidense Hannah Arendt. Y en redes la diputada Myriam Bregman suele sugerir lecturas. Días atrás, el diputado Fernando Iglesias compartió en Twitter una foto junto a su “autor preferido”, Juan José Sebreli, coautor con Blas Matamoro de Entre Buenos Aires y Madrid.
Pero este miércoles a la mañana, desde la cuenta de Twitter de la editorial Godot (@edicionesgodot) se invitó a los políticos a recomendar un libro a otros políticos. “Queremos invitar a que cada #político/a le recomiende a sus pares un #libro que piensa que le puede aportar una nueva mirada. Si te recomendaron un libro, no seas amarrete/a, recomendale a tres colegas. Un libro te puede cambiar la forma de entender el mundo. #ULXCP”. El hashtag significa, como se explica en el hilo, “un libro para cada político”.
¡Qué libro maravilloso! Recién lo termino e intuyo que te deja una marca imposible de borrar.
— Myriam Bregman (@myriambregman) April 22, 2020
Por todas esas pibas que fueron "Ana"...
Genial @claudiapineiro 💚 #Catedrales pic.twitter.com/yUJCZE2x8E
“Lanzamos la conversación porque mucho se discute sobre el rol del libro y la lectura en nuestra sociedad, pero en el caso de los políticos no se refleja en las referencias de sus discursos o en sus cuentas de redes sociales -dice a LA NACION el coeditor de Godot, Víctor Malumian-. En contraposición aún se juega algo poderoso en su relación con el libro, por eso antes o después de una elección importante la publicación de un libro tiene un rol importante, y de hecho, hay un alto grado de interés de la sociedad porque las ventas no son despreciables. Nos pareció un ejercicio interesante que durante un algunos días los políticos y políticas dedique cinco minutos a recomendar un libro. Esas cuentas en las redes sociales tienen una composición muy variada y una recomendación puede llegar a públicos que usualmente no consumen suplementos culturales”. Para Malumian, además, es interesante saber qué leen las personas que gobiernan o legislan.
Mucho se discute sobre el rol del libro y la #lectura en nuestra sociedad. En el caso de los/as políticos/as aún se juega algo poderoso en su relación con el libro, por eso antes o después de una elección importante publican uno.
— Ediciones Godot (@edicionesgodot) September 14, 2022
No obstante, muy pocos políticos (o sus community managers) recogieron el guante, pese a los tuits y retuits de escritores, periodistas e influencers como Claudia Piñeiro, Nicolás Artusi, Flavia Pittella, Maximiliano Legnani, Sebastián Lidijover y Eugenia Zicavo. “En principio creo que el fuego de la gestión, al menos el de las primeras líneas, no permite el tipo de tiempo que demanda la lectura -reflexiona la escritora Paula Puebla-. Un tiempo manso, sin distracciones. Y me pregunto, sobre todo en el contexto de urgencia permanente que vivimos en la Argentina, ¿querría un ministro o un jefe de bloque que lo asocien a la literatura? ¿Le resultaría redituable en términos políticos? Cuando todo está ‘por hacer’, la lectura puede aparecer para ser vista como una distracción”. La autora de El cuerpo es quien recuerda brinda un ejemplo. “Sería un problema que Juan Cabandié salga a recomendar un libro cuando Rosario está ardiendo o que lo haga Sergio Massa con los índices de inflación que acosan al pueblo -señala-. Es difícil saberlo. Que es una tarea por hacer, la de reconciliar la literatura y la política, es cierto. Pero el poder no entiende la ética de la buena voluntad”.
“El funcionamiento es simple, un político o una política le recomienda a otra u otro una lectura e invita a que le recomiende a un tercero -destaca Malumian-. Se puede dar intrapartidariamente o con políticas y políticos de otro partido. Es interesante descubrir cuáles son los libros de cabecera o simplemente qué están leyendo hoy por hoy”.
Entre los pocos que se sumaron a la tuiterpropuesta aparece el ministro de Cultura de la ciudad de Buenos Aires, Enrique Avogadro, que recomendó al diputado Maximiliano Ferraro la nouvelle Cielos de Córdoba, de Federico Falco; a la legisladora porteña Ofelia Fernández, los cuentos de Soy una tonta por quererte, de Camila Sosa Villada, y al diputado Leandro Santoro, Domingo, relatos de Natalia Ginzburg. A su vez, Emmanuel Ferrario (Vicepresidente primero de la Legislatura porteña) participó de la “movida” con recomendaciones para el senador Martín Lousteau (La mente de los justos, de Jonathan Haidt), la diputada Bregman (El liberalismo y sus desencantados, de Francis Fukuyama) y la exgobernadora María Eugenia Vidal (Energía y civilización, de Vaclav Smil). La escritora Paula Vázquez, directora de Asuntos Culturales en Cancillería, recomendó la utópica novela feminista El Mañana, de Luisa Valenzuela. “Escritoras acusadas de terroristas, la palabra de las mujeres como peligro para el poder”, escribió Vázquez y arrobó a la ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, y a Estela Díaz, ministra de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la provincia de Buenos Aires.
Para el sociólogo Ezequiel Saferstein, autor de ¿Cómo se fabrica un best seller político?, el estado actual del debate público ha influido en la escasa participación. “Me refiero particularmente a estas semanas pero también a estos últimos tiempos; está todo muy áspero como para parar la pelota y hablar de libros -dice-. Es interesante que quienes contestaron se sitúan o quieren situarse por fuera de la grieta o no intervienen discursivamente entre las facciones o polos del debate actual”.
Me sumo a esta gran movida! Recomiendo:
— Emmanuel Ferrario (@emmaferrario) September 14, 2022
- "La mente de los justos" de @JonHaidt a @GugaLusto
- "El liberalismo y sus desencantados" de @FukuyamaFrancis a @myriambregman
- "Energía y civilización" de @VaclavSmil a @mariuvidal#ULXCP https://t.co/lIVPZi0HdQ
Saferstein recuerda que, años atrás, el diputado Miguel Ángel Toma -en Hora clave, el ciclo televisivo de Mariano Grondona- instó a que nadie comprara Robo para la corona, del periodista Horacio Verbitsky, lo que ocasionó un aumento en las ventas. También se puede mencionar la demanda judicial que, en 1996, le inició el gobernador Eduardo Duhalde al periodista Hernán López Echagüe, autor de la biografía no autorizada El otro y que despertó el interés de los lectores. “Hay muchos políticos que leen libros -destaca Saferstein-. Pero el libro solo pasa al primer plano cuando ellos son autores de libros de campaña o de memorias o protagonistas de libros de otros”.