¿Qué leen los escritores?
Boreales o australes, los veranos suelen ser propicios para la lectura. En esta encuesta, escritores de todo el mundo develan sus preferencias literarias para épocas de vacaciones
Es el tiempo en que los escritores cumplen promesas y toman atajos hacia la felicidad. Cuando se acercan a otros autores para saldar cuentas consigo mismos y ser lo que más les gusta: lectores. Cuando no importa pecar de optimistas al cargar con más libros de los debidos, y comprobar que la ilusión siempre es más grande que la realidad. Diecinueve narradores y poetas de medio mundo comparten con nosotros cuáles son las lecturas que suelen preferir en verano, cuáles son los destinos literarios a los que eligen llevar de vacaciones su imaginación.
Da igual si el viaje físico se produce y si es largo o no. Marcel Proust "viajaba" en su habitación de Combray acompañado de libros y con la persiana cerrada, para protegerse de la luz veraniega:
Aquel oscuro frescor de mi cuarto era al pleno sol de la calle lo que la sombra al rayo, es decir, tan luminoso como él, y ofrecía a mi imaginación el espectáculo total del verano, del que mis sentidos, si hubieran salido a pasear, sólo habrían podido disfrutar de modo fragmentario; y de esta manera se acomodaba bien a mi reposo que (gracias a las aventuras narradas por mis libros, capaces de estremecerlo) soportaba.
En su casa no entendían que diera la espalda al tan anhelado carnaval de luz y color estival por un libro. La abuela le suplicaba que saliera de su encierro; al final Proust la complacía:
Y no queriendo renunciar a mi lectura, iba a proseguirla en el jardín, bajo el castaño, en una pequeña garita de esparto y tela en cuyo fondo me sentaba y me creía oculto a los ojos de las personas que pudieran venir a visitar a mis padres.
Es el momento de saber dónde veranean literariamente algunos escritores. Sus destinos incluyen desde remotos reencuentros con autores y escenarios griegos y romanos, que visitarán Fuentes y Banville, pasando por los universos de la condición humana reflejados en el siglo XIX, al que volverán León y Marsé, hasta episodios del mundo hiperrealista de Estados Unidos en el caso de Palahniuk. Los destinos están decididos. El equipaje está listo.
Carlos Fuentes
(Ciudad de Panamá, 1928. Premio Cervantes 1987).
"Siempre llevo historia y novela, un poco de todo. Pero este verano estoy dedicado a Giacomo Leopardi, debido a que uno de los cuentos de mi nuevo libro, Carolina Grau , está dedicado a él. Así es que ahora, al releerlo, quiero ver si el cuento me ha gustado o me ha distanciado de él o si lo he traicionado o respetado o si hice bien en invocarlo. Es una especie de mea culpa retrospectiva, como todas, donde primero cometes el pecado y luego se pide perdón. Estoy leyendo también un libro muy interesante: Roma , de Robert Hughes, que trata desde la fundación de la ciudad hasta Berlusconi. Es una gran historia de la ciudad, ¡espléndida!".
John Banville
(Wexford, Irlanda, 1945)
"No tengo libros ?para el verano'. Ahora mismo estoy leyendo Historical Essays , de Hugh Trevor-Roper, principalmente por su soberbio uso de la prosa, y Orpheus: the Song of Life , de Ann Wroe, una luminosa ?biografía' de Orfeo. También estoy en mitad de la lectura de Los griegos y la civilización griega , de Jacob Burckhardt, pero se me ha cruzado con La civilización del Renacimiento en Italia , del mismo autor. Ambos libros son obras maestras, y voy a seguir leyéndolas a la vez. Va a ser un verano muy placentero e instructivo."
Tahar ben Jelloun
(Fez, Marruecos, 1944. Premio Goncourt en 1987 por La noche sagrada ).
"Desde 2008, mis veranos se parecen: me los paso leyendo. Trato de leer un libro al día. Al salir de París he tenido que pagar un plus por mis valijas llenas de libros. Novelas francesas. Los autores buscan y esperan una sola cosa: el premio más prestigioso de Francia, el Goncourt. Fui elegido para la Academia Goncourt en mayo de 2008, y somos diez jurados. Y así, la lectura de la producción novelesca francesa no me deja tiempo para leer casi nada más. Ya he leído lo último de Emmanuel Carrère y de Eric Fottorino. No obstante, por puro placer y para no perder de vista a los grandes escritores que me gustan, leo o releo a Jorge Luis Borges, que es como un viejo amigo. Este año he sentado a mi mesa a otro gran escritor: el filósofo rumano que escribía en francés Emile Cioran. Y, como siempre, estoy en compañía de Montaigne y Cervantes, amigos que no me abandonan nunca."
Marcos Giralt Torrente
(Madrid, España, 1968. Premio Herralde 1999 por París ).
"Mis veranos suelen ser de dos tipos: aquellos en los que escribo y aquellos en los que busco qué escribir. Cuando estoy escribiendo, picoteo cosas que no me distraigan en exceso: misceláneas, diarios, libros de viajes, crónicas, cuentos... Textos que calmen mi ansiedad pero que me permitan regresar sin mucha carga al libro que tengo entre manos. Y cuando busco qué escribir, necesito dejarme llevar. Aprovecho para saldar cuentas: clásicos no leídos o novedades que dejé sin leer durante el invierno. Este verano, parece, será de esta clase. Me llevo Las vidas de Dubin , de Bernard Malamud; Memorias , de Arthur Koestler; Solar , de McEwan; Un sueño fugaz , de Iván Thays, y El adversario , de Emmanuel Carrère..."
Juan Marsé
(Barcelona, España, 1933. Premio Cervantes 2008).
"Estos días mis lecturas contienen un poco de todo. No tengo preferencia por un género literario concreto y suelo cargar con más libros de los que voy a tener tiempo de leer. Desde que era un chaval, peco de optimista: imagino que el verano va a ser largo, provechoso e interminable; imagino que el tiempo y la luz se detienen... Incluso me propongo alguna relectura, por ejemplo Manhattan Transfer , de John Dos Passos, o La educación sentimental , de Flaubert. Veremos si hay tiempo. Porque lo que me llevo no es poca cosa: el segundo volumen de la biografía de Luis Cernuda de Antonio Rivero; Némesis , de Philip Roth; El hermano pequeño , la nueva novela de José María Guelbenzu; Operación Gladio , de Benjamín Prado; la biografía de Flannery O'Connor y Poemas , de W. H. Auden. Es mucho para dos meses, pero me gusta estar bien acompañado. Ah, y me olvidaba de la espléndida Semblanza de Pío Baroja , de Julio Caro Baroja. Quisiera también espiar algunos relatos de Lydia Davis en sus Cuentos completos ."
Chantal Maillard
(Bruselas, 1951. Premio Nacional de Poesía 2004 por Matar a Platón ).
"En verano leo más y mejor que en cualquier otra época del año. Leo el vuelo de las águilas y los milanos, el canto de los pájaros, las alas de las mariposas, el rastro de las babosas, el color de las libélulas y el sonido del viento en la copa de los árboles. También leo el camino de las hormigas, el siseo de las cigarras y la fragancia de los pinos. El verano me invita a esa gran enciclopedia cuya lectura me enseña más que ninguno de los libros escritos por el hombre. Entrada ya la noche, retorno a Chuang Tsé, a Santôka, Séneca o Beckett, y este verano, a los escépticos griegos. Tiempo para recobrar el alma, o como se quiera llamar a aquello que late bajo nuestro personaje."
José Emilio Pacheco
(Ciudad de México, 1939. Premio Cervantes 2009. Su último poemario es La edad de las tinieblas ).
"Hago como si hubiera verano en México y me propongo leer o releer la colección Sergio Pitol traductor , organizada por Rodolfo Mendoza. Pitol es uno de los grandes traductores del idioma, a la altura de Ricardo Baeza y Mario Verdaguer. Como Borges y Cortázar, él se forjó en estas versiones que nunca dejaremos de agradecerle. Entre los clásicos, recomiendo en especial El corazón de las tinieblas y Otra vuelta de tuerca . Entre los descubrimientos (lo fue para mí), Las puertas del paraíso , de Jerzy Andrzejewski."
John Boyne
(Dublín, Irlanda, 1971. Mejor Libro de Irlanda por El niño con el pijama a rayas ).
"Me voy a meter de lleno en las novelas de Kingsley Amis. Sus libros son políticamente incorrectos, no parece importarle a quién ofende, lo cual los hace más hilarantes. Me pregunto si los novelistas de hoy nos autocensuramos. También tengo ganas de leer la segunda novela de Ross Raisin, Waterline . Soy un devoto de la primera, God's Own Country , y tengo curiosidad por ver qué ha hecho a continuación. Los dos mejores libros que he leído en lo que llevo del verano son el drama victoriano de Jane Harris Gillespie and I , que se desarrolla en Glasgow y que presenta al mejor narrador en primera persona que he leído en mucho tiempo, y la novela para niños de Patrick Ness A Monster Calls , un libro que ha conseguido lo imposible: arrancarme -literalmente- lágrimas. Se centra en un joven cuyas pesadillas se hacen realidad."
Cees Nooteboom
(La Haya, Holanda, 1933. Premio de las Letras Holandesas 2009).
"Viajando nunca leo un solo libro. Ahora son tres: 1) De Michael Jacobs, el fascinante Andes , un viaje salvaje y peligroso; 2) de Héctor Abad Faciolince, El olvido que seremos , un homenaje a su padre, que fue asesinado en Medellín por los paramilitares, y 3) para las horas de silencio, Proust Was a Neuroscientist , de Jonah Lehrer, sobre Proust, Cézanne, Stravinski y otros que imaginaron lo que la ciencia probó medio siglo después."
Antonio Gamoneda
(Oviedo, España, 1931. Premio Cervantes 2006).
"No es muy firme entre mis costumbres la de las vacaciones ?oficiales' veraniegas. Hago vacaciones repentinas cuando las circunstancias lo aconsejan. Leo lo que a mano viene y trabajo como siempre. Quizás algo menos. No están establecidas las vacaciones oficiales, pero tampoco excluidas, porque mi hija mayor manda mucho. Y sucede que, este año sí, haré un par de semanas en cercanía del mar de Luarca. Y también sucede que he decidido los libros: El emperrado corazón amora , de mi hermano mayor Juan Gelman; Poesía enteira de Heriberto Bens , de mi otro hermano mayor (sólo en la poesía) Xosé Luis Méndez Ferrín, y La Celestina , lectura obligatoria anual."
Sofi Oksanen
(Jyväskylä, Finlandia, 1977. Obtuvo el Premio Europeo a la mejor novela 2010 por Purga ).
"No tengo vacaciones de verano, por lo cual no tengo una lista de lecturas. Pero he aquí una serie de consejos para viajeros veraniegos: de Nicolai Lilin, Educación siberiana , para quien viaje por Rusia o Europa del Este. Jean Rhys siempre está bien si se quiere leer sobre mujeres desesperadas en busca del amor o para visitar París. Para viajar a Inglaterra hay que llevar algo de Hilary Mantel o Sarah Waters, y si es la campiña inglesa, Cumbres borrascosas . Quien vaya a los países nórdicos, que lea One Night Stand , de Rosa Liksom, o algo de Kari Hotakainen. Y si el destino es Nueva York, Manhattan Transfer , de Dos Passos. ¡Una obra de arte!"
Donna Leon
(Nueva Jersey, Estados Unidos, 1942).
"Estoy leyendo Jane Eyre , de Charlotte Brontë (por sexta vez, de verdad), porque debo dar un seminario en Suiza. Tengo curiosidad por ver cómo han evolucionado mis ideas sobre Jane en los veinte años que han pasado desde que leí esa novela por primera vez. La verdad es que en vacaciones prefiero el género histórico, el mundo de los griegos y de los romanos, pero también los historiadores actuales que escriben sobre hechos sucedidos antes del siglo XX. Este último siglo no me resulta muy interesante como tema para la historia. Aunque voy a leer The White War , de Mark Thompson, un libro que trata sobre las campañas en los Alpes durante la Primera Guerra Mundial. Los italianos perdieron 600.000 hombres, debido principalmente a su mal liderazgo y a un tiempo horrible."
Nélida Piñón
(Río de Janeiro, Brasil, 1937. Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2005.)
"El verano de ustedes los del norte es mi invierno en Brasil. ¿Sucede tal vez que mi pensamiento, allá donde esté, se ve moldeado por el calor y leo según el tenor y el rigor de la temperatura? Para esos días aparté El pensamiento de Montesquieu , de la historiadora Carmen Iglesias, con el ánimo de entender mejor el desgobierno del mundo. Y dado que mi contemporaneidad se sustenta con el alimento que le doy a mi arcaico espíritu, transitaré por los mitos, que por lo general comen conmigo en mi mesa, leyendo Las máscaras de Dios , de Joseph Campbell. Releeré Esaú y Jacob , del eterno Machado de Assis, y a Álvaro Cunqueiro, intérprete del imaginario occidental."
Colm Tóibín
(Wexford, Irlanda, 1955. Premio Impac 2006 por The Master. Retrato del novelista adulto ).
"Thomas Mann abarcó un enorme territorio. En el invierno en que fui a Lubeck, ciudad alemana donde nació, tuve la sensación de que en el servicio dominical de la hermosa iglesia luterana, la misma gente estaba cantando los mismos himnos que en aquellos años de 1880, cuando Mann estaba creciendo. En Los Buddenbrooks , su primera obra maestra, describía el declinar de su familia; en Doctor Faustus , su última obra genial, describía el declive de su país. Entre una y otra publicó libros como La muerte en Venecia , y sus diarios. Tengo ante mí los dos volúmenes de sus relatos escogidos, todos plenos de una feroz energía erótica; esa misma energía con la cual me gustaría llenarme durante todo el verano y, de ser posible, también durante el invierno."
Chuck Palahniuk
(Washington, Estados Unidos, 1962. Su última novela es Damned ).
"Voy a leer la novela The Devil All the Time , de Donald Ray Pollock. Es que me encantó su primera colección de historias, Knockemstiff . Si releo algo, será posiblemente Lejos de ninguna parte , de Nami Mun. En verano, en general, soy adicto a los cuentos. ¿Quién puede concentrarse durante más de cuarenta y cinco minutos? Ahora que soy una persona de mediana edad, por fin entiendo las historias de John Cheever, y esta primavera me las he leído todas."
Elena Poniatowska
(París, Francia, 1932. La periodista y escritora mexicana obtuvo el premio Biblioteca Breve 2010 por Leonora ).
"Verano verano no hay en México, pero en períodos vacacionales suelo leer libros relacionados con mi trabajo. En esta ocasión, por ejemplo, estoy inmersa en León Tolstoi y Fedor Dostoievski, debido a que estoy escribiendo una novela que requiere su lectura. Por supuesto, siempre trato de leer literatura mexicana, que me gusta mucho; ahora leo a un escritor que estuvo en España y que José Bergamín y otros autores españoles dijeron en su momento que era como el Cervantes mexicano: Juan de la Cabada, que estuvo en la Guerra Civil Española y fue al congreso de Valencia en 1937 con autores como Octavio Paz y Elena Garro. En realidad, nunca leo algo distinto de lo que leo el resto del año."
EL PAISMás leídas de Cultura
“Me comeré la banana”. Quién es Justin Sun, el coleccionista y "primer ministro" que compró la obra de Maurizio Cattelan
Perdido y encontrado. Después de siglos, revelan por primera vez al público un "capolavoro" de Caravaggio
Marta Minujín en Nueva York. Fiestas con Warhol, conejos muertos y un “banquete negro”