Prohíben a Napster que sus usuarios intercambien música
Sin embargo, la decisión judicial no obliga a cerrar el sitio; la empresa apelará
SAN FRANCISCO.- La empresa Napster, que permite a los usuarios de Internet grabar e intercambiar archivos de música en forma gratuita, tiene prohibido comercializar dicho material y puede estar sujeta a multas si no evita que la gente baje del sitio documentos que estén protegidos por el derecho de autor.
Una corte de apelaciones de los Estados Unidos dijo ayer que los usuarios de Napster violan los derechos de autor y que un interdicto contra el servicio de intercambio de música en la Red "no sólo está justificado, sino que es necesario". Sin embargo, el panel de tres jueces de la Novena Corte del Circuito de Apelaciones de San Francisco se negó a ordenar el cierre inmediato del servicio.
La decisión del tribunal fue considerada una "clara victoria" por la industria discográfica, que vio en el sitio una amenaza para sus intereses comerciales, según comentó Hilary Rosen, presidenta ejecutiva de la Asociación de la Industria Discográfica de los Estados Unidos.
Alertados por la posible decisión judicial, millones de personas se apuraron el último fin de semana a bajar sus canciones preferidas de la Red (http://www.napster.com), aunque todavía no se mencionó ninguna fecha para el cierre del servicio.
Por medio de un comunicado, Napster adelantó ayer que apelará la decisión; también dijo que estaba "muy desilusionada" y que "recorrerá cada camino de las cortes y el Congreso para mantener a Napster operando".
Argumentos
El sitio considera que no debe ser culpado porque los usuarios utilizan material protegido por los derechos de autor. Para ello, se basa en la decisión de 1984 sobre Sony/Betamax, según la cual la Corte Suprema se negó a responsabilizar a los fabricantes de videograbadoras y comerciantes de videograbaciones por los clientes que copiasen películas.
Pero el tribunal de apelaciones dijo que dicha protección no se extiende a Napster porque la compañía sabía claramente que sus usuarios intercambiaban canciones protegidas por los derechos de autor.
Desde su lanzamiento, en mayo de 1999, Napster tuvo un crecimiento veloz: hoy, según estimaciones, la empresa tiene unos 60 millones de usuarios. El servicio no posee archivos de datos, pero permite a los usuarios que estén conectados intercambiar archivos MP3, un formato con el que se puede comprimir la música y archivarla en el disco rígido de la computadora. El software fue creado por Shawn Fanning, un joven de 19 años que se convirtió en la pesadilla de la industria.
Intereses comerciales
El fallo de ayer constituye un nuevo capítulo de una dura batalla en los tribunales de los Estados Unidos, considerada un caso clave sobre Internet y los derechos de autor.
En un escrito de 58 páginas, los magistrados dijeron que Napster puede ser responsable de infringir los derechos de autor en la medida en que haya sabido de materiales específicos en su sistema y no actuara para evitar su distribución.
A este fallo llegaron después de un expediente que se abrió en diciembre de 1999, cuando cinco de las principales discográficas del mundo -Universal Music, Sony Music, Warner Music, EMI Group y Bertelsmann AG BMG- demandaron a Napster por lo que denominaron un paraíso para la piratería. Las compañías dijeron que la presencia del sitio de Internet implicaría miles de millones de dólares en ventas perdidas.
En una audiencia realizada el 2 de octubre último, la industria discográfica pidió que se levantara el aplazamiento de una prohibición ordenada en julio de 2000 por la jueza Marilyn Hall Patel.
En este sentido, los jueces del noveno circuito ordenaron ayer a la jueza Patel que modificara su orden de suspensión, que habría dejado al servicio fuera de operación.
Más allá de la batalla legal, hace pocos días, Thomas Middelhoff, director ejecutivo de Napster, dijo que en junio el sitio dejaría finalmente de ser gratuito. Aún no ha decidido el importe que tendrá el abono para poder participar del intercambio de archivos musicales. Pero agregó que, según los estudios que han realizado, el 70% de los usuarios estaría dispuesto a pagar por la suscripción.