Procesan a un periodista por revelar una declaración jurada
El juez federal Claudio Bonadío procesó al periodista Marcelo Bonelli, del diario Clarín, por el delito de violación del secreto fiscal, en el que habría incurrido al difundir detalles de la declaración jurada de impuestos del ex titular del PAMI Víctor Alderete.
Bonadío admitió en su medida que el contenido de la nota era veraz. Para el procesamiento se basó en la ley de procedimiento tributario, que establece que las declaraciones juradas ante el organismo recaudador son secretas.
El juez procesó también a cuatro empleados de la Dirección General Impositiva (DGI). Y sobreseyó a Julio Ivnisky (Julio Blank), editor de la página de Clarín donde se publicó la nota.
El artículo, del 5 de junio de 2000, se titulaba "Alderete, en apuros con la DGI: no puede justificar 600 mil pesos".
Bonadío planteó una colisión entre los derechos de libertad de expresión y a la intimidad, y señaló que "la libertad de prensa debe ceder, por cuanto ella no es ilimitada".
El delito adjudicado a Bonelli conlleva penas de entre un mes y dos años de prisión. En el caso de los funcionarios públicos, puede sumarse una inhabilitación por cuatro años.
Bonelli dijo que apelará la decisión y lamentó que "por informar bien, por ocuparme de un hecho de corrupción, de un hecho de evasión fiscal y además agravada, porque era un funcionario público más que conocido, hoy preso y acusado de comandar una asociación ilícita, por todo eso, el procesado es el periodista".
Bonelli estimó que el juez toma mal la norma sobre el secreto fiscal, que no contempla que deban guardar silencio también los periodistas. La Asociación de Periodistas consideró "un desatino" la medida judicial. "Responsabiliza al periodista por un deber que no le compete -dice- en tanto la legislación pertinente (el artículo 101 de la ley 11.683) prohíbe difundir esa información a quienes son responsables de velar por ella, en este caso, el personal de la DGI."
"Lo castiga por cumplir con el deber que le cabe como profesional de prensa, es decir, difundir todo hecho de interés público, sin faltar a la verdad, o sin mala fe en caso de haber incurrido en algún error. El fallo de Bonadío, precisamente, reconoce que todo lo informado por Bonelli es cierto.
"Ante el denominado "choque de derechos" entre la protección a la libertad de expresión y el resguardo de la intimidad -agregó-, desestima principios fijados en los tratados internacionales -como en la doctrina de la real malicia- donde el derecho a informar y a ser informado prevalece cuando están involucrados asuntos de interés público."
La Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA) fijará hoy su posición en una declaración en la cual explicará por qué este fallo lesiona la libertad de prensa.