Premios Nacionales. Reconocimientos para narradores, ensayistas, filósofos, músicos y dramaturgos
Doce obras del trienio 2016-2019 fueron premiadas en categorías como literatura infantil, ensayo filosófico y artes escénicas para niños; se distribuyeron más de dos millones de pesos
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Nuevos creadores e investigadores se suman a la nómina de los Premios Nacionales en Ciencias, Artes y Letras. Este miércoles por la tarde el Ministerio de Cultura de la Nación anunció a los ganadores del Premio Nacional 2020 y los títulos de las doce obras galardonadas en las categorías de Literatura Infantil, Artes Escénicas (Teatro Musical y Teatro Infantil), Ensayo Filosófico y Música Jazz y Melódica. Quedan pendientes los nombres de los ganadores de la categoría de Ensayo Pedagógico, que se darán a conocer la próxima semana. En esta ocasión, se distribuyeron más de dos millones de pesos. La mayoría de los premiados en esta edición -que tuvo en cuenta la producción 2016-2019 en las categorías mencionadas- es de la provincia de Buenos Aires o la ciudad de Buenos Aires.
Los primeros premios conceden 250.000 pesos a los ganadores y una pensión vitalicia equivalente a cinco jubilaciones mínimas a partir de los sesenta años, lo que garantiza, como indicaron algunos consultados, cierta “tranquilidad” para seguir creando y produciendo. Los ganadores del segundo premio reciben 160.000 pesos, y los del tercer premio, 90.000 pesos. Si el premio se otorga a una obra de autor grupal, se divide el monto y, si se trata del primer premio, también se dividen las pensiones vitalicias. Desde su primera convocatoria en 1914, el régimen de Premios Nacionales en Ciencias, Artes y Letras, estimula y recompensa la producción científica y cultural en el país.
En la categoría de Literatura Infantil el primer premio lo obtuvo Martín Blasco (Buenos Aires, 1976) por su novela En la senda del contrario, publicado por la editorial Norma. “Es un orgullo enorme -dijo el autor a LA NACION-. Primero por la historia que tiene el premio; en mi caso, escribo literatura infantil y juvenil hace mucho tiempo, y podría decir que empecé a escribir en el género siendo un joven veinteañero. Si bien he tenido mucha suerte y me ha ido bien, un premio como este te permite escribir con más tranquilidad”. Blasco trabajaba como guionista y productor de televisión, pero ahora se dedica solo a la literatura.
El libro premiado, contó el autor, “tiene poco que ver con la literatura juvenil porque su principal influencia viene de una tradición literaria que fue muy importante en mi vida, el sufismo, y lo que intenté hacer con la novela fue un cuento sufí”. Y agregó: “Algo que fui aprendiendo con el tiempo es que existe una especie de pacto con los lectores: yo escribo lo que quiero y a cambio me preocupo por ser ameno y por tratar de crear nuevos lectores, porque sé que una de las funciones de la literatura juvenil es esa”.
El segundo premio en literatura infantil lo ganó María Wernicke (Buenos Aires, 1958) por su libro álbum Contracorriente, publicado por Calibroscopio. Y el tercer premio fue para Melina Pogorelsky (Buenos Aires, 1979) y Grisel Estayno (Tandil, 1980) por Si te morís, te mato, también publicado por Norma. “Este reconocimiento me genera mucha emoción -declaró Pogorelsky-. Un premio tan importante, luego de estos años tan complejos y en un momento difícil para el sector editorial, es pura alegría. Me conmueve que lo hayan elegido porque es un libro que escribimos junto con una gran amiga, Grisel Estayno. La escritura siempre es bastante solitaria y el proceso de esta novela fue todo lo contrario. Dos amigas, en dos continentes, conectadas para llevar adelante una historia en común. Si bien, por un tema de bases, como Grisel reside en España, el premio lo recibo yo, es un regalo para ambas. Un premio así visibiliza al libro y ojalá sirva para lo que más nos importa: que la novela circule y que muchos lectores y muchas lectoras puedan encontrarse con ella”. La novela narra la amistad de dos amigas, “separadas” por la crisis de 2001 en el país.
Recibieron menciones especiales Nicolás Schuff y Mariana Ruiz Johnson por Las interrupciones; Sebastián Vargas por Y dormirás cien años, y Mario Méndez por Zimmers. El jurado de esta categoría estuvo integrado por Edelberto Aguirre, Ariela Kreimer y Laura Wittner.
En la categoría de Ensayo Filosófico, la profesora e investigadora Mónica Cragnolini (Buenos Aires, 1958) obtuvo el primer premio por Extraños animales. Filosofía y animalidad en el pensar contemporáneo, publicado por Prometeo. “El libro fue publicado en 2016 y su título remite a la necesidad de pensar al animal desde la categoría de ‘extrañeza’, es decir, como alteridad, diferencia, que no puede ser homologada, asimilada y absorbida en nuestros propios modos de ser humanos”, dijo la autora a este diario. Cragnolini es una de las eminencias locales en filosofía nietzscheana y postnietzscheana y la reflexión sobre la cuestión animal en la tradición filosófica es una de sus especialidades.
El segundo premio lo ganó el politólogo y doctor en Ciencias Sociales Hernán Borisonik (Buenos Aires, 1978) por su ensayo Soporte. El uso del dinero como material en las artes visuales, publicado por Miño y Dávila. “Es mi segundo libro -dijo Borisonik-. El primero se llama Dinero sagrado y es una lectura desde la filosofía de Aristóteles sobre el dinero como fenómeno humano. En este trabajé a partir de obras de arte hechas literalmente con dinero para pensar otras dimensiones de uso más allá del valor de intercambio y en particular para reflexionar sobre posibles prácticas que involucran el uso del dinero sin quedar presos del consumismo”.
Y el tercer premio lo obtuvo el licenciado en Ciencias de la Comunicación Ariel Gurevich (Buenos Aires, 1985) por La vida digital. Intersubjetividad en tiempos de plataformas sociales, lanzado por el sello La Crujía. “Me siento honrado y feliz por este reconocimiento, y agradecido al jurado -dijo Gurevich a LA NACION-. Soy dramaturgo, director escénico y licenciado en Comunicación , y La vida digital está escrito con esa libertad, con la vocación de que todos puedan acercarse. En la secundaria quería estudiar filosofía y la profesora de 4º me sugirió que eligiera algo ‘con más salida laboral’. Después, estudiando Comunicación en la Universidad de Buenos Aires me gané una beca y elegí hacer filosofía un semestre en Madrid, hace diez años ya. Ahora, en medio de un contexto tan difícil, siento que el universo de alguna manera extraña termina reuniendo los caminos. Agradezco también a La Crujía y a todas las personas que están atrás del libro y siempre alentaron esa libertad: la fiesta de la expresión y del pensamiento”.
Germán Prosperi obtuvo una mención especial por La máquina óptica. Antropología del fantasma y (extra) ontología de la imaginación. Conformaron el jurado José O. Acha, Moira Pérez y Blas Radi.
En la categoría de Artes Escénicas (Teatro Musical y Teatro Infantil), el primer premio lo obtuvieron Axel Krygier, Eleonora Comelli, Johanna Anouk Wilhelm y Marisol Misenta (más conocida como Isol) por la obra El hombre que perdió su sombra. El segundo premio fue para Marcelo Caballero y Martín Goldberg por Lo quiero ya, y el tercero, para Marianela Poritllo, Carla Crespo, María Guillermina Etkin Blanco y María Granillo por Sr. Woman en Lady Ray Van Ring.
Hubo menciones especiales para Mariano Saba y Patricia Martínez por la obra Una niña helada; Emiliano Dionisi y Martín Rodríguez por El arrebato y Lucila Muiño, Laura Waisman, Carlos Gianni y Paula Schapiro por Las maravillosas diferencias. El jurado estuvo integrado por Betty Gambartes, Gustavo Tarrío y Ana Frenkel Visser.
En Música Jazz y Melódica, el primer premio lo ganó el pianista Carlos Aguirre (Buenos Aires, 1965) por su álbum Calma con Carlos Aguirre Trío (Fernando Silva en contrabajo y cello y Luciano Cuviello en batería). El segundo premio lo obtuvo el guitarrista Carlos Casazza (Rosario, 1963) por La sombra del sauce transparente, y el tercero, la pianista Marina Ruiz Matta (Buenos Aires, 1983) por Azul final. Las menciones especiales fueron para Juan “Pollo” Raffo por su obra Llueve sobre la Biblioteca Nacional/Música de Flores Vol. 5, Sandra Corizzo por La luz de nuestro amor, y Julián Mekler por Invasión! El jurado de esta categoría lo integraron Cecilia Zabala, Ernesto Jodos y Mariana Porta.