Premio Klemm: huellas de barro y de seres no humanos en un subsuelo del microcentro porteño
La mirada de los artistas contemporáneos sobre la situación actual se refleja en imágenes de mundos distópicos; una variada selección celebra un cuarto de siglo de reconocimientos
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Un cuarto de siglo reconociendo el trabajo de artistas argentinos contemporáneos, emergentes y consagrados: eso cumple este año el Premio Federico Jorge Klemm a las Artes Visuales. Para celebrar este aniversario, además de repartir 1.200.000 pesos entre los cuatro seleccionados, la fundación que lo impulsa compró en la reciente edición de arteba obras de Fernanda Laguna, Carla Grunauer y Martín Farnholc Halley.
“Tenía sentido, porque también se cumplían 30 años de arteba y es un momento difícil para los artistas”, señaló a LA NACION Valeria Fiterman, codirectora de esta institución fundada en 1995 por Federico Klemm. El año próximo se sumarán homenajes, ya que se cumplirán 80 años del nacimiento y 20 de la muerte de un mecenas que contribuyó como pocos al desarrollo de la escena artística local. Entre otros proyectos, está en marcha la digitalización completa de su memorable programa televisivo El banquete telemático.
Pero ese será otro capítulo. Entre las 41 obras exhibidas ahora en el subsuelo de Marcelo T. de Alvear 628 se cuentan las de los ganadores, que pasarán a integrar la colección de la fundación: La mantera (2020), de Mariana López (primer premio), y Nibiru II (2021), de Federico Lanzi (segundo premio). Hubo también menciones especiales para trabajos de León Donjo (S/t, 2019), Verónica Meloni (#45, 2021) y Gonzalo Beccar Varela (Eclipse de Pinturanaranja, 2021).
La pausa forzada por la pandemia obligó a evaluar de forma virtual las 1476 postulaciones recibidas a un jurado integrado por Gabriel Baggio, Valeria González, Matilde Marín, Florencia Qualina y Javier Villa. De ese trabajo surgió una selección de pinturas, fotografías, objetos, videos, esculturas y dibujos que procura “dar una perspectiva federal y de género”, tal como indicaba el reglamento.
“Muchas aluden a seres no humanos o mitológicos y a nuevas formas de habitar el planeta. En sintonía con Simbiología, la muestra actual en el CCK, refleja la mirada de los artistas sobre la situación actual”, observa Cintia Mezza, a cargo de la colección permanente y del Espacio de aprendizaje de la fundación. Tanto ella como Fiterman señalan también una marcada tendencia hacia las obras realizadas con barro o arcilla. Temas y materiales que evocan los trabajos de Adrián Villar Rojas, rosarino que representó a la Argentina en la Bienal de Venecia y supo conquistar con sus escenarios distópicos los espacios más legitimadores de la escena global del arte.
Estos seres no humanos habitan también el imaginario de Florencia Rodríguez Giles, ganadora de la edición 2019 del Premio Klemm con un dibujo que mostraba a un delfín copulando con una araña. Ese mismo año presentó con Emilio Bianchic en la Bienal de Performance Ronquidos oceánicos, acción que retomaba leyendas sobre delfines e invitaba a una siesta compartida para entrar en trance y desafiar la percepción.
Como es habitual para los ganadores del premio, ahora protagoniza una muestra individual en la sala Bonino de la Fundación. Acondicionada como un polígono de tiro aloja Tiro al parto, instalación conformada por siete dibujos en grafito sobre papel, intervenidos por la acción de dagas que ejecutan cortes para revelar la existencia de una materia extraña. Habrá que acercarse para ver el inquietante resultado.
Para agendar:
Premio Klemm, XXV edición, y Tiro al parto, de Florencia Rodríguez Giles. Desde mañana hasta febrero de 2020 en Marcelo T. de Alvear 628, de 11 a 19, con entrada libre y gratuita.