Por primera vez, abre al público una sala secreta con bocetos de Miguel Ángel
El artista se refugió en una pequeña habitación de Basílica de San Lorenzo, en Florencia, para eludir la condena de muerte del Papa Clemente VII
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Desde el 15 de noviembre se podrá visitar una habitación secreta en Florencia cuyas paredes fueron “garabateadas” por Miguel Ángel. Se cree que en 1530 el artista renacentista estuvo escondido en esa pequeña cámara en el subsuelo de la Sacristía Nueva de la Basílica de San Lorenzo durante meses para eludir una sentencia de muerte del Papa Clemente VII. Es la primera vez que se abren las puertas al público general; antes estaba reservada a investigadores y especialistas.
Los dibujos de carbonilla y tiza fueron descubiertos en 1975, cuando Paolo Dal Poggetto, entonces director de las Capillas de los Medici, que conforma el Museo del Bargello, buscaba un espacio adecuado para crear una nueva salida del museo, consigna el diario inglés The Guardian. Dal Poggetto encontró una trampilla debajo de un armario que conducía a una habitación de diez metros de largo y tres de ancho. Los bocetos se conocieron cuando fueron removidas las paredes de la cámara, que hasta 1955 se había utilizado para almacenar carbón.
“Dibujaba como si estuviera haciendo un viaje al pasado... es como tener un álbum de sus obras”, dijo a la prensa Paola D’Agostino, la directora del Bargello, mientras guiaba a los periodistas en una visita a la sala. También dijo que era como si el artista hubiera querido realizar un catálogo de sus obras, sin saber si saldría vivo de la habitación.
Otros dibujos recuerdan algunas de las figuras desnudas que Miguel Ángel Buonarroti pintó en la Capilla Sixtina; uno es similar a su estatua del David; otros reflejan las figuras que adornan la tumba de la familia Medici, creada por Miguel Ángel y ubicada en la Sacristía Nueva encima de la cámara.
Se cree que Miguel Ángel buscó refugio en la habitación para esconderse de los Médicis, sus antiguos mecenas, cuando los gobernantes regresaron a Florencia después de haber sido desterrados al exilio en 1527 por una revuelta popular a la que se había sumado el artista.
Durante el exilio de la familia, Miguel Ángel supervisó las fortificaciones de la ciudad durante el breve gobierno republicano. El Papa Clemente VII, miembro de la familia Medici, se enfureció con el artista y lo condenó a muerte. Se cree que Giovan Battista Figiovanni, prior de la Basílica de San Lorenzo donde Miguel Ángel se refugió, localizó el escondite.
Finalmente fue perdonado por los Medici y el Papa levantó la sentencia para que el artista pudiera completar el trabajo en la Capilla Sixtina y la tumba de la familia Medici. Miguel Ángel partió a Roma en 1534.
LA NACION
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