Por ley, la educación sexual ya es obligatoria en las escuelas del país
El Ministerio de Educación elaborará contenidos básicos que se incluirán desde el nivel inicial
Mientras la Legislatura porteña se apresta a aprobar, la semana próxima, una norma similar, el Senado sancionó ayer una ley que reconoce el derecho de los estudiantes de establecimientos nacionales y provinciales, públicos y privados, a acceder a contenidos básicos de educación sexual desde el nivel inicial.
Esos contenidos mínimos estarán plasmados en el Programa Nacional de Educación Sexual Integral, que deberá elaborar el Ministerio de Educación en los 180 días posteriores a la promulgación de la ley, y que deberá aplicarse en todo el país de manera "gradual y progresiva" en los próximos cuatro años.
En rigor, se trata de un marco general y de lineamientos básicos que cada provincia incorporará y adaptará. De hecho, además de la norma que se aprobaría la semana próxima en la ciudad de Buenos Aires, las provincias de Buenos Aires y Entre Ríos ya tienen sus leyes respectivas sobre el tema.
Tal como ocurrió cuando el proyecto superó el debate en la Cámara de Diputados (un voto en contra sobre 169 presentes), la ley fue sancionada en el Senado por una abrumadora mayoría de 54 votos a favor y el solitario rechazo de la puntana Liliana Negre de Alonso (PJ). Sentado en el recinto se encontraba el titular de la cartera de Educación, Daniel Filmus.
Como el programa de educación sexual está destinado a todos los establecimientos educativos desde el nivel inicial, los niños comenzarán a tener acceso a sus contenidos desde el preescolar, a los cinco años.
La iniciativa generó cierta polémica en ámbitos religiosos, con frecuencia reacios a incluir esa temática en la currícula educativa. Sin embargo, en el artículo 5° la ley habilita a la comunidad educativa de cada establecimiento a adaptar las propuestas básicas "a su realidad sociocultural, en el marco del respeto de su ideario institucional y las convicciones de sus miembros".
Dado el amplio consenso que generó la ley en todas las bancadas políticas, el debate se desarrolló casi sin incidentes. Apenas si hubo lugar para la polémica cuando Negre de Alonso -apoyada por el salteño Ricardo Gómez Diez- reclamó que se incluyera de manera explícita el reconocimiento a los padres de su facultad para discutir los contenidos curriculares de cada escuela.
El pedido fue rechazado por la miembro informante del oficialismo, Silvia Gallego (PJ-La Pampa), quien le recordó que la ley federal de educación incluye a los padres al definir el concepto de comunidad educativa. Este cruce motivó la intervención de Cristina Fernández de Kirchner (FV-Buenos Aires), quien defendió la postura de su compañera de bloque y les reclamó a los legisladores que sinceraran su posición.
"La historia tampoco es una ciencia exacta y sin embargo no escucho a nadie pedir la participación de los padres. Entonces habría que decir que no estamos de acuerdo con la educación sexual en los colegios, que no está mal decirlo, y discutir sin disfraces y sin máscaras. Pero los padres están incluidos", afirmó la primera dama.
La senadora Gallego destacó que el Estado "tiene la obligación de garantizar un piso de formación y de educación sexual" a niños y adolescentes para evitar dejarlos expuestos "a mensajes controvertidos, malintencionados o despreocupados".
También en favor se manifestó el socialista Rubén Giustiniani, para quien la participación de los padres "está claramente manifestada" en la ley, y destacó la importancia que la educación sexual tiene para terminar "con el ciclo perverso de la reproducción de la pobreza" generado por los embarazos adolescentes, la violencia doméstica y el abuso sexual.
lanacionar